Rusia y Bielorrusia acuerdan su integración económica y un mercado único del gas
- Vladímir Putin y Alexandr Lukashenko se han reunido este jueves en el Kremlin
Los presidentes ruso, Vladímir Putin, y bielorruso, Alexandr Lukashenko, han cerrado este jueves el acuerdo para la integración económica de ambos países en el marco de una Unión Estatal, que incluirá un mercado único de gas.
Putin ha explicado en rueda de prensa conjunta en el Kremlin que el objetivo es crear un "espacio económico común", que incluirá a partir de 2023 un mercado único de gas.
"Hoy me gustaría anunciar con satisfacción que hemos acordado los 28 programas", ha destacado.
Esos programas contemplan la creación de mercados únicos en los ámbitos financiero y energético, un espacio común de transporte y políticas comunes en los sectores industrial y agrícola.
Además, ambos países acordaron integrar sus sistemas monetarios y la lucha contra el terrorismo, y armonizar sus legislaciones aduaneras e impositivas.
"Al final esto (la integración) dará en adelante un gran impulso, un estímulo al crecimiento de la economía de ambos países", ha dicho Putin.
Ha pronosticado que el acuerdo creará puestos de trabajo, beneficiará a los sectores empresariales de ambos países y aumentará su capacidad exportadora.
Putin ha precisado que los primeros ministros de ambos países darán el visto bueno al acuerdo este viernes, tras lo cual esos documentos serán aprobados antes de finales de año por el Consejo Superior de la Unión Estatal.
Lukashenko puso freno a la firma de la Unión Estatal a finales de 2019
En cuanto a las críticas de la oposición y de Occidente acerca de que la Unión Estatal supondrá la pérdida de la soberanía de Bielorrusia, Putin ha asegurado que este jueves no se abordó una posible integración política de las dos antiguas repúblicas soviéticas.
"Primero hay que crear una base, unos cimientos económicos. La prioridad es la economía", ha señalado Putin, aunque no ha descartado en un futuro la creación de órganos supranacionales.
Lukashenko puso freno a la firma de la Unión Estatal a finales de 2019 entre la mejora de las relaciones con Occidente y aduciendo que el acuerdo era pernicioso para la economía bielorrusa, especialmente en el campo energético.
Las negociaciones se aceleraron después de que la reelección de Lukashenko en las elecciones presidenciales de agosto de 2020 provocara las mayores protestas antigubernamentales desde la caída de la Unión Soviética y la unánime condena de Occidente, entre acusaciones de fraude.
En medio de su aislamiento internacional, Minsk ha solicitado desde entonces varios créditos a Moscú, que defendió a capa y espada a Lukashenko de las críticas por la violenta represión de las manifestaciones pacíficas.
El primer presidente ruso, Boris Yeltsin, y Lukashenko firmaron el acuerdo sobre la Unión Estatal el 8 de diciembre de 1999.