La detención de Puigdemont sacude la mesa de diálogo y pone en un aprieto a ERC
- Desde el Gobierno descartan que vaya a afectar al diálogo, pero Aragonès responde: "No ayuda a resolver el conflicto"
- Los expertos ven un "coste político" en la mesa y un "desgaste" que será mayor si Puigdemont es extraditado
Hace poco más de una semana, el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y el catalán, Pere Aragonès, chocaban puños ante las cámaras en una imagen de acercamiento simbólico previa a la reunión de la mesa de diálogo sobre Cataluña entre el Gobierno y la Generalitat. Pero ahora, la detención del ‘expresident’ Carles Puigdemont ha avivado la indignación independentista frente a lo que tildan de "represión", también en la calle, y ha enfrentado aún más las posturas entre el Gobierno y el Govern. En este contexto, el principal aprieto según los politólogos es para ERC, único partido soberanista partidario del diálogo con el Estado y socio clave para el Gobierno de Pedro Sánchez.
A nadie implicado en esta mesa le ha pasado desapercibido el efecto que la detención de Puigdemont pueda tener en ella. El mismo Sánchez ha subrayado desde La Palma que “hoy más que nunca” el diálogo es “la única vía” para que los catalanes “puedan reencontrarse” entre ellos y con el resto de los españoles. Y Aragonès también ha hablado del diálogo, pero para decir que la detención "no ayuda" al mismo y para exigir la libertad inmediata de Puigdemont y la retirada de las euro órdenes.
Fuentes del Gobierno a TVE descartan que la detención de Puigdemont pueda afectar al diálogo con la Generalitat ni tampoco al apoyo de ERC para cuestiones tan clave como los Presupuestos, que el Ejecutivo está negociando estos días. "No tiene ningún sentido que, cuando estamos tratando de hacer unos presupuestos mejores, que ayuden a la recuperación económica, alguien pueda poner el foco en una situación personal" como la del expresidente catalán, ha dicho también la ministra de Defensa, Margarita Robles.
La directora de la Escuela de Gobierno de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y experta en Ciencias Políticas, Paloma Román Marugán, no ve riesgo en la negociación de los Presupuestos, sobre todo cuando el detenido es "Puigdemont y no Junqueras, que sería otro caso y más grave para Esquerra". Sin embargo, sí está convencida de que esta situación “va a afectar bastante al escenario que rodea la mesa de diálogo”, ya que proporciona “munición política” para “presionar a los protagonistas” de la misma.
Dentro del propio Gobierno de coalición hay posturas diferentes respecto a la detención. Si bien para Sánchez el ‘expresident’ debe “comparecer y someterse a la justicia”, el líder de Unidas Podemos en el Congreso, Jaume Asens, ha tildado la detención de “incomprensible” e “ilegal” puesto que, dice, se basa en “una orden de detención judicial suspendida”. Posteriormente, la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, ha rebajado el tono y ha se ha limitado a recalcar que el Ejecutivo apuesta por el diálogo frente a la "judicialización".
Para el politólogo y profesor de la universidad Carlos III de Madrid Pablo Simón, la parte socialista del Gobierno “tiene que ponerse de perfil” ante la detención y la actuación de la justicia, algo que contrasta con sus socios de Unidas Podemos, que se “alinean” con ERC y Junts.
Aragonès: la detención “no ayuda” al “diálogo”
Pero en la parte catalana la presión cae, sobre todo, sobre ERC, que si bien celebró en su momento el “gesto” del Gobierno de los indultos a los presos del ‘procés’, ahora “se ve obligado a la gesticulación” dentro del campo independentista y a “mantener un perfil cercano a Junts para denunciar la situación de Puigdemont”, sostiene Simón.
El ‘president’ lanzaba tras la detención esta advertencia al Gobierno antes de viajar a Cerdeña para apoyar a Puigdemont: “Es evidente que estos hechos no ayudan al proceso de resolución del conflicto político” ni a generar “las condiciones” para el diálogo. Por ello, ha advertido que “el primer paso es que acabe la represión” pasa por la libertad de Puigdemont y la retirada de las euro órdenes de detención. “Amnistía y autodeterminación, esa es la única solución posible” para Cataluña, insistió.
Lo ha dicho en una rueda de prensa acompañado por todos sus consellers (de ERC y Junts), en una imagen que buscaba dejar atrás las diferencias que habían rodeado a la mesa de diálogo. Su comparecencia se produjo después de una reunión de urgencia de todo el Govern para analizar la situación.
Y al igual que Aragonès, el líder de ERC, Oriol Junqueras, uno de los indultados del ‘procés’, ha mantenido “su compromiso con la voluntad de negociar” con el Gobierno, pero reconoció en una entrevista en La Sexta que el ambiente tras lo ocurrido no es el adecuado.
ERC se ha sumado desde el primer momento a las condenas contra la detención de Puigdemont y a las manifestaciones convocadas. Desde Junts, el exconseller huido Toni Comín ha dicho que no hay fisuras en la unidad independentista.
Junts: “El tiempo nos da la razón, la mesa de diálogo no sirve”
Pero sus JxCat insiste en rechazar el diálogo. Así de contundente se ha mostrado el vicepresidente del Govern, Jordi Puigneró (JxCat): “El tiempo nos está dando la razón con la mesa de diálogo. No sirve para resolver la represión” ni el conflicto catalán.
Su partido, que aceptó la mesa catalana a regañadientes en su acuerdo de gobierno con ERC, intentó “torpedear” la primera reunión de la semana pasada, a la que no asistió tras el veto de Aragonès a que participaran dos indultados del ‘procès y su portavoz parlamentaria (todos ajenos al Govern).
La vicepresidenta de Junts, Elsa Artadi, ha reprochado al Gobierno lo ocurrido y ha dicho que “no puede lavarse las manos”. E incluso los abogados de Puigdemont se han preguntado en una rueda de prensa cómo se puede negociar con un Estado que “vulnera de forma sistemática y descarada el Estado de Derecho y el Derecho europeo”.
El impacto será mayor si Puigdemont es entregado a España
Pero el impacto que pueda tener la detención de Puigdemont, recalca Simón, se presenta como “dos escenarios distintos” en función de si Puigdemont acaba siendo entregado a España o si no.
En caso negativo, “el escenario desaparecerá rápidamente después de ser puesto en libertad, siempre que no se realice la extradición”, asegura. Pero, si Puigdemont acaba llegando a España y es juzgado en el Supremo, “aumentan los costes del proceso de negociación de la mesa”. Sobre todo, añade, en lo que respecta a ERC y dentro de un Govern que “de facto está roto”, ya que el único punto que tienen en común los republicanos y los ‘postconvergentes’ es la independencia, pero ni siquiera las formas de conseguirla.
En este caso, el “desgaste” de la mesa será mayor, sostiene, pero aún así descarta que “ninguno de los actores fundamentales”, PSOE y ERC, se vayan a “mover del gran plan”, ya que “ERC ha invertido muchísimo capital político en abrir procesos de negociación y el PSOE apuesta por Esquerra como socio estratégico tanto para esta legislatura como para las que están por venir”, zanja.