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Feria del Libro

La literatura infantil y juvenil pega un estirón en la pandemia: "Se ha recuperado la imaginación"

  • Los libros para niños y jóvenes han resistido en ventas gracias al cuidado de los lectores
  • Los libreros recomiendan a RTVE.es algunos títulos destacados desde la Feria del Libro

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Imagen de libros de infantil y juvenil en la Feria del Libro
Imagen de libros de infantil y juvenil en la Feria del Libro

La librera Elena Martínez plantó cara al coronavirus a su manera. Durante el confinamiento agarró su vieja bicicleta y repartió los pedidos de libros a domicilio repartió los pedidos de libros a domiciliopor todo el municipio de Tres Cantos (Madrid). En paralelo, esta escritora y filóloga recomendaba los títulos por redes sociales. Esta mezcla de movimiento virtual y presencial obró el milagro: la librería Serendipias sobrevivió a la odisea y la literatura infantil y juvenil ejerció de tabla de salvación.

“Era lo que más nos pedían porque yo leía cuentos en Facebook por la noche y los que lo habían visto lo pedían para que se lo llevara a casa. Los niños estaban hartos porque las clases eran online y querían alejarse de las pantallas y deseaban ponerse a leer”, recuerda sobre un impulso digital que parece haber aterrizado para instalarse en las pequeñas librerías.

Y desglosa con lucidez: “La gente con el confinamiento se ha dado cuenta de que la literatura te ayudaba a viajar, las consolas no te aportan porque te lo dan todo hecho pero con los libros usas la imaginación que es algo que teníamos un poco en desuso”.

En un sector cultural lamilado, el libro ha resistido con excelente salud el cerrojazo del coronavirus más un puñado de buenas noticias: han aumentado los índices de lectura y hasta se han abierto nuevas librerías. Casi una utopía en mitad de la tormenta.

En este panorama de matizado pero sólido optimismo, los libros para niños y jóvenes junto con la narrativa y el ensayo, se han mantenido con fortaleza en el pódium de los más demandados, según corroboran desde la Federación de Gremios de Editores. Los libreros especializados arman un puzle de razones sobre este renacimiento.

“Creo que al estar más los padres en casa, tenían más tiempo disponible para estar y hacer cosas juntos. Nos pedían libros de actividades y creatividad para la familia. Y con los niños muy pequeños hacíamos talleres con los padres. Todo aquello que generaba hacer lecturas en común”, señala Zaida Pérez de la librería Liberespacio en el barrio de Chamberí, que subraya que “los lectores nos han arropado y no nos han abandonado”.

Ester Madroñero, de la veterana librería de infantil y juvenil Kirikú y la bruja, ahonda en la idea del libro como “aliado” durante la crisis, “porque te ayuda a desconectar y a descansar. Estábamos todos muy cansados, tanto los adultos como los niños. Era un elemento con el que se podía compartir un maravilloso momento. Todo el mundo estaba hasta el gorro de las pantallas y aparecían la calma y las risas”.

Control de aforo en la Feria EFE

Los libreros: "La gente nos trata con mucho cariño"

Esta buena sintonía se ha trasladado a la Feria del Libro de Madrid, apodada “la esperada”, tras dos años de parón y un ansia de contacto creciente entre escritores, lectores, editores y dueños de librerías.

Una cita con restricciones de seguridad pero donde el sector ya no difumina el entusiasmo: “cariño, emoción, buen ambiente, encuentro”, no se cansan de repetir los libreros sobre lo que se cuece estas semanas en El Retiro (ya han pasado por la Feria 130.000 visitantes en esta primera semana, según los últimos datos de la organización).

“Este año noto mucho que los adolescentes quieren que les aconsejemos. Se dejan asesorar porque lo más importante es el diálogo con los lectores. Me hace especial ilusión las niñas que venían desde pequeñas a la Feria y ahora vienen con sus amigas a comprar libros”, explica la librera Zaida Pérez desde el trajín de su caseta.

