El arco de Jamete de la catedral de Cuenca entra en la "lista roja del patrimonio"
- La Asociación Hispania Nostra alerta de su imparable proceso de salinización
- La catedral guarda los casetones caídos a la espera de su recolocación
El arco de Jamete de la Catedral de Cuenca acaba de ser incluido en laLista Roja del Patrimonio que elabora la Asociación Hispania Nostra. Según la entidad, este espacio del siglo XVI corre el riesgo de desaparecer si no se actúa de inmediato sobre su imparable proceso de salinización. La humedad de los pétreos ya ha provocado que pierda parte de su forma.
Un derrumbe, el origen del declive
Todo comenzó en 1902, año en el que la Torre del Giraldo de la Catedral se derrumbó y destruyó la techumbre del Arco de Jamete. “Durante 15 años el este arco renacentista estuvo a la intemperie, a merced de las inclemencias del tiempo”, explica Miguel Ángel Albares, director del templo. Por lo que, “es realmente un milagro que todavía quede algo de este arco".
“Es realmente un milagro que todavía quede algo de este arco“
Desde aquel entonces, y a pesar de su restauración en 1996, el proceso salinización continúa borrando los relieves que talló Esteban Jamete. “El problema de las sales en los pétreos es que va desintegrándose milímetro a milímetro desde las partes más superficiales a las más profundas”, lamenta Miguel Ángel.
Estudio con la Universidad de Castilla-La Mancha
Con ayuda de la Universidad Politécnica de la región, la catedral mide cada 15 minutos la temperatura y la humedad del arco. Lo hacen a través de unos sensores instalados por las diferentes estructuras del espacio que mandan los datos a un ordenador. Así pueden comprobar la evolución de las condiciones ambientales.
Además, a la altura del suelo, unos plásticos recogen todos los desprendimientos, partículas y sales que caen del arco. Restos que se recogen de mes en mes “para pesarlos y analizarlos químicamente. Así sabremos cuál es el deterioro y a qué es debido”, explica el director de la Catedral.
A la espera de su reconstrucción
“Los guardamos aquí con el deseo de que algún día puedan regresar a su lugar“
Con el derrumbe de 1902, los casetones de la cúpula cayeron al suelo. Desde ese entonces, permanecieron amontonados en un jardín que bordea la catedral. Fue hace solo 5 años cuando Miguel Ángel Albares decidió recuperarlos y exponerlos en el Patio de la Limosna para que todos los visitantes pudieran disfrutar de ellos, aunque no sea en su lugar original.
“Los casetones son grandes obras de arte que incluyen personajes del Antiguo Testamento. Por eso, no podíamos dejar que siguieran desgastándose a la intemperie”, defiende Albares. “Los guardamos aquí con el deseo de que algún día puedan regresar a su lugar”.
Una proyecto costoso
La restauración del arco de Jamete supone un coste que excede las posibilidades de la catedral. Por lo tanto, su director solo ve una solución: “soñamos con que todas las instituciones se unan para pedir al Ministerio de Cultura que llegue en Plan de Catedrales. Sólo así podremos restaurar este arco de 1546 y solventaríamos los problemas estructurales que sufre esta catedral gótica".