Ataques de falsa bandera y profecías: el 11-S según las teorías de la conspiración
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Décadas antes de que surgiera QAnon, muchos afrontaron la incertidumbre generada por los ataques terroristas de 2001 aferrándose a la existencia de una gran maquinación. Entre las ideas conspirativas que se extendieron: que fue un complot encubierto, que el plan se conocía de antemano y se profetizó, que se trató de una operación de falsa bandera o autoatentado y que hubo coincidencias cabalísticas o esotéricas.
Las teorías conspirativas no son nuevas sino que forman parte de la tradición de EEUU y se remontan incluso a la era colonial, como subraya este estudio editado por la Universidad de Oxford. Dentro de esa cultura de la sospecha, el 11-S fue un hito. Impulsó uno de los bulos/meme más conocidos de la historia, el del falso “chico turista” situado sobre una torre con un avión que se acerca por su espalda. También expandió ideas sobre complots y profecías que hoy perduran.
‘Bandera falsa’
“Izar colores falsos” es un concepto militar que significa mostrar una bandera diferente a la propia. En una operación de falsa bandera se está culpando a una persona, grupo o país de algo que ha hecho otro autor. En el caso del 11-S se insistió en la idea de que el derrumbe de los edificios no podía deberse a la gasolina de los aviones manejados por los terroristas, sino que era el resultado de una demolición controlada por alguien diferente. En esa línea se destacó que el tercer edificio del complejo (el WTC7) cayó sin recibir el impacto de ninguna aeronave. La prensa sensacionalista y un estudio científico de 2016 reforzaron esa idea de la demolición.
Sin embargo, aquel texto no estaba revisado por pares ni las conclusiones de aquel grupo llegaban avaladas por la comunidad científica. La Revista Científica Europea y el Instituto Científico Europeo tuvieron que aclarar que aquel contenido no era suyo, como se sostenía en Internet. Aquí tienes el comunicado de ambas instituciones. El estudio oficial elaborado en 2008 sobre la caída del WTC7 por el Instituto de Estándares y Tecnología de EE.UU. (NIST) afirmó que "el calentamiento de las vigas de suelo y de las vigas provocó el fallo de una columna crítica de apoyo, iniciando un colapso progresivo inducido por el fuego que derribó el edificio". Años después y ante la insistencia de las versiones alternativas, el NIST volvió a respaldar aquel análisis, que consideraron “el examen más detallado sobre fallo estructural jamás realizado”.
‘Inside job’: el Pentágono lo planificó
Algunas teorías señalaron directamente a EE.UU. como autor y a un “trabajo interno” o “autoatentado”. Se apoyaban en la presutna existencia de planificaciones previas de los hechos como lo que llamaban “proyecto MASCAL”. Pero MASCAL no era un proyecto. El acrónimo procede de la expresión “Mass Casualty” (víctimas en masa) y hace referencia a una práctica de los Ejércitos cuando realizan ejercicios de contingencia, similares a menudo, en previsión de un posible atentado. El caso concreto que sirvió como excusa fue una simulación real realizada entre el 24 y el 26 de octubre de 2000 en el Pentágono y alrededores. Se ejercitó al personal ante la eventualidad de que un avión se estrellara ese edificio, atacado después durante el 11-S, pero también hubo ensayos en otros escenarios como la estación de metro más cercana al lugar.
Que hicieran la simulación lo más real posible provocó que muchos conspiracionistas incoporasen las imágenes de aquel ejercicio MASCAL a su imaginario como muestra de la preparación real para un evento real. Es la misma táctica desinformativa que se ha visto durante la COVID-19, cuando se ha descrito algún ejercicio de simulación previo sobre pandemias como una prueba de que ya hace años se tenía conocimiento del virus que vendría.
El atentado y el billete de dólar
También se señaló a posibles intereses de la élite económica y el mundo del dinero. Un bulo recurrente se muestra en este sitio y en este vídeo con más de 3,5 millones de visualizaciones. Ambos subrayan que, doblados en forma de triángulo o avión, los billetes de 5 dólares muestran las Torres Gemelas antes del ataque, y los de 20 las enseñan envueltas en humo tras el mismo.
Pero esto no ocurre solo con los billetes de 5 y 20, sino también con los de 10 y 50, como puedes ver en este otro vídeo. En EE. UU. los billetes suelen incluir en su cara A la imagen de una personalidad destacada, generalmente un presidente, y en la cara B o dorso un edificio simbólico. Esta segunda cara se hace compleja añadiendo nubes o arbustos para que sea más difícil su falsificación, como explican en The News Blender. Esto, unido a la particularidad de que los edificios elegidos abunden en líneas rectas, incluidos sus techos, hace que si se dobla el billete a lo largo de una parte fina de cualquiera de sus lados estas construcciones parezcan torres rodeadas de humo.
