El despertar volcánico de La Palma, 50 años después
De los enjambres sísmicos a los ríos de lava de la Cumbre Vieja: repasamos la actividad geológica en la isla canaria de La Palma en los últimos días y en los últimos siglos | Sigue la erupción del volcán de La Palma en directo
Con más de 20.000 seísmos registrados en menos de 10 días, más de 1.400 con la suficiente fuerza para ser localizados. Así ha avisado bajo tierra La Palma, antes de que un volcán despertara rompiendo un silencio de medio siglo en la isla canaria.
En torno a las 15.10 horas del 19 de septiembre, la superficie se resquebrajaba en la zona de Cabeza de Vaca, un pinar dentro del parque natural de Cumbre Vieja, en la parte sur de la isla y a pocos kilómetros de los municipios de El Paso, Los Llanos de Aridane y Tazacorte. Dos lenguas de lava descendían lentamente hacia el mar.
En lugar de tener origen en un único volcán, la erupción de La Palma es fisural. El magma ha comenado a salir originalmente por una grieta o fisura , en las que el primer día han surgido nueve puntos de emisión. La lava avanza por las coladas, de hasta seis metros de altura, a una velocidad de 120 metros por hora, según los cálculos del comité científico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca).
La lava discurre por dos lenguas, una de las cuales, al suroeste, en Las Manchas, tiene "un movimiento mínimo", apenas unos dos metros por hora, y el comité científico del Pevolca "duda" de que se vaya a reactivar. La otra avanza inexorablemente ladera abajo, y ha entrado en el pueblo de Todoque, alimentada además por la nueva boca que se abrió en la noche del lunes.
Las autoridades han decretado un perímetro de seguridad de dos kilómetros alrededor de cada una de ellas, ya que de su interior están emanando entre 6.000 y 9.000 toneladas diarias de dióxido de azufre (SO2), según las primeras estimaciones. Por suerte, los vecinos ya estaban preparados y, hasta el momento, no se han registrado víctimas mortales. Sin embargo, casas, cultivos y ganado están siendo arrasados a más de 1.000 °C mientras sus dueños no pueden hacer más que esperar.
La erupción es, además de fisural, estromboliana. Este tipo de comportamiento volcánico recibe su nombre del volcán de la isla italiana Estrómboli y se caracteriza porque viene seguida de frecuentes explosiones. La lava que fluye hacia la superficie no es muy densa y suele estar acompañada de gases abundantes y violentos. Los expertos esperan que la columna eruptiva no tenga más de 3 o 4 kilómetros de altura.
La lava, ha lamentado el presidente del Cabildo insular, Mariano Hernández Zapata, "se come literalmente viviendas, infraestructuras y cultivos que va encontrando en su camino hacia la costa del valle de Aridane". En los próximos días podrían abrirse —o cerrarse— nuevos puntos de emisión. E incluso nuevas fisuras.
Involcan calcula que bajo la Cumbre Vieja hay al menos 17 millones de metros cúbicos de magma que podrían salir a la superficie. Una cantidad que equivaldría a llenar las 118 hectáreas del parque del Retiro, en Madrid, con 14 metros de lava.
La erupción está afectando a buena parte del parque natural de Cumbre Vieja, creado en 1987 para preservar los conos y coladas volcánicas de las distintas erupciones registradas en la zona del volcán que le da nombre. Su flora está principalmente formada por grandes masas boscosas de pinar canario y laurisilva y por él transcurre una senda turística conocida como Ruta de los Volcanes.
La isla de la Palma es joven en términos geológicos. Y la parte sur, donde se sitúa el parque de Cumbre Vieja, es aún más joven que la norte. Los últimos volcanes han erupcionado, precisamente, en esa zona: el último, el de Teneguía, hace 50 años.
Esta es la zona en la que, desde el pasado 11 de septiembre, se fueron detectando varios enjambres sísmicos, agrupaciones de pequeños terremotos que día a día se han ido acercando más a la superficie. Los episodios se intensificaron el día 18, aumentando en frecuencia e intensidad. Y la deformación de la superficie, que pasó de 10 a 15 centímetros en un día, apuntaba a una posible erupción en un futuro imprevisible, pero cercano.
La medición de estos indicadores ha servido para permitir una rápida reacción de las autoridades. Más de 6.000 personas permanecen evacuadas para garantizar su seguridad ante este desastre natural que ha llevado a la Unidad Militar de Emergencias (UME) a desplegar en La Palma 180 miembros y 57 vehículos.
Los expertos apuntan a una cantidad suficiente de lava como para que la erupción se extienda varios días, pero todavía es imposible saber cuánto se alargará. Los antecedentes en la zona apuntan a la posibilidad de una amplia extensión en el tiempo.
La duración de las 19 erupciones de las que hay constancia documental en Canarias desde el siglo XV -sin contar la actual- va desde los más de cinco años que se mantuvo activo en la década de 1730 el Timanfaya, en Lanzarote; hasta los siete días que estuvo escupiendo lava el volcán Nuevo del Fuego, en la misma isla entre septiembre y octubre de 1824.
Las ilustraciones de esta noticia han sido elaboradas por el equipo de Diseño de RTVE.es.
* En una versión anterior de esta pieza se hablaba de dos fisuras distintas, en línea con las primeras declaraciones de los expertos.
Fuentes: Instituto Geográfico Nacional (IGN), Instituto Geológico y Minero de España (IGME), Instituto de Geociencias CSIC-UCM (IGEO), Instituto Volcánico de Canarias (Involcan), Centro de producción de RTVE en las Islas Canarias.