Expositor de la librería Liberespacio en el Retiro Zaida Pérez

“Los adolescentes piden muchos libros de fantasía se ve que el confinamiento les ha obligado a retomarlo. Están súper emocionados porque se pueden encontrar con sus autores favoritos y no les importa esperar hora y media de cola”, explica Elena Martínez de Serendipias. Casi una metáfora de la eclosión de los libros en pandemia porque la palabra serendipia significa “hallazgo valioso que se produce de manera accidental o casual”.

Recomendaciones de infantil y juvenil desde la Feria

Colección de cuentos de Bruno Munari (Niño Editor) Colección de cuentos de Bruno Munari (Niño Editor)

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Diseñador, pedagogo y artista, el italiano creó un universo propio con libros con muchas capas, transparencias, metal y pop ups para mantener la curiosidad viva. Munari fue definido por Picasso como el “Da Vinci de nuestro tiempo”. Son nueve títulos de entre 1945 y 1946 “creativos y diferentes con muchas sorpresas y que continúan siendo muy actuales”, aconsejan desde Liberespacio para los más pequeños.

A propósito de la vida, Christian Borstlap (Barbara Fiore)A propósito de la vida, Christian Borstlap (Barbara Fiore)

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Un precioso álbum ilustrado que no tiene edad sobre la mezcla de polvo de estrellas, meteoros, luz solar y otros elementos que crearon la vida. “Viene muy bien para la época que vivimos y un homenaje a la editora que murió hace poco”. añade.

Mofeta y tejón, Amy Timberlake / Jon Klassen (Flamboyant)

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“Es un cuento divertido para chavales de ocho años pero también remueve porque hay un prejuicio con Mofeta. Para nosotros tiene un significado especial porque hemos lanzado una iniciativa que se llama libros rellenos y le hemos pedido a autores extranjeros que dejen una notita dentro del libro. Este es uno de ellos”, apunta Ester Madroñero de Kirikú y la bruja.

Un día con Mus, Claire Lebourg (Blackie Books)Un día con Mus, Claire Lebourg (Blackie Books)

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La librera también recomienda esta historia sobre un “calcetín que vive solo y que contiene mucha dulzura”. La plácida vida de Mus se verá alterada por la llegada de un visitante inesperado.

Trilogía del fuego, Henning Mankell (Siruela)Trilogía del fuego, Henning Mankell (Siruela)

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Con doce años, Sofia pisó una mina antipersona. Mankell la conoció y decidió escribir su historia. Así, el autor sueco, célebre por su serie del detective Wallander, relata su lucha contra la pobreza y la injusticia, sus sentimientos y sus dudas. “Para ese momento en que el niño va perdiendo la fantasía infantil y le preocupa que el mundo sea injusto. Este libro te emociona y te mueve la cabeza”, añade Madroñero.

Las brujas, Roal Dahl

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“En juvenil siempre recomiendo clásicos como Roal Dahl. Las brujas lo he traído en novela gráfica y en edición narrativa. Es atemporal una característica de todos los buenos libros”. Es la recomendación de la librera Zaida Pérez.

Hielo y plata, Alena Pons (Nocturna)

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“Es un libro aparentemente super gordo pero que se lee rápido. Habla sobre patinaje sobre hielo, la competitividad, el esfuerzo”, describe Elena Martínez de la librería Serendipias. “Es una maravilla tiene conversaciones de wasap y se lee también a través de las imágenes. Es uno de los primeros que salieron sobre patinaje sobre hielo. Muy original”.

Ojos azules en Kabul, Anabel Botella (Neo)

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“Cuando se publicó no estaban los talibanes pero por desgracia han vuelto. Refleja la vida de una niña y luego adolescente en esa época postalibán. Nos dice cómo tenían que vivir y luego cómo consigue ir a España y cómo cambia su vida”.

La flor y la muerte, Iria G. Parente y Selene M. Pascual (Nocturna)

“Mezcla un mundo distópico con la sociedad clásica griega. Puede servir para que los jóvenes se interesen por la mitología griega y es original. Tiene muchísima aventura, diversidad y me parece muy importante que la gente vea reflejados personajes que son como ellos”, añade Martínez.