Quién gana y quién pierde en Alemania: claves de los resultados de las elecciones
- Los socialdemócratas ganan por la mínima a los conservadores, que sacan el peor resultado de su historia
- Resultados de las elecciones alemanas de 2021
Los resultados de las elecciones en Alemania han confirmado los sondeos previos. Los socialdemócratas del SPD ganaron a los democristianos de la unión CDU/CSU por un estrecho margen, 25,7 % frente al 24,1 % de los votos. Con menos de dos puntos de diferencia, el candidato Olaf Scholz reclama el derecho a formar gobierno y sustituir a la canciller Angela Merkel, pero su rival conservador, Armin Laschet, también se ve capaz de formar una mayoría viable, compitiendo por los mismos socios.
A continuación, repasamos las claves inmediatas que han dejado los resultados de las elecciones en Alemania, aún provisionales, difundidos por la Oficina Federal de Recuento.
Subida de SPD y Verdes, derrumbe de la CDU
El SPD, liderado por Olaf Scholz, obtiene el 25,7 % de los votos, 5,2 puntos más que en las elecciones de 2017, mientras que la CDU/CSU de Armin Laschet pierde un 8,8 % con respecto a los comicios precedentes y se hunde al peor resultado de su historia.
El candidato Armin Laschet ha pagado caros los errores de la campaña, donde se vio lastrado en los sondeos, así como ser visto desde su designación como un 'plan B' para suceder a Merkel, tras la renuncia de la líder de la CDU, Annegret Kramp-Karrenbauer, elegida en julio de 2019 para tomar el relevo de la actual canciller interina. La apuesta continuista por un centrista como Laschet ha resultado fallida.
Pero la mayor subida la protagonizan los Verdes, que crecen casi seis puntos y disparan su representación, de 67 a 118 diputados. Compensan así la importante caída de La Izquierda (Die Linke), que a punto ha estado de perder su representación al caer más de cuatro puntos de los 9,2 que tenía -al final la salva con 39 diputados-.
También ha subido 3,5 puntos porcentuales el apoyo a otras formaciones que al final no entran en la Cámara baja, a excepción de la pequeña Asociación de Votantes del Schleswig Meridional (SSW, en sus siglas en alemán), que entran con un diputado con apenas 55.000 papeletas. No había un ‘outsider’ de este tipo en el Bundestag desde 1957.
El SPD gana, pero no significa que gobierne
En una democracia parlamentaria como la alemana liderar el gobierno no corresponde a quien queda primero, sino a quien suma la mayoría. Y tanto el SPD como la CDU tienen opciones -y dificultades parecidas- para formar un tripartito, probablemente con Verdes y liberales como socios.
Scholz ha señalado que si la distancia entre SPD y CDU no es muy grande, la tendencia es más elocuente. El bloque conservador ha perdido más de cuatro millones de votos, mientras que los socialdemócratas han ganado 2,4 millones respecto a las anteriores elecciones. Por su parte, Armin Laschet recordaba antes del escrutinio que el SPD formó gobierno en dos ocasiones sin ser la fuerza más votada, y ahora el candidato democristiano afirma que está dispuesto a hacer lo mismo.
Las combinaciones posibles son varias y las negociaciones podrían prolongarse meses, como pasó en 2017, lo que mantendrá a Angela Merkel como canciller interina mientras se alcanza un acuerdo.
Por primera vez, el bipartidismo no llega a la mitad de los votos
Paradojas del sistema electoral alemán, pese a su búsqueda de la proporcionalidad. Por primera vez en los últimos 70 años, CDU y SPD, los partidos que se han alternado en el poder en Alemania, no llegan al 50 % de los votos. Sin embargo, si quisieran reeditar la gran coalición con la que han gobernado en los últimos años, las cuentas sí darían, puesto que ambos suman 402 escaños, por encima de los 368 necesarios para la mayoría absoluta.
Si llegara a producirse esta nueva gran coalición, sería más fruto del fracaso en las negociaciones que de la voluntad de los electores, que llevan tres décadas "desinflando" y fragmentando el poder bipartidista en el Bundestag. Los ciudadanos alemanes han decidido dar más poder a los partidos pequeños y, ahora, en todos los pactos posibles, tanto Verdes como liberales, con sus diferentes agendas políticas, tendrán un peso importante. Salvo sorpresa mayúscula, Alemania se gobernará a tres.
