La división del independentismo se traslada a la calle en la Diada a las puertas de la mesa de diálogo
- Aragonès ha sido recibido entre aplausos y gritos de "traidor" y algunos manifestantes han clamado por la "desobediencia"
- La ANC cifra en 400.000 personas la asistencia y la Guardia Urbana en 108.000. Es la menor afluencia desde 2014.
El independentismo ha vuelto a salir a las calles de Barcelona este sábado con motivo de la Diada de Cataluña con el lema "Luchemos y ganemos la independencia". Pero la división que existe entre sus líderes de cara a la mesa de diálogo con el Gobierno central que se retomará la semana que viene se ha trasladado a la marcha, donde el 'president' Pere Aragonès (ERC) ha sido recibido entre aplausos y gritos de "presidente" por parte de unos y abucheos y acusaciones de "traidor" por parte de otros.
Esta Diada ha recuperado la tradicional movilización en la calle, que el año pasado fue sustituida por concentraciones estáticas y dispersas con motivo de la pandemia. Y es que para este sábado ya no pesan las restricciones del Govern para frenar al coronavirus. Aún así, la mascarilla ha sido la tónica habitual entre los manifestantes.
La marcha ha dado comienzo, como todos los años, a las 17.14 desde la plaza de Urquinaona de Barcelona, donde se produjeron disturbios durante las protestas por la sentencia del 'procés' en 2019. El último punto del recorrido ha sido la Estación de Francia, donde los líderes independentistas están interviniendo desde el escenario.
Pero antes, los manifestantes han pasado por la Jefatura Superior de Policía de la Vía Laietana, donde se han producido algunos incidentes con el lanzamiento de rollos de papel higiénico y gritos como "Fuera las fuerzas de ocupación". También en la Vía Laietana algunos manifestantes han quemado fotografías del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y de Aragonès, y una bandera de España.
Manifestantes claman por la "desobediencia" y por un "embate" al Estado
"Queremos la independencia ahora", Govern, cumplid con vuestro compromiso" han sido algunos de los lemas de los carteles que han portado los manifestantes. Todo el independentismo tiene claro la meta deseada en común, la autodeterminación, pero no tanto los medios. Así, en la calle se han podido ver también pancartas clamando por la "desobediencia civil", por un "embate democrático" al Estado español y diciendo 'no' a la "rendición" al Estado.
Algunos portaban lemas como "somos el 52%", refiriéndose al más del 51% de votos que el independentismo, pese a la baja participación, obtuvo en las urnas el pasado 14F (sin embargo, en el Parlament solo está representado el 48% tras quedarse fuera el PDeCat).
Pere Aragonès (ERC), defensor de la mesa de diálogo a la que él mismo acudirá la semana que viene, ha sido recibido entre abucheos y aplausos. También han acudido a la marcha la mayoría de los consellers (salvo el de Interior, pendiente del dispositivo de seguridad), así como la presidenta del Parlament, Laura Borràs, el expresidente Quim Torra y, por primera vez desde 2017, los líderes del 'procés' que fueron indultados el pasado mes de junio. Entre ellos ha destacado la presencia del líder de ERC, Oriol Junqueras, la expresidenta del Parlament Carme Forcadell y el secretario general de JxCat, Jordi Sànchez.
También en la cabecera se han situado el cantautor Lluís Llach (que representa el llamado Consejo por la República, la organización parainstitucional liderada por Carles Puigdemont), la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, el líder de Òmnium, Jordi Cuixart (otro de los indultados), el activista estonio Ülo Laanoja y representantes del nacionalismo vasco, gallego, balear y valenciano.
La ANC y Junts desdeñan el diálogo con el Estado y presionan a ERC
Al final del recorrido, la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, ha instado a ERC a "dejar de mirar permanentemente al Estado esperando concesiones que no vendrán nunca", y ha apelado a Aragonès con un: "President, haga la independencia, nos tendrá a su lado". Sin embargo, ha emplazado a los dos partidos del Govern a recuperar "la unidad estratégica independentista": "Basta de reproches y desconfianza".