Como las redes han constatado con humor hay muchas escenas curiosas que se pueden conseguir doblando un billete, sin que medie conspiración. Con este billete y este otro se consigue este resultado.
Los judíos, implicados
No faltaron las conspiraciones antisemitas. Se culpó a los judíos del ataque, teoría que se conoce como la “Gran Mentira”. Se decía que 4.000 personas de este colectivo no acudieron a trabajar al World Trade Center aquel día porque su gobierno sabía lo que iba a suceder. El conocido poeta Amiri Baraka popularizó la falsa interpretación de esos datos al incluir la cifra de los 4.000 en uno de sus versos.
La cifra distorsiona un artículo de The Jerusalem Post del 12 de septiembre donde se afirmaba: “El Ministerio de Asuntos Exteriores de Jerusalén ha recibido hasta ahora los nombres de 4.000 israelíes que se cree han estado en las áreas del World Trade Center y el Pentágono en el momento de los ataques”. El medio no hacía referencia a la ausencia de estas personas del puesto de trabajo.
Un informe del departamento de Estado de EE.UU. realizado en 2005 descartó este bulo del absentismo ofreciendo, entre otros argumentos, un listado de judíos con nombre y apellido que fallecieron en el atentado. Un recuento recogido por este informe oficial y realizado por la publicación Jewish Week a partir de cifras de medios y autoridades sanitarias de Nueva York constató 400 fallecimientos entre judíos. Cohen, Abraham o Levi son algunos de los nombres y apellidos judíos que pueden encontrarse en el listado de víctimas del 11S.
Números y cábalas
Se ha difundido que existe una moneda israelí (shekel) con un avión dirigiéndose a lo que parecen dos torres. Se destaca que se acuñase en 1968, 33 años antes del 11 de septiembre de 2001. El número 33, suma de 11 y 22, es el más elevado dentro de la cultura del ocultismo y la numerología. Representa la edad de la Maestría y un grado alto de evolución espiritual.
Pero la numerología no es una ciencia reconocida y sus suposiciones son consideradas superstición. El objeto es en realidad el dorso de una medalla conmemorativa de la Guerra de los Seis Días, en la que Israel participó en 1967. Encargar una distinción de este tipo es una práctica habitual por parte de grupos participantes en un conflicto bélico, según recuerdan la Fundación Judaica y el Centro para la Educación en Holocausto y Humanidad de Cincinatti, que atribuye la fabricación de la insignia a una iniciativa franco-israelí y la datan en 1967, no 1968. El objeto tiene tallado en realidad un avión, un tanque y la Torá, primera parte de la Biblia hebrea. Lo que aparece a izquierda y derecha es el enrollado de ese texto sagrado con forma de pergamino. No son dos torres.
Este tipo de representaciones de la Torá son frecuentes en las medallas y monedas conmemorativas acuñadas por el gobierno israelí. En la página Collectors pudimos identificar dos ejemplos similares en objetos acuñados en 1974 y 1994.
Nostradamus
Por email circularon muy pronto paralelismos entre el 11-S y el autor de las predicciones más famosas de la Historia, Nostradamus (Michel de Notre Dame, que vivió en el siglo XVI). The New York Times escribió sobre sus obras convertidas en best-sellers y ofreció un fragmento concreto que circulaba por email: “En el año del nuevo siglo y nueve meses / Del cielo vendrá un gran Rey de Terror… El cielo se quemará a cuarenta y cinco grados. El fuego se aproxima a la gran nueva ciudad / En la ciudad de York, habrá un gran colapso / 2 torres gemelas destrozadas por el caos”.
Lo cierto es que Nostradamus nunca escribió eso, ni otras muchas profecías que se le adjudican con relación al 11-S. Son mezclas o readaptaciones de algunas de sus frases a las que se añaden invenciones. Por otra parte, sus predicciones han seguido relacionándose con otras muchas situaciones, incluida la COVID-19, pues tienen fácil adaptación a cualquier catástrofe ya que en muchos de sus versos él no consigna lugares concretos. Aquí tienes un listado de bulos relacionados con Nostradamus.
Putin lo advirtió
Recientemente se insiste desde canales de mensajería privada en el vídeo de una antigua entrevista a Vladimir Putin, presidente de Rusia. En ella habla supuestamente de un autoatentado futuro de EE. UU. a las Torres Gemelas. Pero se trata de un bulo. El vídeo difundido utiliza los subtítulos en español para cambiar el significado de lo que en realidad va diciendo en ruso el mandatario.
