Amenaza de cierre en las centrales nucleares
- La central nuclar de Trillo da trabajo a más de 1.300 personas en Guadalajara
- El 70% de la plantilla vive en los pueblos cercanos
Los habitantes de Trillo y de la zona de influencia de su central nuclear, ven con incertidumbre el futuro del motor económico de la comarca. Las compañías eléctricas amenazaron con el cierre de las centrales nucleares del país, por la subida del precio de la luz. Recientemente, el Gobierno Central ha decidido recortar los beneficios de las empresas eléctricas para reducir el impacto del precio de la factura de la luz en los hogares. El foro argumenta que con la nueva normativa, los reactores serían inviables desde el punto de vista económico financiero por la “excesiva presión fiscal”, unido a los 3.000 millones de euros que los operadores de las plantas tienen previsto invertir hasta el cese de la operación en 2035.
El 70% de la plantilla vive en la comarca
La central nuclear de Trillo, la más moderna de España, genera 1.300 empleos directos e indirectos en Guadalajara. Ante esta amenaza, los vecinos muestran su preocupación. “Mi novio trabaja de seguridad ahí, sería un desastre”, nos dice una vecina preocupada. “El ayuntamiento recibe mucho dinero de la Nuclear que destina a subvenciones a distintas asociaciones o a la escuela rural”, nos confirma otra. Aunque hay otras personas que están a favor de su cierre: “para mí sería un alivio. Es muy peligrosa. Hay otras formas de conseguir y generar energía eléctrica”, afirma un empleado municipal.
“El ayuntamiento recibe mucho dinero de la Nuclear que destina a subvenciones a distintas asociaciones o a la escuela rural“
Hay que tener en cuenta que de los 650 trabajadores que trabajan en la Central, el 70% viven en Trillo o en los pueblos de alrededor. Por lo que el cierre de la planta destruiría mucho empleo de forma directa. “Nosotros estamos confiados, porque una Central Nuclear no se puede cerrar de la noche a la mañana. Además, ya estamos trabajando en alternativas como la construcción por Solaria de una planta fotovoltaica, que será la mayor de toda Europa, o un plan de turismo en conjunto con Brihuega y Torija. Hay que estar preparados para cuando esté cerrada la Central”, nos asegura el alcalde de Cifuentes, Marco Antonio Campos.
Una transición justa
Los pueblos que están cerca de estas plantas nucleares están asociados en la AMAC (Asociación Española de Municipios de Áreas Nucleares). Su presidente, el también alcalde de Yebra, Juan Pedro Sánchez, afirma que en la transición deben estar aglutinadas todas las administraciones, “sean del color político que sean”. Para Sánchez, el país debe ser generoso con estas comarcas que han acogido la energía nuclear. “Es una cuestión de justicia. Hay que hacer planes de desarrollo alternativos. Es muy importante la transición justa. Hay que establecer medidas positivas como abaratar el IRPF. Pero, sobre todo, que se cree el marco adecuado para que las empresas puedan establecerse y vivir en el medio rural”.
Por otra parte, Sánchez recuerda que en los pueblos de influencia de la antigua central José Cabrera, que estaba instalada en Amonacid de Zorita, siguen percibiendo ingresos. En este caso, porque hay un almacén de residuos nucleares de carácter temporal, los conocido ATI. Anualmente ingresan 2 millones de euros por albergar estos residuos.