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Los objetivos de Casado en la Convención del PP: reforzar su liderazgo y aunar al centro-derecha en un proyecto "único"

  • Durará siete días y contará con la presencia de todos los pesos fuertes del partido, ofreciendo una imagen de "unidad"
  • El rearme ideológico y el refuerzo del liderazgo de Casado son los principales objetivos de la cita

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Casado presenta su alternativa de gobierno en la Convención del PP y reivindica el legado de Rajoy

El PP celebra esta semana su Convención Nacional y su líder, Pablo Casado, llega a ella con la convicción de que será el próximo presidente del Gobierno. Casado busca rearmar ideológicamente al partido y postularse como la alternativa a Pedro Sánchez con un proyecto “único” y “coherente” que permita seducir a los votantes de Vox y Ciudadanos, cerrando así la fractura en el centro-derecha que tanto ha lastrado a su partido y a su liderazgo. Durante siete días, el líder ‘popular’ buscará ofrecer también una imagen de “unidad” en el PP, que ha quedado tocada en cierta medida por el pulso durante las últimas semanas de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, con la dirección nacional.

El Partido Popular ha montado una macroconvención itinerante con la que convencer a la sociedad de que el partido que "gana las elecciones", "recupera la economía del país" y "combate al nacionalismo" está de vuelta y con un liderazgo incontestable de Pablo Casado. Serán siete días con seis localizaciones: Santiago de Compostela, Valladolid, Madrid, Sevilla, Cartagena y Valencia, donde cerrará los últimos dos días. Será un cierre por todo lo alto, con unos 8.000 asistentes según calcula el partido, con todos sus dirigentes y todos los presidentes autonómicos para dar una imagen de fuerza y unidad.

Casado ha abierto este lunes la convención acompañado del expresidente del Gobierno Mariano Rajoy en Santiago, desde donde ha reivindicado el “legado” del expresidente, especialmente en materia económica, y ambos han postulado al Partido Popular como el ‘salvador’ de las crisis que agrava a su juicio el PSOE.

Pero Rajoy es solo el primero de una larga lista. Casado se rodeará durante todos estos días del también expresidente José María Aznar, y de una docena de líderes internacionales entre los que destacan el expresidente francés Nicolas Sarkozy, el Presidente del PP europeo y expresidente del Consejo Europeo Donald Tusk, o el líder opositor venezolano Leopoldo López. Y la apuesta incluye a su vez la presencia de importantes intelectuales como el Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, o el historiador y catedrático Manuel Álvarez Tardío.

No estará el exlíder de Cs, Albert Rivera, como se llegó a especular. Pero entre los ponentes de la Convención Nacional destacan dos por la vinculación que tuvieron anteriormente con otros partidos. Así, el PP cuenta con el exportavoz de Ciudadanos Juan Carlos Girauta, y el expresidente del PP catalán y expresidente de Vox, Alejo Vidal-Quadras, que estarán en una mesa en Valladolid el martes para hablar sobre unidad nacional y estado autonómico frente al nacionalismo.

Aglutinar al “centro-derecha” con un proyecto “coherente”

Y es que Casado siempre se ha propuesto ser la “casa” del centro-derecha español y ese es uno de sus grandes retos desde que es presidente del PP. La fuga de votos en las generales de 2019 le llevaron al descalabro electoral de 66 diputados, el peor resultado de su historia. Y aunque unos meses mas tarde, en noviembre, se recuperó hasta los 89 escaños y Cs se hundió en el Congreso, el partido de Santiago Abascal (tercero en el Parlamento español) sigue amenazando con fuerza el terreno electoral de los ‘populares’.

“Casado está buscando marcar un enfoque ideológico que seduzca también a los votantes de Vox y de Ciudadanos. Podríamos decir que esta convención es una refundación ideológica del PP tal y como hizo Aznar cuando refundó Alianza Popular”, señala a RTVE.es el politólogo y profesor de la Universidad de Barcelona Jesús Palomar.

Si quiere ser alternativa de Gobierno, tiene que ser coherente porque ha ido a la deriva

Precisamente, porque cree que “lo que le ha faltado al PP” de Casado ha sido “coherencia”: “Ha ido a la deriva, navegando sin rumbo en función de lo que le marcaba Vox y ha sido maleable en función de las elecciones”, prosigue el experto, quien añade que el PP ha sido distinto también en función del “territorio”, algo que, dice, le ha pasado factura en las generales. “Si el PP quiere ser alternativa de gobierno, debe tener un discurso coherente que sea estable y que convenza a la sociedad”, sentencia.