Ganadores y perdedores, por partido
SPD. Los socialdemócratas, que en 2017 solo fueron el partido más votado en el pequeño estado de Bremen, ahora son la primera fuerza en 12 Länder, arrebatados todos a la CDU. Con la candidatura de Scholz, vicecanciller y ministro de Finanzas, han logrado ganar; y sin embargo, sus cifras no son arrebatadoras. El 25,7 % de votos en estas elecciones es el mismo que cosechó el SPD en 2013 y está lejos muy lejos del 38-40 % con el que Gerhard Schröder fue el último canciller de los socialdemócratas.
No obstante, el SPD, el partido más antiguo de Alemania, se recupera y ello ocurre en un momento de avance a escala europea. Con la victoria de los laboristas en Noruega, los países nórdicos -Finlandia, Suecia y Dinamarca, a expensas de la coalición que se decida en Islandia, donde se votó el domingo- están gobernados de nuevo por esta familia política.
CDU/CSU. Derrota sin concesiones en las urnas, aunque está por ver el desenlace. El peor resultado de la historia para los conservadores, han recibido 4,1 millones de votos menos que en 2017. De estos, se habrían trasvasado 1,36 millones de votos a los socialdemócratas -votantes que habrían preferido al vicecanciller de Merkel antes que al líder designado por el partido- y otros 900.000 se habrían ido a los Verdes, según los cálculos de la cadena ARD a partir de sondeos.
Laschet ha perdido casi el 30 % de los apoyos recibidos por Merkel en los últimos comicios y solo ha conseguido ser el partido más votado en dos estados al sur del país: Baviera (feudo de la formación aliada, la CSU, que ha perdido seis puntos) y Baden-Württemberg (donde ha bajado diez puntos respecto a los últimos comicios).
LOS VERDES Y FDP. Los ecologistas y los liberales tienen la llave de la gobernabilidad. Como tercera y cuarta fuerza política, respectivamente, son el ingrediente necesario en las principales coaliciones que entran en juego a partir de ahora.
La formación ecologista obtuvo el mejor resultado de su historia, con un 14,8 %, un ascenso de 5,9 puntos respecto a 2017. Han experimentado el mayor crecimiento, a costa del rendimiento electoral de los democristianos y de La Izquierda, según los sondeos, con casi 2,7 millones de votos más que hace cuatro años, un crecimiento superior a los 2,4 millones que ha subido el SPD.
Por su parte, el FDP, en pugna por la cuarta posición con la extrema derecha en los sondeos, logró incrementar su apoyo hasta el 11,5 % y sumar 317.000 papeletas más, y se habría beneficiado de 150.000 votos de la AfD, aunque mayor sería el trasvase procedente de votantes que abandonaron a la CDU (440.000), según los datos difundidos por la televisión pública ARD.
AfD. La ultraderecha pierde peso en conjunto, con 83 escaños, 11 menos que en el anterior Bundestag. No obstante, se declara satisfecha por mantener un suelo estable de votos, con 4,8 millones de papeletas en el voto a partidos, un 10,3 % del total. Además, han sido el partido más votado en dos Länder: Sajonia (donde ya lo fueron en 2017) y Turingia, ambos estados de la extinta RDA.
La extrema derecha dejará de ser el tercer grupo parlamentario para convertirse en el quinto, tras ser superada claramente por Los Verdes y ligeramente por el Partido Liberal (FDP). Descartada AfD por el resto de partidos para ningún pacto de gobierno, pasan inevitablemente a la oposición.
LA IZQUIERDA. El partido Die Linke, que había reconocido sufrir un descalabro si no alcanzaba el 5 % de los votos que les daban los sondeos, se quedaron finalmente por debajo (4,9 %), pero han salvado su representación gracias a los tres diputados que consiguieron en la elección directa. Sin embargo, y pese al aumento del número de asientos en el Bundestag, se dejan más del 40 % de los escaños que tenían. La formación postcomunista, ahora con solo 30 diputados de un total de 735, pierde casi toda su influencia en la composición del nuevo Gobierno y sus electores habrían preferido las papeletas del SPD y Los Verdes.
Participación: sube ligeramente con récord de voto por correo
Finalmente, el 76,6 % de los 61,1 millones de alemanes llamados a las urnas ejercieron su voto. Son cuatro décimas más que en los últimos comicios legislativos de 2017 y un punto menos que en las elecciones de 2005 que significaron el último cambio de manos en la cancillería.
La participación por correo fue del 43 %, récord en la historia del país, un hito que sin duda tiene que ver con la precaución de los electores de evitar los colegios electorales a causa de la pandemia de COVID-19, como ha ocurrido en los comicios de otros países en el último año y medio.