Enlaces accesibilidad
Elecciones locales

El centroizquierda italiano se consolida en las grandes ciudades y derrota a Salvini y Meloni

  • La alianza progresista gana en Milán y Nápoles mientra la derecha aspira a conquistar Roma
  • Unos doce millones de italianos estaban llamados a las urnas para renovar los ayuntamientos de 1.192 municipios

Por
El secretario del Partido Democrático Enrico Letta celebra los resultados
El secretario del Partido Democrático Enrico Letta celebra los resultados

El centroizquierda ha logrado conservar este lunes los ayuntamientos de importantes ciudades italianas como Milán o Nápoles, echando por tierra las aspiraciones del bloque de derecha, mientras que Turín y Roma requerirán una segunda vuelta, según las proyecciones de los primeros datos escrutados de las elecciones locales.

"Hemos demostrado que se puede vencer a la derecha", ha celebrado el exprimer ministro Enrico Letta, que es desde el pasado marzo nuevo líder del Partido Demócrata (PD), la mayor formación de centroizquierda del país y gran ganadora de los comicios con una coalición progresista.

A falta de conocerse los resultados, debido al siempre lento escrutinio en Italia, las proyecciones apuntan a una clara victoria de la alianza progresista, que en Milán, Nápoles o Bolonia ni siquiera tendría que acudir a una segunda vuelta, fijada en el país para los días 17 y 18 de octubre.

Unos doce millones de italianos estaban llamados a las urnas para renovar los ayuntamientos de 1.192 municipios, en unos comicios con una clara moraleja a escala nacional en los que se ha constatado una baja participación, de solo el 54,69 %, frente al 61,58 % de las pasadas elecciones.

Italia vota para elegir alcaldes en Milán, Roma, Nápoles y Turín

La izquierda se queda en las grandes ciudades

La pugna era entre la coalición derechista, formada por la "berlusconiana" Forza Italia y las ultraderechistas Liga de Matteo Salvini y Hermanos de Italia de Giorgia Meloni, y la de centroizquierda liderada por el Partido Demócrata (PD), y a veces integrada también por el Movimiento Cinco Estrellas (M5S). Y la segunda opción ha sido la preferida en muchos casos.

En Milán, el actual alcalde, Giuseppe Sala, revalidará el cargo con el 55 % de los votos con el 11 % escrutado, tras años como paladín de los derechos civiles y de la acogida en la capital de la próspera e industrial Lombardía, feudo histórico de la Liga.

Los líderes ultraderechistas italianos Matteo Salvini, de la Liga, y Giorgia Meloni, de Hermanos de Italia, han restado importancia al triunfo del centroizquierda en las elecciones municipales y han expresado su deseo de seguir en coalición. "La partida sigue abierta y queda Roma", ha señalado Meloni en una rueda de prensa.

En el caso de Turín (noroeste), una de las primeras conquistas del Cinco Estrellas cuando era un partido anticasta, habrá una segunda vuelta entre el candidato progresista Stefano Lo Russo, a la cabeza con el 42 %, y el de la derecha, Paolo Damilano (39,7 %) con el 25 % escrutado.

La derecha podría reconquistar Roma

La pugna más ajustada tendrá lugar en la capital italiana, donde se necesitará un segundo duelo entre los candidatos más apoyados: el economista y exministro Roberto Gualtieri, de la izquierda, y la apuesta de la derecha, el abogado Enrico Michetti.

Las proyecciones indican una leve ventaja de este último sobre Gualtieri, pero este podría tenerlo más fácil en la segunda vuelta llevándose el apoyo del resto de candidatos descartados.

España a las 8 Fin de semana - El M5S se la juega en las elecciones municipales italianas

Las elecciones han marcado el fin de la actual alcaldesa, Virginia Raggi, que en 2016 se convirtió en la primera mujer en llegar al consistorio romano con el M5S y que ha quedado la última. El poder desgasta y en Roma más, como ha podido comprobar ella misma al no ser capaz de solucionar algunos de los problemas de los que adolece la Ciudad Eterna desde hace décadas, como el desastroso transporte público o la pésima gestión de la basura.

La alianza entre la izquierda y el M5S funciona

Uno de los aspectos más interesantes de estos comicios era testar la sufrida alianza entre el Partido Demócrata y el Cinco Estrellas, dos partidos enfrentados en el pasado y que han unido fuerzas contra la derecha tras gobernar el país juntos hasta hace ocho meses. Y el resultado ha sido victorioso.

En Nápoles (sur), el exministro de Universidades Gaetano Manfredi será el nuevo alcalde sin necesidad de una segunda vuelta, apoyado por una amplia coalición de centroizquierda con esos dos partidos como principales pilares. Asimismo en Bolonia (norte), la misma fórmula alzará a Matteo Lepore como nuevo alcalde, derrotando sin ambages al candidato derechista, Fabio Battistini.

La unión de ambos partidos ha sido una apuesta de sus líderes: Letta, del PD y que además ha obtenido el acta de diputado por Siena, y otro exprimer ministro, Giuseppe Conte, que ha tomado las riendas del M5S.

Un pulso dentro de la derecha

Con Berlusconi de capa caída, en un segundo plano por su salud y su avanzada edad, el báculo de la derecha podría cambiar de manos: el influjo de Salvini se reduce mientras su socia Meloni emprende el vuelo.

Durante la campaña se han señalado tensiones y desavenencias entre ambos aliados, rápidamente desmentidas por ellos. "No podemos perder tiempo en cuestiones internas", ha insistido Salvini, consciente de la pérdida de fuelle de su coalición.

Las elecciones municipales en Italia, que el año pasado fueron aplazadas por la pandemia, supusieron también una pugna dentro de la coalición de derechas. No obstante, Salvini ha afirmado que, aunque no han logrado llegar a ninguna gran ciudad, tienen unos cincuenta alcaldes más de la Liga en todo el país.

En cualquier caso, la alianza derechista puede alardear de haber conservado la región de Calabria, la "punta de la Bota italiana", que adelantó sus elecciones tras la muerte de la anterior presidenta, Jole Santelli.

En la impredecible política italiana, está por ver si estas elecciones tienen algún efecto en el Gobierno nacional. Los comicios locales sirven para pulsar el nivel de popularidad de los partidos en un momento en el que se especula con un nuevo adelanto electoral si el primer ministro, Mario Draghi, se aparta del Gobierno para suceder en los próximos meses al presidente, Sergio Mattarella. En principio, las parlamentarias no están previstas hasta 2023.