Un menor fue hospitalizado en Castellón por el abuso de videojuegos

• El joven de 15 años presentaba una grave adicción al juego Fortnite y permaneció dos meses en el hospital
• La UJI, el Hospital Provincial y el Hospital General Universitario han hecho público el caso clínico, el primero en el mundo

Cuando los recursos ambulatorios no fueron suficientes, se ingresó al joven para llevar a cabo una desintoxicación de pantallas

Un adolescente de la provincia de Castellón presentaba, según los médicos, una grave adicción comportamental al videojuego Fortnite. Entre los síntomas se encontraban el aislamiento en el domicilio, el rechazo a cualquier tipo de interacción social, un escaso interés por su entorno y la negativa a acudir a los servicios sanitarios para tratarse.

Según ha informado también la Universitat Jaume I (UJI), el joven mostraba alteraciones a la hora de desempeñar sus actividades básicas de vida diaria. Después de varios intentos, se decidió proceder a un tratamiento hospitalario.

Desintoxicación por medio del aislamiento

El menor tenía un alto rendimiento académico previo. Sin embargo, a partir del fallecimiento de su madre, la familia observó un descenso en su productividad desde el inicio del curso escolar pasado. El absentismo era cada vez mayor y apenas respetaba los horarios de descanso. Llegó a perder a todos sus amigos. Fue entonces cuando pidieron ayuda médica, aunque las primeras medidas no surtieron efecto.

“Se trató como si fuese una adicción a una sustancia química“

“El paciente viene de un recorrido de varios meses de atención en diferentes recursos ambulatorios”, afirma Matías Real-López coordinador del programa del trastorno mental grave de la infancia y adolescencia de Castellón. “Cuando estos recursos fracasaron de forma escalonada, se decidió conjuntamente con la familia ingresarle para llevar a cabo una desintoxicación de pantallas, como si se tratase de una adicción a una sustancia química”.

Entre los síntomas se encontraban el aislamiento en el domicilio, el rechazo a cualquier tipo de interacción social o un escaso interés por su entorno CJ GUNTHER / AGENCIA EFE / EPA

En total fueron dos meses de tratamiento, pero ese tiempo se dividió en diferentes fases. Real-López describe el proceso al que fue sometido el joven: “Primero fue un aislamiento del entorno habitual para poder alejarse del problema y trabajar todas las cuestiones que tienen que ver con la conciencia de enfermedad, de situaciones problemáticas que estaba viviendo y sus consecuencias. Progresivamente fuimos haciendo una reintegración a su entorno, poco a poco saliendo de la sala, reencontrándose con sus familiares, incluso volviendo a su domicilio, a su habitación, al ordenador y al entorno donde él jugaba”.

“Progresivamente fuimos haciendo una reintegración a su entorno“

Después de los dos meses de hospitalización, siguió con un seguimiento intensivo por parte de los recursos ambulatorios durante 6 u 8 meses, y finalmente fue dado de alta de todos los recursos, reintegrándose a su vida cotidiana previa y en el ámbito educativo normalizado.

Un joven hospitalizado por adicción a videojuegos

Un problema grave pero no muy frecuente

La clave para los expertos fue mantener un entorno controlado con supervisión constante, “para garantizar que pasaba días seguidos sin acceso a las pantallas. Eso ya era terapéutico en sí mismo porque, aunque los primeros días hubiera un malestar emocional interno, éste fue disminuyendo y se pudo hacer un repaso a cómo era antes su día a día y hacerle ver las cosas valiosas que había perdido”.

“Hay pocos casos pero los que tenemos son muy graves“

Desde Patim, Fundación que se centra en la prevención de adicciones y el tratamiento de los mismos, afirman que los casos que registran por adicciones a videojuegos son muy escasos, “pero sí es cierto que los que tenemos son muy graves”, incide el psicólogo Julio Abad. Estos casos requieren tratamiento cuando la vida deja de tener sentido fuera del videojuego, como ocurre con el alcohol, la cocaína o los juegos de azar. En el momento que la exclusividad de esa conducta implica la exclusión de todo lo demás, es la señal que avisa de un problema grave”.

Según los expertos, muchos menores tienen acceso a las pantallas antes de lo que sería recomendable AGENCIAS

La supervisión es imprescindible

El uso de las pantallas ha venido para quedarse y, según los expertos, muchos menores tienen acceso a ellas antes de lo que sería recomendable. “Lo que vemos es que el uso sin supervisión y descontrolado en el tiempo puede generar problemas de comportamiento o emocionales en los usuarios”, asegura Matías Real. “No podemos decir que hoy en día sea un problema con cifras contundentes, pero sí lo consideramos una cuestión emergente, ante el que debemos estar muy atentos”.

“El uso descontrolado puede generar problemas de comportamiento“

Los especialistas implicados en el estudio han advertido sobre la necesidad de prestar atención a los comportamientos de los menores entre los que se ha extendido su uso dada "la precocidad creciente en su consumo", especialmente por "la falta de maduración en las funciones ejecutivas y cognitivas durante la adolescencia”.