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Afganistán

La ONU denuncia ya la discriminación de la mujer y los asesinatos por venganza en el Afganistán de los talibanes

  • Se han recibido denuncias de registros y asesinatos de expolicías y funcionarios del gobierno anterior
  • Bachelet: "El país ha entrado en una nueva y peligrosa etapa"
  • Guterres justifica dialogar con los talibanes para que llegue la ayuda humanitaria

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Protesta de mujeres afganas en Kabul, el pasado 7 de septiembre. Foto: Hoshang Hashimi / AFP
Protesta de mujeres afganas en Kabul, el pasado 7 de septiembre.

Los talibanes afganos no están cumpliendo sus promesas de respetar los derechos humanos de las mujeres y amnistiar a personas relacionadas con el anterior gobierno, según ha denunciado la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.

En su informe al Consejo de Derechos Humanos de la ONU sobre la situación en Afganistán tras la toma del poder por los talibanes, la alta comisionada asegura que en menos de un mes de control talibán "las mujeres han sido progresivamente excluidas del espacio público".

Ya se ha prohibido a las niñas mayores de doce años asistir a la escuela en muchos lugares del país, y numerosos departamentos de protección de la mujer en el país han sido desmantelados, mientras su personal era amenazado, denunció la expresidenta chilena.

"Asociaciones de mujeres de la sociedad civil han sido acusadas de obscenas, o de extender ideas contra el islam en sus comunidades", ha destacado la responsable de derechos humanos de la ONU, quien también ha subrayado que en algunas áreas ya se prohíbe a las mujeres que acudan a zonas públicas sin un acompañante masculino.

"En algunos casos se les ha ordenado quedarse en su casa, alegando que es por su propia seguridad, ya que las fuerzas de los talibanes no están 'entrenadas' para lidiar con ellas", ha lamentado Bachelet.

Asesinatos por venganza contra exfuncionarios

Bachelet ha asegurado también que su departamento ha recibido "fundadas denuncias de asesinatos por venganza" contra antiguos miembros de las fuerzas de seguridad, y de detenciones arbitrarias de funcionarios y sus familiares.

Asimismo, se han denunciado registros domiciliarios, que los talibanes habían asegurado que no se iban a llevar a cabo, en busca de funcionarios y personas que cooperaron con el ejército estadounidense en ciudades como Kabul, Kandahar, Herat o Mazar-i-Sharif, entre otras.

El país ha entrado en una nueva y peligrosa etapa

Trabajadores de agencias de la ONU han sufrido también crecientes ataques y amenazas, mientras que los talibanes han registrado oficinas de ONG y de grupos de la sociedad civil.

"El país ha entrado en una nueva y peligrosa etapa, en la que muchos afganos están profundamente preocupados por sus derechos humanos", ha resumido Bachelet.

Bachelet ha pedido a todos los estados que "usen su influencia con los talibanes para pedir el respeto a los derechos humanos, con especial atención a mujeres, niñas y miembros de minorías étnicas y religiosas".

"Naciones Unidas mantendrá la mayor de las vigilancias", ha advertido la alta comisionada, además de urgir al Consejo de Derechos Humanos a crear un mecanismo que siga de forma más profunda la situación de las libertades fundamentales en Afganistán.

Sin embargo, el pasado 24 de agosto, el Consejo no aprobó crear una comisión permanente de investigación como le pedían activistas fuera y dentro del país.

Guterres defiende dialogar con los talibanes

A pesar de estas denuncias, la ONU continúa dialogando con los talibanes porque, como ha advertido este mismo lunes el secretario general, Antonio Guterres, "es imposible de suministrar asistencia humanitaria sin discutir con las autoridades de facto del país". Guterres ha participado en Ginebra en una reunión para reunir más de 600 millones de dólares para ayudar a las organizaciones humanitarias en Afganistán.

También este lunes, el alto comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, el italiano Filippo Grandi se ha reunido en Kabul con el ministro para los Refugiados y la Repatriación afgano, Khalil Rahman Haqqani.