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El mundo se dirige a un calentamiento "catastrófico" de 2,7 grados a pesar de los planes de reducción de emisiones

  • Así lo asegura la ONU tras revisar los objetivos de los 191 países firmantes del Acuerdo de París
  • Según los compromisos actuales las emisiones crecerán un 16% en 2030, lejos de la reducción del 45% que piden los expertos

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Bosque quemado
Los incendios serán más intensos y frecuentes con el cambio climático

En el Acuerdo de París de 2015, los 191 países firmantes se comprometieron a establecer planes de reducción de emisiones para limitar el calentamiento global por debajo de los 2°C respecto a la era preindustrial, y a ser posible a no superar el 1,5°C. Ahora, seis años después, una revisión de la ONU de estos planes muestra que son insuficientes y que, de cumplirse, abocarían el mundo a un calentamiento "catastrófico" de 2,7°C hasta final de siglo, según el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres.

El análisis muestra que, según los compromisos actuales de los países firmantes, las emisiones globales crecerán un 16% en 2030 respecto a las de 2010. Un dato muy alejado de la reducción del 40% necesaria para no pasar el grado y medio de aumento de temperatura.

Un aumento de 2,7 grados provocaría efectos mucho más devastadores que los que ya golpean a los países de todo el mundo, como inundaciones, incendios forestales y tormentas. Desastres que, según advierten los expertos, son cada vez más frecuentes e intensos con el cambio climático.

Cuando se aprobó el Acuerdo de París ya se advirtió que los compromisos de emisiones que presentaron los países firmantes no serían suficientes para alcanzar los objetivos deseados. Por ello, muchos de ellos se comprometieron a revisar estos objetivos. Hasta el 30 de julio, lo han hecho 113 países, incluidos EE.UU. y todos los de la UE, que representan el 49% de las emisiones globales.

China, India o Arabia Saudí no han presentado sus objetivos de emisiones

Estados Unidos y la Unión Europea - el segundo y tercer mayor emisor del mundo, después de China- han presentado este año ambiciosos objetivos de reducción de emisiones, mientras que los países responsables de la mitad de las emisiones mundiales, como China, India y Arabia Saudí, no lo han hecho. Brasil y México han presentado compromisos actualizados que, según los analistas, provocarán más emisiones que sus objetivos anteriores.

El presidente de la COP26, Alok Sharma, ha subrayado que "sin la acción de todos los países, especialmente las economías más grandes, estos esfuerzos corren el riesgo de ser en vano".

Algunas de estas potencias, como la India, han señalado que no pueden reducir las emisiones a menos que reciban más apoyo de las naciones ricas para invertir en energía e industrias limpias. Hasta ahora, el apoyo prometido no ha llegado. La OCDE admitió que es probable que los países ricos no alcancen el objetivo de aportar 100.000 millones de dólares para ayudar a los países en desarrollo en su lucha contra cambio climático.

EE.UU. y UE se comprometen a recortar un 30% las emisiones de metano

Al mismo tiempo que se conocía el informe de la ONU, el presidente estadounidense ha propuesto una reducción de las emisiones globales de metano en un 30 % para 2030, una iniciativa que impulsa junto a la Unión Europea (UE) y que confía en que cobre fuerza durante la cumbre del clima, que comienza el 31 de octubre. Por el momento, Reino Unido ha sido el primer país externo al pacto que ya se ha sumado, según ha anunciado Boris Johnson.

"Tenemos que llevar nuestras máximas ambiciones posibles a (la COP26 en) Glasgow. Para los que aún no lo han hecho, se está agotando el tiempo", ha asegurado Joe Biden al inicio del Foro de Grandes Economías sobre Energía y Clima, organizado por la Casa Blanca.

Ha advertido de que, sin mayores compromisos de las grandes economías, "se escapa de las manos" el objetivo marcado por el Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura media mundial a 1,5 grados centígrados para finales de siglo.

El metano es el segundo mayor gas originado por la actuación humana que contribuye al calentamiento global, después del dióxido de carbono (CO2), y es responsable de "alrededor de medio grado" centígrado del aumento en la temperatura del planeta, según la Casa Blanca. En los últimos años han aumentado sus emisiones, debido especialmente a la producción de gas natural y a la ganadería.

El IPCC advirtió de un aumento de 2,7 grados si se mantienen las emisiones

"Las cifras globales de emisiones de gases de efecto invernadero van en dirección equivocada", ha asegurado la jefa de clima de la ONU, Patricia Espinosa, durante una rueda de prensa. Sin embargo, ha valorado haber recibido "señales muy positivas" de parte de algunos países, que renovarán sus compromisos antes de la cumbre de Naciones Unidas contra el cambio climático en Glasgow, la COP26.

Este verano el panel de expertos de la ONU sobre Cambio Climático, el IPCC, publicó su esperado sexto informe, en el que advertía de que la temperatura podría aumentar 2,7 grados a final de siglo si se mantenía el ritmo actual de emisiones. En las próximas décadas se superaría el límite de 1,5 grados si no se tomaba una acción contundente para reducir las emisiones.

"Los recientes cambios en el clima son generalizados, rápidos, intensos y sin precedentes en miles de años o nunca vistos antes", se leía en el trabajo. Por ejemplo, la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera es la más alta en al menos los últimos dos millones de años.

España, lejos de los objetivos climáticos de la UE o Reino Unido

El pasado mayo, España aprobó, tras años de preparación, su Ley de Cambio Climático, un plan que tiene como principal objetivo la descarbonización en España de aquí a 2050. Las organizaciones ecologistas, sin embargo, lo calificaron de insuficiente.

La norma contempla con el horizonte de 2030 una reducción de las emisiones de CO2 del 23 % y una penetración de renovables en el consumo final de energía del 42 %. También establece que para 2050 el 100 % de la electricidad del país se deberá generar con fuentes renovables como la eólica o la solar y el parque de vehículos comerciales ligeros tiene que estar libre de emisiones de dióxido de carbono.

Esta reducción de emisiones del 23%, establecida por el Gobierno hace tres años y no revisada durante la tramitación de la ley, queda lejos de otros objetivos más ambiciosos, como el de la UE, de al menos el 40% o el de Reino Unido. Londres se planteó el compromiso más ambicioso del mundo: reducir las emisiones un 78% de aquí a 2035.