Seyran Ates, la mujer decidida a modernizar el Islam

• Musulmana, abogada, activista, bisexual y una de las pocas imanes de Europa que lucha por la revolución sexual dentro del Islam
• Desafiar a la tradición le ha supuesto fetuas en su contra, insultos, amenazas e incluso un fallido atentado

Seyran Ates, abogada,activista e imán

Detrás del deseo de modernizar el Islam hay una mujer con coraje y valentía. Es turco-germana y se llama Seyran Ates. Esta abogada, activista de los Derechos Humanos está dispuesta a luchar por una revolución sexual dentro del Islam. La respuesta ante semejante desafío ha llegado en forma de fetuas contra ella, amenazas e incluso un atentado.

“Vivimos en el siglo XXI pero enseñamos el Islam como en el siglo VII. El tema principal es la sexualidad“

"Vivimos en el siglo XXI pero enseñamos el Islam como en el siglo VII. El tema principal es la sexualidad", explica Seyran Ates en una entrevista en televisión con motivo de la presentación de su último y controvertido libro, El Islam necesita una revolución sexual. "¿Por qué querría una mujer musulmana escribir un libro con un título tan radical?", le pregunta la periodista. "¿Por qué es radical? No lucho contra el Islam, lucho contra el patriarcado", responde Seyran con contundencia.

Seyran Ates entre cámaras de tv

De Estambul a Berlín, un viaje sin retorno

"Eres una vergüenza para el Islam y para los musulmanes", le reprenden en las redes. "Gilipollas, repugnante, fea, gorda. ¡Que te den, puta vieja!", son algunos de los insultos que una legión de troles le disparan a diario.

“No lucho contra el Islam, lucho contra el patriarcado“

Infinidad de mensajes y amenazas de este tipo son las respuestas que recibe por su lucha por la reforma de un Islam donde la mujer tiene un mínimo reconocimiento. "A mí comenzaron a ponerme restricciones, como era una chica", recuerda de su infancia Seyran Ates.

Seyran Ates con su madre y su hermana

Nacida en un barrio marginal de Estambul, creció de acuerdo a las tradiciones musulmanas. A los seis años llegó con su familia a Alemania. Y en Berlín el mundo que conocía hasta entonces cambió radicalmente. "Yo veía a las niñas alemanas que tenían mucha más igualdad y libertad".

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Comenzó a cuestionarse por qué se educaba a los chicos y a las chicas de manera diferente y por qué el mundo islámico estaba tan sexualizado. "Empecé a escuchar la palabra puta, sin saber siquiera lo que era una puta. ¿Por qué este desprecio por las mujeres?", clama con tristeza Seyran Ates que dirige la mezquita Ibn-Rushd Goethe que ella misma fundó y en la que oficia como imán.

La revolución sexual del Islam

Para los sectores más reaccionarios del Islam esta mezquita es una espina clavada. "Decidí que necesitábamos un lugar donde hubiera igualdad entre hombres y mujeres", asegura Seyran, una de las primeras mujeres imán de Europa. En esta mezquita sin segregación por sexos ni exclusión por orientación sexual todos rezan juntos, algo que no deja de escandalizar a muchos musulmanes.

Seyran Ates reza en la mezquita con hombres y mujeres juntos

La jerarquía islámica ha puesto el grito en el cielo ante semejantes actos considerados de un atrevimiento intolerable. A los insultos por internet se suma la fetua dictada desde Egipto contra ella e innumerables amenazas. "¿Por qué queréis matarme, porque lucho por los derechos de las trabajadoras sexuales?", interpela Seyran a sus agresores. Y es que enfrentarse a toda una férrea estructura religiosa consolidada a lo largo de siglos tiene sus consecuencias. En especial, si se es feminista, bisexual y sobre todo mujer.

“Empecé a escuchar la palabra puta, sin saber siquiera lo que era una puta. ¿Por qué este desprecio por las mujeres?“

La primera vez que lo comprobó fue el 25 de septiembre de 1984. Por entonces, Seyran ayudaba a mujeres turcas que querían alejarse de sus familias. Un hombre se presentó en el local y disparó. Le alcanzaron tres balas. Desde 2006 vive con protección policial pero nada le ha impedido seguir adelante.

Seyran Ates en un columpio

Por un Islam sin violencia y de iguales

Una de sus últimas condenas hace referencia al velo que por tradición llevan las musulmanas. Como abogada, le ha tocado defender las leyes municipales de Berlín. Según esta normativa, el uso del pañuelo está prohibido en la escuela primaria, pero una profesora quería llevarlo. Ates piensa que esta práctica es perjudicial porque en el mundo musulmán el velo alienta el papel conservador de la mujer. "Es abuso infantil", añade completamente convencida.

“Sí, necesitamos una reforma en el Islam, pero no podemos esperar 500 años para dar esos pasos“

Seyran se ha reunido con musulmanas de los burdeles alemanes y también con mujeres imanes tradicionalistas y jóvenes uigures homosexuales en China. A todas les has hecho partícipes de su búsqueda del cambio a través de la fe.

Fieles rezando en una mezquita de China

Su deseo es demostrar que el Islam puede ser compatible con la democracia, con el colectivo LGTBI, con la igualdad de género y con la libertad. "Sí, necesitamos una reforma en el Islam, pero no podemos esperar 500 años para dar esos pasos", reitera Seyran Ates, la mujer que desafía al Islam y que se rebela contra el extremismo, la violencia y el odio en favor de la unión, la paz y el amor.