El Gobierno aprueba la nueva Ley de FP que establece un sistema único y Dual dotado con 5.474 millones de euros
- La ministra de Educación lo define como "un proyecto de ley de país" que ayudará a reducir el paro juvenil
- Contempla desde microformaciones hasta cursos de especialización y estrecha el vínculo con las empresas
El Gobierno ha aprobado este martes el proyecto de ley de FP que consolida un único sistema de Formación Profesional Dual dirigido a estudiantes y trabajadores al que se destinarán 5.474,78 millones de euros para su implantación en cuatro años. La reforma flexibilizará los itinerarios formativos, estrechará el vínculo con las empresas y agilizará las acreditaciones de competencias.
Así lo ha anunciado la ministra de Educación, Pilar Alegría, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros de este martes, donde ha destacado que se trata de "un proyecto de ley de país, transformador, modernizador y que va a mejorar la vida de muchas personas".
"Debemos dar una oportunidad a una nueva generación de jóvenes para tener un empleo digno, y la FP se la va a dar", ha subrayado la ministra, convencida de que el proyecto ayudará a "reducir las tasas de desempleo", con especial incidencia en el paro juvenil.
La nueva ley, que comenzará su trámite parlamentario en las próximas semanas, contempla desde microformaciones hasta cursos de especialización y está ordenada en itinerarios formativos que permiten la progresión a través de cinco grados ascendentes.
Según ha explicado la propia Alegría, la ministra ha mantenido en los últimos meses diferentes reuniones con patronal y sindicatos y también ha mantenido encuentros con los portavoces de Educación y FP de todos los grupos parlamentarios para abordar el tema.
Salvo algunas modificaciones más de forma que de fondo respecto al texto presentado en junio, el anteproyecto mantiene el grueso del contenido.
Cinco grados de formación
Según el documento de junio, el anteproyecto de Ley Orgánica de Ordenación e Integración de la Formación Profesional establece una oferta modular y flexible de Formación Profesional ordenada en itinerarios formativos que permiten la progresión a través de cinco grados ascendentes: Grado A (Acreditación parcial de competencias); Grado B (Certificado de Competencia Profesional); Grado C (Certificado Profesional); Grado D (Ciclos Formativos: Grado Básico, Grado Medio y Grado Superior); y Grado E (Cursos de especialización: título de especialista y Máster Profesional).
Esta nueva estructura facilitará, según el Ministerio, el acceso a un abanico de formaciones de distinta duración y volumen de aprendizajes que incluye, por primera vez, unidades formativas o "microformaciones" (Grado A), hasta alcanzar los títulos y cursos de especialización (Grados D y E).
Un sistema único que será Dual
En apalabras de Alegría, la nueva ley logrará una integración de toda la oferta formativa de la Formación Profesional y va dirigida a toda la ciudadanía, es decir, "tanto a estudiantes como a trabajadores, tanto a empleados como a ocupados, para que de una forma sencilla puedan adquirir formación".
"Terminamos con ese doble modelo que existía de una formación profesional educativa y una para el empleo. Será un sistema único, mucho más flexible y accesible", ha explicado.
Toda la oferta en ciclos de los Grados C, D y E tendrá, además, carácter dual y se dividirá en dos tipos: FP en Régimen dual general y FP en Régimen dual avanzado o en alternancia.
Se considerará FP de régimen Dual general aquella formación cuya duración de la estancia en empresa sea de entre el 25% y el 35% de la duración total de la formación ofertada y cuando la empresa asuma hasta un 20% de los resultados de aprendizaje del currículo. Esta modalidad de FP dual tiene naturaleza de formación práctica tutorizada no generadora de vinculación contractual con el centro de trabajo, ni percepción de remuneración alguna.
Mientras, se considerará FP en régimen dual avanzado o en alternancia cuando la duración de la estancia en la empresa sea de entre el 35% y el 50% de la duración total de la formación y cuando la empresa asuma hasta un 40% de los resultados de aprendizaje o módulos profesionales del currículo. A diferencia de la FP dual general, esta modalidad de FP dual constituirá una relación contractual retribuida del estudiante con la empresa.
Nueva oferta formativa y más agilidad en las acreditaciones
Entre los puntos que también ha destacado Alegría se encuentran la apuesta por una oferta formativa más "atractiva y competitiva" y el impulso de "vasos comunicantes" entre universidad y FP para que pueda haber un "tránsito fluido entre los estudios".
El alumnado contará también con un servicio de orientación profesional y recibirá una enseñanza más adaptada a los perfiles profesionales que demandan las empresas.
La ley permitirá a las comunidades autónomas adaptar la FP a la propia realidad del tejido productivo de cada territorio, ha precisado Alegría, y se podrán introducir "complementos formativos".
Respecto a la mejora de la acreditación, lo que se persigue es una mayor agilidad a la hora de reconocer la experiencia profesional de los trabajadores. El modelo que se utilizaba desde 2009 acreditó en 10 años "solo a 300.000 trabajadores", mientras que el nuevo sistema, solo en un año ha acreditado "a más de 500.000". "La idea es poder acreditar a más de tres millones de trabajadores en los próximos tres años", ha dicho la ministra.
También ha destacado Alegría el "vital y fundamental compromiso" del Gobierno en lo relativo a la puesta en marcha de nuevas plazas de FP: serán 200.000 en cuatro años, de las que ya se han financiado 120.000.
En cuanto a las expectativas, el Gobierno prevé que el proyecto mejore las tasas de paro juvenil, dado que la empleabilidad del alumnado de FP es "altísima" (próxima al 90 % cuando terminan su formación, según la ministra).
"A todos aquellos estudiantes que tienen ya una FP les afecta 6 veces menos el desempleo que al resto de jóvenes", ha subrayado.
Solo un 12 % de los estudiantes son de FP
Según comentó Celaá el 15 de junio, desde hace años existe un "desequilibrio" entre el nivel de formación y las necesidades del mercado laboral. En 2021, en España sólo el 25% de la población activa dispone de cualificación intermedia y el 35% tiene cualificación baja.
Sin embargo, en 2025, el 50% de los trabajos requerirán un nivel de cualificación media (técnicos y técnicos superiores de Formación Profesional) y solo el 16% un nivel bajo, según datos del Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional.
En el ámbito de la formación de la población activa, España dedica 17 horas anuales por trabajador, ocupando así el puesto 61 entre 100 países, según el Foro Económico Mundial. En Alemania, que ocupa el puesto 10, se invierten 50 horas.
Además, según los últimos datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA), el 46% de la población activa carece de acreditación profesionalizante, lo que resta valor añadido a las empresas y sitúa a los trabajadores en una situación más vulnerable.
Por otra parte, solo el 12% de los jóvenes españoles están matriculados en Formación Profesional, frente al 25% en la OCDE y el 29% en la Unión Europea.