El Supremo confirma 20 y 25 años de prisión para los condenados por el crimen de la Guardia Urbana
- Rosa María Peral y Albert López asesinaron con alevosía a Pedro Rodríguez, también policía del cuerpo y pareja de ella
- El crimen se cometió el dos de mayo en 2017 y, en 2020, un jurado popular de la Audiencia de Barcelona los declaró culpables
El Tribunal Supremo ha confirmado este lunes las penas de 25 y de 20 años de prisión impuestas a los agentes de la Guardia Urbana de Barcelona Rosa María Peral y Albert López, respectivamente, por el asesinato con alevosía en mayo de 2017 de la pareja de ella, Pedro Rodríguez, también policía del cuerpo. La Sala de lo Penal ha desestimado así los recursos de casación de los dos condenados contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, que confirmó a su vez la dictada por un Tribunal del Jurado de la Audiencia de Barcelona.
Según el escrito de la Fiscalía, en la noche del 1 al 2 de mayo de 2017 los dos acusados ejecutaron "de común acuerdo" un plan criminal preconcebido para acabar de "forma violenta" con la vida de la pareja sentimental de la mujer en el domicilio que ambos compartían en Vilanova i la Geltrú (Barcelona), finalizando así con el triángulo amoroso. Después, trasladaron el cuerpo en el maletero de su coche hasta la zona del pantano de Foix, aunque antes pasaron por las inmediaciones de la casa del exmarido de Peral para tratar de incriminarlo.
Quemaron el cadáver en el interior de su vehículo
En marzo de 2020, un jurado popular de la Audiencia de Barcelona declaró culpables de asesinato con alevosía a Rosa Peral y Albert López . Por ocho votos a uno en el caso de Peral y siete a dos en el caso de López, el tribunal popular concluyó que ambos examantes eran responsables de haberse confabulado para matar a Rodríguez, al que "drogaron o medicaron" y cuyo cadáver quemaron en el interior de su vehículo, que abandonaron en una pista forestal del pantano de Foix el día después del crimen.
En su veredicto, el jurado consideró probado que los procesados "conjuntamente, o al menos uno de ellos con la anuencia y colaboración activa del otro", agredieron a la víctima "de forma violenta" y, "aprovechándose" de que se encontraba "enteramente despreocupada", eligiendo un momento en el que estaba "dormido o descansando" para impedir así que pudiera ejercer "defensa eficaz frente al ataque moral del que fue objeto".
“Rodríguez obstaculizaba su relación y situación sentimental“
Según afirmó el Ministerio Público en su escrito de acusación, ambos procesados mataron a Rodríguez porque llegaron a la conclusión de que "por diversas razones obstaculizaba su relación y situación" sentimental, ya que habían sido amantes y supuestamente habían reanudado su relación.
Los asesinos se acusaron mutuamente
Desde el comienzo de la investigación Rosa Peral y Albert López se acusaron mutuamente del crimen en el juicio y se situaron a sí mismos solo como encubridores. Es más, ella incluso llegó a decir que supo que su pareja había muerto cuatro días después del asesinato.
Según objetó la defensa de Peral en 2020, López estaba obsesionado con ella y no aceptaba su relación con el fallecido, por lo que supuestamente acudió a su domicilio de Vilanova y cometió el crimen con un hacha. De acuerdo con esta versión, la mujer no informó a la policía porque López le “había confiscado su teléfono móvil y el teléfono fijo de casa no funcionaba; además, el pánico que sentía por lo que pudiera pasar a sus hijas, la paralizaba".
Por su parte, López aseguró que fue Peral quien acabó con la vida del compañero y que esta le confesó los hechos y le mostró el cuerpo sin vida en el maletero del vehículo. Peral le explicó entonces que habían tenido una fuerte discusión y que Rodríguez le había agredido delante de sus hijas.
No obstante, el juicio en el que participaron más de 50 testigos, entre los que habrá Mossos d'Esquadra y mandos de la Guardia Urbana, y se utilizaron una veintena de pruebas periciales e informes, encontró a ambos culpables. Una condena que hoy se ha ratificado.