Por su parte Jordi Sànchez (JxCat) ha advertido desde el escenario que "no hay proyecto posible en el marco del Estado español" y ha añadido: "Debemos comprometernos a seguir presionando nuestros políticos para que estén a la altura del momento y se trace una estrategia compartida".
Y el presidente de la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI), Jordi Gaseni, ha dicho que el movimiento independentista "necesita nuevos embates democráticos": "Tenemos que continuar reforzando las mayorías como herramienta contra la intransigencia y la imposición del Estado español"
La ANC, que ha convocado la marcha, ha cifrado en 400.000 personas la asistencia a la misma, aunque la Guardia Urbana ha rebajado esta cifra hasta los 108.000. Sin tener en cuenta la Diada de 2020 (restringida por el coronavirus), esta ha sido la manifestación con menor afluencia desde el inicio del 'procés'.
PP y Vox se ausentan del homenaje a Rafael Casanova
Antes de la manifestación, por la mañana, se ha celebrado la clásica ofrenda floral a Rafael Casanova, a la que han vuelto a ausentarse la CUP, PP y Vox. Sí ha estado a título personal el concejal del Partido Popular Josep Bou.
Tras el homenaje, Aragonès ha hecho un llamamiento a sumar “amplias mayorías” para construir la “república catalana”. Y en un acto de ERC con motivo de la Diada ha hablado su líder, Oriol Junqueras ha dicho que Esquerra “no tiene miedo alguno” de contrastar sus argumentos “con nadie” y dice tener “suficiente razón” para convencer a la mayoría de este país y proclamar la independencia”.
Junts ha mostrado abiertamente su "escepticismo" con la mesa de diálogo y la CUP ha optado a celebrar junto con Arran y otras formaciones de izquierda independentista una movilización por la mañana bajo el lema “la lucha es el camino”.
Respecto a los partidos no independentistas, el líder del PSC en el Parlament, Salvador Illa, ha pedido que esta sea una Diada para todos los catalanes y ha llamado a todos a "estar a la altura para aprovechar las oportunidades" en un momento que califica de cambios profundos.
Por su parte, el líder de Vox en el Parlament, Ignacio Garriga, ha tachado la Diada del 11 de septiembre de "fiesta xenófoba" y "principalmente antiespañola" durante una jornada organizada por la Fundación Denaes con el título "11S: entre el mito y la manipulación", en el Hotel Avenida Palace de Barcelona.
La líder de los ‘comunes’, en el Parlament, Jéssica Albiach, ha calificado esta Diada como una de las más importantes de los últimos 10 años, por la mesa de diálogo entre gobiernos, que ve como "un punto de inflexión" para solventar el conflicto político en Cataluña: “Tenemos mayorías dispuestas a resolver el conflicto político a través de la política y de forma bilateral".
Ciudadanos se ha ido a la playa de al lado de la Villa Olímpica de Barcelona para advertir que la mesa de diálogo es un chantaje. Su líder en el Parlament, Carlos Carrizosa, ha acusado al PSC y al PSOE de estar “validando” y “justificando” al independentismo. Y el PP ha denunciado que el independentismo ha "pervertido" la fiesta de la Diada. Su líder en el Parlament, Alejandro Fernández, ha llamado a recuperar la "convivencia" y a superar la "decadencia" que, en su opinión, ha provocado el independentismo.
El último acto institucional de la Diada ha rendido homenaje al violonchelista Pau Casals frente a las cuatro columnas de Josep Puig i Cadafalch, en Montjuïc. El acto ha contado también con la máxima representación institucional y ha contado con una banda sonora que ha servido para conmemorar el célebre discurso que Casals dijo hace 50 años ante Naciones Unidas, cuando en plena época franquista comenzó su intervención con un 'soy catalán'.