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Francia

Sarkozy, condenado a un año de prisión por financiación ilegal

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El expresidente Sarkozy, otra vez condenado a cárcel

El expresidente francés Nicolas Sarkozy ha sido declarado culpable de financiación ilegal de su campaña de 2012, siete meses después de haber sido condenado por corrupción y tráfico de influencias en otro caso.

Sarkozy ha sido condenado a un año de prisión, que podrá cumplir en arresto domiciliario con un brazalete electrónico.

Varias personas de su entorno han sido también condenadas y sentenciadas a multas y penas que ascienden a los tres años y medio.

La condena se produce tan solo un día después de la participación del expresidente en la Convención Nacional del Partido Popular en Madrid, en la que expresó su apoyo al líder del PP, Pablo Casado.

Financiación ilegal de la campaña de 2012

El Tribunal considera que el jefe del Estado francés entre 2007 y 2012 se benefició de un sistema de doble contabilidad puesto en marcha para poder superar los límites de gasto impuestos por la ley francesa.

Su partido, el conservador Unión por un Movimiento Popular, gastó casi el doble de los 22,5 millones permitidos por la ley electoral en la campaña, y después contrató a una agencia de eventos, Bygmalion, para ocultar el coste. Por eso el caso es conocido en Francia como el "affaire Bygmalion".

El Tribunal entiende que el candidato no podía ignorar haber superado los gastos de la campaña dada su experiencia electoral y que, además, había sido advertido por escrito de ello en dos ocasiones.

Pese a ello, señala la sentencia, prosiguió con el elevado ritmo de la campaña, a base de un mitin por día con grandes medios financieros y "omitió de forma voluntaria cualquier control sobre las cuentas que tenía que declarar y certificar como exactas".

Sarkozy niega haber cometido ningún delito y aseguró en su declaración que no había estado involucrado ni en la logística ni en la financiación de la campaña. Su abogado, Thierry Herzog, ya ha anunciado que va a recurrir, lo que paralizará la ejecución de la pena.

Este nuevo revés judicial se produce siete meses después de que Sarkozy fuera condenado en primera instancia a tres años de cárcel, dos de ellos exentos de cumplimiento y el otro en arresto domiciliario, por corrupción y tráfico de influencias. El expresidente aún no ha cumplido ninguna de estas penas, que están pendientes de sus recursos.