Las últimas casas de Todoque, sepultadas bajo la lava: "Lo hemos perdido todo"
- Este pueblo era un símbolo de resistencia, pero ya ha sucumbido prácticamente por completo al avance de la lava
- Los vecinos piden al Gobierno que no se olvide de ellos, mientras siguen pendientes del viento y el avance de la segunda colada
Todoque, el pequeño pueblo que había resistido durante tres semanas el avance de lava, ha sucumbido finalmente a la erupción del volcán de Cumbre Vieja. Este domingo, las últimas casas que permanecían en pie han quedado sepultadas. Casi 1.000 vecinos vivían a los pies de esta montaña, ahora engullida por la lava. La mayoría lo ha perdido todo.
“Viviendas, huertas, un apartamento recién acabado…Lo hemos perdido todo”, Juan Carlos Brito enumera a RTVE las pérdidas. “Un pueblo, un barrio como Todoque, que tiene su historia de cientos de años, no puede quedar sepultado bajo la lava. Para mí es incomprensible, yo no puedo aceptar eso”, afirma este vecino mientras prosigue su peregrinaje por las administraciones para reclamar ayuda.
A Luis Rodríguez, otro palmero que residía en Todoque, también le toca volver a empezar a sus 90 años: “Tengo que buscar otra forma de vida, pero yo quiero estar aquí”, asegura decidido. Por el momento, se ha trasladado a vivir a una barca en el puerto de Tazacorte.
No es fácil conciliar el sueño cuando sabes que parte de tu vida quedará sepultada por la lava. La casa de Isaac Rodríguez, vecino de Todoque, se encontraba a principios de esta tarde a 100 metros de la caída de la lava. Él, como otros tantos, no ha podido dormir observando el avance de la erupción. “Ya la dimos por perdida”, explica anticipándose al final de una historia que resulta inevitable.
Empezar de cero
Aunque algunos de los vecinos han podido rescatar algunos objetos personales, la impotencia es inevitable. Isaac pudo sacar a tiempo diferentes pertenencias de su vivienda, pero estrenar su nueva barbacoa -cuenta a RTVE- siempre le quedará pendiente. “No te queda otra que llorar y esperar y sufrir”, añade, sin poder contener las lágrimas. A él también le toca volver a empezar de cero, a sus 70 años, tras toda una vida trabajando.
El volcán de La Palma ha entrado este lunes en la cuarta semana de erupción con una actividad muy intensa e incontables estragos. Una segunda colada de lava avanza al mar, mientras los habitantes observan preocupados un proceso que ha cambiado sus vidas. Reclaman al Gobierno que no olvide a los palmeros, cuando el volcán vuelva a dormir, serán ellos quienes seguirán luchando.
Vecinos, geológos y técnicos han estado pendientes este lunes del curso del viento, capaz de provocar el giro de la nube de cenizas. También de los efectos de la colada norte, que durante la jornada se ha dedicado a quemar naves de un polígono industrial y numerosas viviendas al norte de Todoque. La explosión de uno de los desguaces de la zona ha generado una gran columna de humo negro, una nube tóxica que ha invadido el paisaje por completo. Esta tarde, la situación ha obligado a la Guardia Civil y a la Policía Nacional a evacuar tanto la zona como las carreteras colindantes. Tras la liberación de gases por la combustión del incendio de la planta de cemento ubicada en el polígono industrial de Callejón de la Gata, la dirección de Pevolca (Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias) ha ordenado el confinamiento domiciliario de casi 3.000 personas en varias zonas de los municipios de El Paso y Los Llanos de Aridane.
Otro de los ámbitos que se ha paralizado en la isla es el escolar: Canarias mantiene la suspensión de las clases en los colegios de Los Llanos de Aridane, El Paso y Tazacorte. Así, el regreso a las aulas no será el 13 de octubre tal y como estaba previsto. Manuela Armas, consejera canaria de Educación, explicó la semana pasada que los centros educativos "precisaban un tiempo para formalizar diversas actuaciones de cara a asegurar una vuelta a clase con todas las garantías de seguridad". La Consejería mantendrá la suspensión de la activida escolar hasta que no se dén las condiciones óptimas.