Pedro Cano acerca su arte a los más pequeños
- Ha compartido su pintura con aprendices de diferentes países
- Un encuentro en Blanca
Uno de los pintores murcianos más internacionales, Pedro Cano, ha estado estas últimas semanas compartiendo su pintura y pinceles con aprendices de diferentes países, además de con los más pequeños, quienes han vivido unos días de experiencia bajo su supervisión.
“Si lo que uno tiene no lo da a los demás es un error, es tristísimo. Lo bonito es que llegue a más gente”, asegura el artista murciano.
Su enorme poder de atracción, casi mesiánico, ha elevado sus enseñanzas a la categoría de revelación, porque todos sus discípulos quieren pintar como el maestro Pedro Cano.
“Estar junto a Pedro y aprender de Pedro es un privilegio“
“Las instrucciones que da me sirven para usar unos colores sí y otros no”. “Estar junto a Pedro y aprender de Pedro es un privilegio”, señalan los participantes.
Una pintura, la de Pedro Cano, que siempre ha intentado tener la misma caligrafía, que estas últimas semanas ha compartido con aficionados y amantes de la pintura.
Pedro es un artista autodidacta
Pedro Cano nació el 10 de agosto de 1944 en Blanca y siendo un niño, con tan sólo 11 años, comenzó a pintar al óleo de forma autodidacta. Ya de joven, en 1965, ingresó en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid y en 1969 obtiene una beca de pintura de paisaje del Ministerio de Asuntos Exteriores para la Academia Española de Bellas Artes en Roma, donde se quedará a vivir.
Fruto de un viaje por América Latina expuso un ciclo pictórico en Milán, Bolzano y Salzburgo. En 1984 se trasladó a Nueva York, donde residió durante cinco años en el East Village. En 1972 realizó su primera exposición individual en la Galería Zero de Murcia. A partir de ese momento han sido sucesivas las exposiciones en la región. Una de las reseñables fue en 2002, en el Palacio del Almudí, titulada 'Secuencias'.
En 1971 Pedro Cano ganó la medalla de oro en la Bienal de Pintura y Escultura de Florencia y un año después recibió la medalla de oro en la Bienal de Artes Gráficas de Florencia. En el 2001 fue nombrado académico de número de la Real Academia de Bellas Artes de Santa María de La Arrixaca, de Murcia.