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Italia

Fuertes enfrentamientos en Roma entre la policía y manifestantes antivacunas

  • Protestaban contra el pasaporte sanitario del coronavirus y la marcha ha contado con la presencia de grupos neofascistas
  • El primer ministro de Italia, Mario Draghi, ha condenado los episodios de violencia que se han registrado en estas marchas

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Policías italianos enfrentándose a varios manifestantes durante una protesta contra el pasaporte sanitario del coronavirus en el centro de Roma el sábado 9 de octubre de 2021.
Policías italianos enfrentándose a varios manifestantes durante una protesta contra el pasaporte sanitario del coronavirus en el centro de Roma el sábado 9 de octubre de 2021.

La policía italiana ha frenado este sábado en Roma una violenta manifestación convocada para protestar contra el pasaporte sanitario del coronavirus y con la presencia de grupos neofascistas, que han lanzado bombas de humo y han asaltado la sede de un sindicato.

Unas 10.000 personas, según los medios locales, se han concentraron en la tarde de este sábado en la romana Plaza del Popolo para protestar contra las restricciones de la pandemia, profiriendo insultos hacia el Gobierno y los periodistas.

Entre los manifestantes había militantes del partido neofascista Forza Nuova, como viene siendo habitual en este tipo de protestas.

Un manifestante dándole una patada a un bote de gas lacrimógeno.

La tensión ha explotado cuando los manifestantes, muchos con el rostro cubierto, han lanzado algunas bombas de humo y petardos hacia la sede del Gobierno, el romano Palacio Chigi, lo que ha provocado la reacción de los agentes antidisturbios desplegados, que han reprimido la marcha y han detenido a algunos de sus participantes.

En el recorrido de la protesta también se ha ocupado momentáneamente la sede del principal sindicato del país, la CGIL, lo que ha suscitado la condena de los principales exponentes políticos italianos.

Draghi condenado los episodios de violencia

El primer ministro de Italia, Mario Draghi, se ha puesto en contacto con el secretario del sindicato, Maurizio Landini, para expresar su solidaridad por el asalto de su sede y ha calificado de "inaceptable" cualquier intimidación contra estas organizaciones, "fundamentales para la democracia".

El ministro de Exteriores, Luigi Di Maio, ha dicho que estos "no son manifestantes sino delincuentes" y ha llamado a "no instrumentalizar" la crisis sanitaria.

A los neofascistas, la CGIL ha respondido: "A ellos les decimos que resistimos entonces y lo haremos una vez más. Pero a todos recordamos que organizaciones que evocan al fascismo deben ser disueltas en respeto de la Constitución, nacida de la lucha de la Liberación".

Manifestaciones similares, aunque de menor envergadura, han tenido lugar en otras ciudades del país, como Milán (norte).

Draghi ha condenado los episodios de violencia que se han registrado en estas marchas y ha recordado que "el derecho a manifestar las propias ideas no puede jamás degenerar en actos de agresión y de intimidación".

Y ha rechazado cualquier marcha atrás en la obligación del pasaporte sanitario: "El Gobierno continúa con su compromiso para seguir la campaña de vacunación contra la COVID-19 y agradece a los millones de italianos que se han sumado a ella por sentido de civismo".