Aumenta el "vamping" tecnológico entre los adolescentes
- Fenómeno que consiste en usar el móvil durante las horas de sueño
- 8 de cada 10 adolescentes sufren problemas de insomnio
Con las vacaciones de verano los jóvenes han aumentado el tiempo que pasan frente a las pantallas de dispositivos electrónicos. Tanto es así que llegan, incluso a modificar sus ritmos de sueño. Es lo que se conoce como 'vamping’ tecnológico, un fenómeno que cada vez es más frecuente entre los adolescentes, quienes “dedican parte de sus horas de sueño a hablar, chatear, meterse en redes sociales e interactuar con otras personas”. Así lo afirma Cristina Gómez, psicóloga de la clínica Más Que Palabras.
Todas esas acciones, sumadas a la luz más o menos intensa de una pantalla, estimulan nuestro cerebro. “Percibimos que tenemos que pasar a la acción”, explica Gómez, “cuando debería ser de un modo completamente diferente: tendríamos que prepararnos para la calma, para dormir”. Esto repercute de manera negativa en la salud de los más jóvenes. El 81,5% de los adolescentes españoles no duerme lo suficiente debido al uso nocturno de dispositivos electrónicos.
Pero esto es un círculo vicioso. Los chavales están tan acostumbrados a llevarse el móvil a la cama que no conciben dormir sin haberlo utilizado antes, afirman que se quedan hablando, jugando o viendo vídeos hasta que se quedan dormidos. “Se duermen de puro agotamiento”, aclara la psicóloga, “pero su descanso no es totalmente plácido para poder recuperar la energía necesaria para el día siguiente”
Acceso temprano a las nuevas tecnologías
Los dispositivos electrónicos se han convertido en el elemento perfecto para regalar en ocasiones especiales, como las comuniones. De ahí que haya muchos niños y niñas que reciben su primera Tablet o su primer teléfono móvil con ocho o nueve años. Pero ¿corren más riesgo de ser víctimas del ‘vamping’ aquellos jóvenes que tengan un acceso más temprano a las nuevas tecnologías? La psicóloga Cristina Gómez cree que esto no tendría que suponer un problema “si se educara bien y el niño o la niña tenga un conocimiento previo para relacionarse con estos aparatos de una manera sana”.
Comunicación con los adolescentes
Una buena comunicación es clave para lograr este objetivo. “Los padres tienen que pactar el uso de ese dispositivo. Hay que establecer unas normas: qué aplicaciones vamos a utilizar y qué aplicaciones no”. Además, Gómez indica que es importante que los jóvenes tengan “cierta intimidad” siempre y cuando los padres puedan “acompañarles navegando por las mismas redes sociales”.
“Los padres tienen que pactar el uso de ese dispositivo“
La psicóloga hace hincapié en que hay aplicaciones que recomiendan no crear una cuenta de usuario hasta que se cumpla una determinada edad. “Hay que explicarles por qué y, una vez cumplan la edad recomendada, establecer con ellos acuerdos de supervisión sobre el dispositivo”.
Dar ejemplo
Además de mantener una comunicación fluida con los adolescentes y cultivar la confianza, es muy importante que todos en casa cumplan las normas que se hayan pactado. “Si al adolescente se le recomienda no utilizar el teléfono más allá de las 21h, el resto de la familia no puede estar en el salón enganchada al móvil, no. Tenemos una norma, somos un equipo”. La idea es crear un espacio de confianza para que el adolescente se sienta cómodo a la hora de comentar cualquier cuestión o duda a su familia.