Es un corte de la entrevista que ofreció Putin el 23 de enero del año 2000 al periodista Nikolai Svanidze, del canal de televisión RTR. Tras localizar la transcripción oficial y realizar una traducción independiente hemos comprobado que en ningún momento de ese segmento se hace mención a EE. UU., ni tampoco a las Torres Gemelas. De hecho, a lo largo de toda la conversación Putin solo es interpelado acerca de cuestiones nacionales relevantes para el contexto sociopolítico de aquel entonces, como la crisis parlamentaria que vivía Rusia y la situación de la región de Chechenia.
Asesinado un periodista que predijo el ataque
Se dice que el locutor de radio Milton William Cooper (Will Cooper) “predijo el ataque del 11-S y lo asesinaron”, y que advirtió que no sería obra de Bin Laden. Cooper era un agitador de la época, como recuerda en este perfil la revista The Rolling Stone. Solía lanzar predicciones y varias de ellas se cumplieron pero la mayoría generaron incredulidad. Por ejemplo, que al presidente John F. Kennedy le asesinaron para evitar que saliera a la luz información sobre extraterrestres. El 28 de junio de 2001, tras emitirse una entrevista con Osama Bin Laden en la CNN, Cooper afirmó en su programa “La hora del tiempo”: “Os digo que estéis preparados para un gran ataque”. Consideró que habría un atentado en una ciudad americana grande y que culparían a Osama bin Laden: “Ni se os ocurra creerlo”.
No hay pruebas que vinculen la muerte de Cooper con sus predicciones. Según Los Angeles Times, murió tras un intercambio de disparos con agentes de la autoridad que trataban de detenerle por disputas locales. Lo que sí hay es información clara sobre la autoría del 11-S.
Osama Bin Laden reconoció su planificación en una cinta grabada en noviembre de 2001 e interceptada por EE.UU. En este extracto publicado por The Washington Post, el líder terrorista afirma que calcularon “el número de víctimas del enemigo que resultarían muertas basándonos en la posición de la torre. Calculamos que las plantas golpeadas serían tres o cuatro”. En otra cinta que emitió Al Jazeera en 2004, Bin Laden dice: “Nunca se nos ocurrió atacar las torres. Pero después de hacerse insoportable y de que presenciáramos la opresión y la tiranía de la coalición americana/israelí contra nuestra gente en Palestina y Líbano, me vino a la cabeza”. En esa misma cinta asegura: “Conforme miré a aquellas torres demolidas en Líbano, se me vino a la cabeza que deberíamos castigar al opresor de ese mismo modo y que deberíamos destruir torres en América para que probaran un poco de lo que nosotros probábamos y que se contuvieran a la hora de asesinar a nuestras mujeres y niños”.
Corán 9:11
Otra corriente insistió en las predicciones del 11-S que supuestamente hacía el Corán. Se reproduce la estrofa de la sura (capítulo) 9, aleya (versículo) 11 de este texto sagrado con distintas versiones de traducción (1, 2, 3 y 4) y se la relaciona con los ataques. Esa sura o capítulo afirma presuntamente que “la fuerza del Águila limpiará las tierras de Alá” y los conspiracionistas marcan una relación entre el águila y los aviones que “limpiarían” las tierras con su destrucción.
Sin embargo, la sura mencionada no dice eso, y ni siquiera habla de un águila. El equipo de Comunicación de Casa Árabe nos señala como traducción fiable del Corán la realizada por Bahige Mulla Huech. De acuerdo a esta obra lo que el texto expone es: “No obstante, si se arrepienten, observan la oración (perceptiva) y pagan la contribución, serán vuestros hermanos en la fe. Nosotros aclaramos los preceptos para quienes tengan la capacidad de entenderlos”. Otra traducción de la estrofa encontrada en la web de la Comunidad Mulsumana Ahmadía (vinculada a la mezquita Basharat de Córdoba, España) ofrece una versión similar: “Pero si se arrepienten, cumplen la Oración y pagan el Zakat, entonces son vuestros hermanos en la fe. Pues explicamos los Signos a un pueblo que tiene conocimiento“.
El 11-S, en RTVE Play
En RTVE Play encontrarás la colección especial '11-S: el atentado que cambió el mundo', una recopilación de los mejores documentales sobre el suceso que incluye cuatro estrenos en la plataforma: 11-S: El día que cambió el mundo, una narración exhaustiva de los acontecimientos que tuvieron lugar ese día; la serie documental de cuatro episodios Afganistán. La tierra herida, un análisis de seis décadas de historia afgana a través de los ojos de quienes estuvieron allí; La CIA contra Bin Laden, otra serie documental de dos episodios en los que la agencia de inteligencia estadounidense revela los secretos mejor guardados sobre la caza y captura de Bin Laden; y El negocio del terrorismo, un documental que expone los vínculos entre la inteligencia occidental y el ISI de Pakistán en la guerra contra el terrorismo islamista.
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