El nuevo Gobierno tunecino toma posesión casi tres meses después del cese del anterior
- Najla Buden Romdhane se convierte en la primera mujer en ocupar el cargo de primera ministra del país
- Restaurar la confianza de los ciudadanos en el Gobierno y luchar contra la corrupción, son sus objetivos
El presidente de Túnez, Kais Saied, ha aprobado este lunes un decreto con el nombramiento del nuevo Gobierno del país, integrado por 23 miembros y encabezado por Najla Buden Romdhane, quien se convierte en la primera mujer en ocupar el cargo de primera ministra del país.
"El presidente, Kais Saied, emite un decreto presidencial nombrando a la jefa del Gobierno y a sus miembros", ha señalado la Presidencia tunecina en un breve mensaje en su cuenta en la red social Twitter. Tras ello se ha celebrado una ceremonia en la que todos ellos han jurado sus cargos. Romdhane ha desvelado durante la jornada un gabinete compuesto por 21 ministros y una secretaria de Estado -con un total de nueve mujeres-, tras más de una semana de conversaciones después de recibir el mandato de parte del propio Saied.
El nuevo Ejecutivo cuenta con Imed Memich al frente de la cartera de Defensa, Taufik Charfedine en Interior, Ozman Yerandi en Exteriores, Laila Jafel en Justicia, Sihem Buqridiri en Finanzas y Samir Saied en Economía, entre las carteras más destacadas.
Asimismo, Malek Zahi ha sido nombrado ministro de Asuntos Sociales, Neyla Nuira Gonji ha sido puesta al frente de Industria, Fadhila Rabhi será ministra de Comercio, Alí Mrabet ocupará la cartera de Sanidad y Fazi Selauti estará al frente de Educación, según ha recogido la emisora tunecina Mosaique FM.
Por otra parte, la cartera de Enseñanza Superior ha sido entregada a Moncef Bujtir, la de Juventud y Deportes ha pasado a manos de Kamel Dgich, la de Transportes estará encabezada por Rabii Myidi, Amel Belhadj estará al frente de Asuntos de la Mujer y Nizar ben Yeni ha sido puesta al frente del Ministerio de Tecnología.
A ellos se suman Sarah Zaafrani como ministra de Equipamiento y Hábitat, Mohamed Rekik en Asuntos de Tierra, Mohamed Aziz ben Hasine en Turismo, Mohamed Chaybi en Asuntos Religiosos y Hayet Guermazi y Asuntos Culturales. Por su parte, Ayda Hamdi será secretaria de Estado para Asuntos Exteriores.
Restaurar la confianza de los ciudadanos y luchar contra la corrupción
La propia Romdhane ha destacado en su discurso inaugural que entre sus principales objetivos estará "restaurar la confianza del ciudadano en el Estado tunecino y de los países extranjeros en el país", así como "luchar contra la corrupción, que se agrava cada día, para devolver la esperanza de un futuro mejor a los tunecinos".
En este sentido, ha hecho hincapié en que su Ejecutivo dará una gran importancia a la reactivación económica y la mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos. "Este Gobierno trabajará en favor de los intereses del país y del pueblo y estará abierto a todas las partes", ha remachado. La toma de posesión ha llegado menos de una semana después de que Saied pidiera a la primera ministra la formación de un Gobierno que dé respuestas a las demandas de la población, al tiempo que destacó que el país hace frente a "un momento histórico".
Tres meses después del cese del anterior Gobierno
La formación del nuevo Ejecutivo llega cerca de tres meses después de que Saied ordenara la suspensión del Parlamento y cesara al primer ministro, Hichem Mechichi, en el marco de una batería de medidas extraordinarias para arrogarse todas las competencias que han desatado denuncias sobre un golpe de Estado en el país.
El presidente tunecino afirmó tras ello que su decisión era una respuesta a las movilizaciones de los días previos contra la gestión de la pandemia, la corrupción y la grave crisis económica y defendió en todo momento que se fundamenta en la Constitución.
Aunque la Constitución de Túnez no permite la disolución del Parlamento, sí avala la suspensión de sus funciones durante un periodo de 30 días. Las acciones posteriores del presidente, con varias prórrogas de estas medidas incluidas, han sido condenadas por el principal partido del país, el islamista Ennahda, que ha reclamado el fin de las medidas excepcionales.