Viviendas de La Palma devoradas por la lava del volcán: "Tienes todo ahí y de repente te quedas sin nada"
- La lava lanzada por la erupción volcánica cubre 103 hectáreas de terreno y ha destruido 166 viviendas y otros inmuebles
- Los vecinos de la isla están viviendo unos días de profunda angustia por no saber cuándo ni cómo terminará la pesadilla
- Sigue la erupción del volcán de La Palma en directo
El futuro de miles de personas que habitan La Palma depende en estos momentos de un volcán. La lava lanzada durante la erupción que se inició el pasado domingo en esa isla canaria cubre ya más de 100 hectáreas de terreno y ha devorado 183 viviendas y otros inmuebles, pero lo peor es que esas cifras, y también el número de evacuados, pueden ir aumentando con cada movimiento que se registra en la superficie.
"Tienes todo ahí y de repente te quedas sin nada", lamenta una mujer que ha perdido su vivienda y que no encuentra consuelo para aliviar tanta angustia. Su situación es similar a la de Ascensión y Francisco, quienes, con cerca de 60 años, también tendrán que empezar de cero: "El volcán reventó delante de nuestra casa y se la llevó por delante. Tuvimos que salir a la carrera, coger a mi nieto sin camisa, sin cholas...", cuentan a TVE.
Como otros muchos palmeros, ellos se preguntan cuándo y de qué manera acabará una pesadilla que jamás habrían imaginado.
"Yo aún estoy pagando la hipoteca y ahí está todo el sudor de mi frente"
Ana Guadalupe González, cuya familia también ha tenido que ser desalojada en las últimas horas, subraya en una conversación con RNE que la erupción "no es un espectáculo" de la naturaleza sino "un drama terrible". Tras una noche en la que apenas ha podido conciliar el sueño, recuerda la rapidez con la que tuvieron que abandonar su casa para evitar un peligro inminente.
"Dejamos muchas cosas, porque no pasamos del amarillo al naranja, sino al rojo directamente. No pude recoger. Los gatos se habían escapado porque tenían miedo y no los encontramos”, lamenta la mujer, que actualmente se encuentra en casa de unos familiares junto a su marido. Sus hijos, dice, han tenido que alojarse en casa de unos amigos porque no cabían todos juntos en esa vivienda.
“Dejamos muchas cosas, porque no pasamos del amarillo al naranja, sino al rojo directamente“
Aunque tiene fe en que su casa no sea engullida por la lava, porque se encuentra en una ubicación con menos riesgo, sí teme que la ceniza pueda hundir parte del techo: “Yo aún estoy pagando la hipoteca y ahí está todo el sudor de mi frente de treinta años. Me preocupa mucho, estoy muy angustiada”, admite Ana Guadalupe.
Su familia está analizando la posibilidad de alquilar una casa, pero asegura que no será nada fácil porque empieza a haber un serio problema de disponibilidad de viviendas libres en la isla.
"Me duele muchismo pensar en amigos y familiares que han perdido sus casas y no tienen adonde volver. Los tengo en mi corazón", dice Ana, que agradece el enorme cariño que están recibiendo.
La erupción volcánica comenzó el pasado domingo con dos fisuras separadas unos 200 metros pero este lunes por la noche surgió una nueva boca eruptiva en las cercanías del pueblo de Tacande, en El Paso, lo que ha obligado a ampliar las evacuaciones. Hasta ahora las personas evacuadas de sus viviendas son unas 6.000.
"Por la noche el volcán es un espectáculo, pero por el día es una tragedia", afirma en el Canal 24 Horas Jonás Pérez, un vecino de La Palma que ha tenido que ser desalojado debido a la erupción y al que le consta que la lava está causando muchos destrozos, no solo en viviendas sino también en terrenos de cultivo. Los riesgos han tenido que ser paralizados y los accesos a algunas zonas agrículas plataneras están cortados.
"Las fincas están ahí de la mano de Dios y está cayendo ceniza caliente sobre ellas", explica Jonás, quien expresa su dolor por saber que "gente que trabajó muy duro va a perderlo todo absolutamente".
"No sé si lo he perdido todo"
La desolación de los vecinos del barrio de Los Campitos también es enorme. Se encuentran lejos de sus casas, tras haber sido evacuados, y muchos no saben aún cómo ha podido afectar la erupción a sus pertenencias.
"No sé si lo he perdido todo", dice Jeni, una mujer que se está alojando en casa de su hermana junto a sus hijos y que ve desde lejos cómo el humo envuelve la superficie que ocupa su barrio. Tuvieron que salir de allí con lo puesto y aún no ha podido averiguar cuál es el estado de su vivienda. Si ha sido consumida por la lava, como se teme, no sabe qué será de sus vidas porque no tienen, lamenta, "nada más".
Ahora lo que toca es sacar fuerza para seguir adelante con la mirada puesta en los movimientos del volcán y en el viento, ya que si cambia de dirección quizá también tengan que abandonar la casa en la que se alojan actualmente.
Junto a Jeni y frente a las cámaras de La Hora de La 1, de TVE, se encuentra también Ángeles, la directora del colegio Los Campitos.
“No podemos decir oficialmente que el colegio esté derrudio, pero lo intuimos“
"No podemos decir oficialmente que el colegio esté derruido, pero lo intuimos. Y, aunque no lo estuviera, quedaría en medio de la lava", lamenta Ángeles, quien indica que a ese pequeño centro educativo acudían cada día 23 niños con edades comprendidas entre los 3 y los 12 años.
Los hijos de Jeni forman parte de su alumnado y están muy tristes, cuenta su madre, porque saben que algunos de sus amigos han perdido sus casas.
"Quiero decirle a mis niños y a mis niñas que aquí estamos y que seguiremos para adelante unidos, que siempre habrá un futuro", dice la directora del colegio, con la voz quebrada por la emoción. También ella ha perdido una de las dos viviendas que tiene en la isla.