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Abdeslam, principal acusado en el juicio de los atentados de París, se declara "combatiente del Estado Islámico"

  • El único superviviente del comando ha subrayado que "no hay más Dios que Alá y Mahoma es su profeta"
  • Los atentados en seis terrazas, el Estadio de Francia y la sala Bataclan causaron 130 muertos y centenares de heridos

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Comienza el macrojuicio por los atentados de París de noviembre de 2015

Salah Abdeslam, el principal de los acusados que comparecen en el macrojuicio por los atentados del 13 de noviembre de 2015 en París y Saint-Denis ha admitido al comienzo de la audiencia que es "combatiente del Estado Islámico".

Cuando el presidente del tribunal, Jean-Louis Periès, le preguntó cuál era su profesión, el joven franco-marroquí explicó que había abandonado todo trabajo "para convertirme en combatiente del Estado Islámico".

Foto de archivo de Salah Abdeslam

 POLICE NATIONALE / AFP

Previamente, cuando el juez le había indicado que se levantara para dar su identidad, el único superviviente de los diez miembros de tres comandos que perpetraron los atentados yihadistas señaló que antes que nada quería decir que "no hay más Dios que Alá y Mahoma es su profeta".

Abdeslam, que tiene 31 años, fue el primero de los 14 acusados presentes en el Tribunal de lo Criminal de París en ser interrogado sobre su identidad. Ha sido el único que no ha respondido a las preguntas y se ha negado a dar los nombres de sus padres.

El yihadista logró huir de París horas después de las masacres y no fue arrestado hasta marzo de 2016 en Bruselas. Con los delitos por los que está imputado podría ser condenado a cadena perpetua.

20 acusados por los atentados

En el banquillo se sientan 20 hombres acusados por su implicación en los atentados pero seis no estarán en la sala durante los nueve meses del macrojuicio (el veredicto se espera para los últimos días de mayo). De hecho, se sospecha que cinco de ellos murieron en las operaciones de la coalición internacional contra miembros del Estado Islámico en Siria e Irak.

Como no hay pruebas definitivas de su muerte, la Justicia francesa decidió llevarlos a juicio por si acaso. Hay que tener en cuenta que uno de ellos es Oussama Atar, considerado el que ordenó los ataques. Razón por la cual es el único que está imputado por el cargo de dirigir una organización terrorista.

El proceso comenzó con casi 50 minutos de retraso en el Tribunal de lo Criminal de París entre estrictas medidas de seguridad y la confusión del primer día del medio millar de personas autorizadas a entrar en la sala.

Víctimas y familiares de los 130 muertos y de los cientos de heridos en los ataques contra la sala Bataclan, seis terrazas de la capital francesa y contra el Estadio de Francia, han acudido al viejo Palacio de Justicia. Junto a ellos había decenas de abogados (más de 300 trabajan para las partes civiles, una treintena para los encausados) y de periodistas (hay 141 medios acreditados).

Un proceso "histórico"

Una vez presentados los 14 acusados presentes en la sala -once se encuentran encarcelados, tres de ellos comparecen libres- Periès tomó la palabra para decir que este es un proceso "histórico" por "la intensidad dramática" de los hechos que se juzgan y por su magnitud.

Sobre todo, quiso insistir en que "nuestro Tribunal de lo Criminal tiene como misión examinar las inculpaciones de los acusados" y "sacar todas las consecuencias desde el punto de vista penal", pero no ir más allá.

Añadió que el tribunal se distingue de otras instituciones que examinan la dimensión política, histórica o sociológica de esos ataques yreiteró que hay que "mantener la dignidad de la justicia".

Riesgo elevado por amenaza terrorista

El ministro francés de Interior, Gérald Darmanin, alerta de que si la amenaza terrorista en Francia en tiempo normal ya es "particularmente elevada" cuando llegan acontecimientos como este el nivel de riesgo crece todavía más.

El tribunal, compuesto de nueve magistrados profesionales por ser un proceso terrorista (cuatro de ellos suplentes), dedica esta primera sesión a la constitución de las partes civiles y, en primer lugar, a la identidad de los acusados.

Arthur Denouveaux, presidente de Life for Peace, una de las asociaciones de víctimas de estos ataques, ha señalado antes de entrar en la sala:

"Espero -dijo- que una justicia francesa normal llegue a responder a un acto de los más abominables, de los más anormales posibles. Eso sería una respuesta de nuestra democracia al terrorismo".