En sus tres años al frente del PP, Casado ha ido virando de estrategia respecto a Vox. En ocasiones ha apostado más por el centro político y por romper con el partido de Santiago Abascal, como ocurrió durante la moción de censura al Gobierno de Sánchez en 2020. Pero otras veces su discurso se ha endurecido y se ha asemejado más al del líder de Vox. Precisamente, los ‘populares’ han necesitado el apoyo de Vox en varios territorios, como en Madrid, Murcia y Andalucía.

El problema del PP es que está muy lejos de hace diez años, cuando aglutinaba las sensibilidades de la derecha

Para la experta en Ciencias Políticas y directora de la Escuela de Gobierno de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Paloma Román Marugán, la inclusión de dos personas que antes formaron parte de Cs y Vox es un “golpe de efecto” para captar a los votantes de esos partidos y demostrar que pueden verse representados en el PP: "El gran problema del PP es que está muy lejos del de hace diez años, que aglutinaba muy distintas sensibilidades de la derecha”.

Y mientras que para Palomar, el nuevo PP que salga de la convención será un proyecto “único” y con “personalidad definida”, Román considera que “lo que va a presentar Casado es fundamentalmente un proyecto equidistante con Vox”, que le sigue “preocupando mucho” (no así Ciudadanos, dice, que está “fuera de combate”): “Va a ser un punto intermedio entre no intentar atacar mucho a Vox y pactar o negociar con ellos cuando haga falta”.

Un liderazgo reforzado y una imagen de “unidad”, también con Ayuso

Ambos expertos coinciden en que lo que busca por encima de todo Casado en esta convención es “afianzar su liderazgo interno y externo”. Interno, para imponerse dentro del partido frente versos libres como el que representa la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, y, externo, para “plantear a la sociedad un proyecto alternativo que sea creíble”.

“Ayuso es una sombra para el liderazgo de Casado, eso es indudable”, señala Román Marugán, quien incide en que mientras que ella “ganó las elecciones, Casado todavía no ha ganado ninguna”. La experta plantea la situación de una forma similar a la que vivió el expresidente Rajoy con la expresidenta madrileña Esperanza Aguirre. “Casado tendrá que jugar muy bien las cartas de Ayuso, porque fue su apuesta personal, la eligió como candidata del PP para la Comunidad de Madrid”.

Desde la campaña electoral del 4M en Madrid, Ayuso se ha postulado como la principal opositora al Gobierno de Pedro Sánchez, más incluso que al PSOE de la Comunidad. Y su posición en el PP se vio reforzada con la mayoría casi absoluta que cosechó en las autonómicas (solo superada en la actualidad por la de Alberto Núñez Feijóo en Galicia).

Pero la ‘lideresa’ madrileña no solo ha copado protagonismo en el PP, sino que ha mantenido un pulso en las últimas semanas con la dirección nacional. Especialmente, desde que se postuló para presidir el Partido Popular madrileño y de que el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, abriera la puerta a hacerlo también.

Casado eludió mostrarle su apoyo y se mantuvo equidistante entre Ayuso y Almeida, pese a que este último no había confirmado que quería concurrir. Ayuso pidió sin éxito adelantar el congreso regional del PP, donde espera ser designada presidenta del partido madrileño, y se especuló con la posibilidad de que no participara en la Convención Nacional, aunque finalmente estará presente el último día en Valencia.

Ayuso no está sola, tiene el apoyo del sector de Aguirre y de Aznar

Su presencia en la cita forma parte de “una puesta en escena de unidad”, ya que ella “será una más del grupo ‘popular’ sin generar estridencias” y esto es “simbólicamente importante”, recalca Román Marugán.

Pero Palomar ve en Ayuso una clara aspiración a ascender a nivel nacional, algo que no cree que sea una amenaza a “corto plazo”, pero sí “a medio plazo si no hay un buen resultado electoral en las próximas generales”. “Probablemente Ayuso quiera dar el salto a liderar el PP nacional diciendo: tú no lo has conseguido, ahora me toca a mí conseguirlo”. Y cree que por ello es para la presidenta madrileña ser también la presidenta del PP de Madrid.

Y Román Marugán coincide: “Ayuso no está sola, tiene el apoyo del sector de Esperanza Aguirre y de Aznar, que aunque dentro del partido actual no tengan tanto peso, sí tienen su público, su impacto y su influencia”, concluye. Ayuso, por ahora, ha dejado claro, sin embargo, que su única aspiración está en la Comunidad de Madrid.