Varios heridos en enfrentamientos entre la policía kosovar y manifestantes serbios
- Los incidentes se producen dos semanas después de la tensión entre Pristina y Belgrado por la crisis de las matrículas
- Josep Borrell ha pedido el "cese inmediato" de los "incidentes violentos"
Varias personas han resultado este miércoles heridas, una de ellas de gravedad, en enfrentamientos entre la policía especial de Kosovo en el norte kosovar, durante unas protestas contra la confiscación de mercancías por las autoridades, han informado fuentes de Belgrado.
"Fue un choque intenso, las unidades ROSU (policía especial) dispararon con armas de fuego al pueblo serbio desarmado que defendía su derecho a una vida digna y a la libertad de movimientos", ha denunciado el director de la oficina gubernamental serbia para Kosovo, Petar Petkovic, en rueda de prensa en Belgrado.
Petkovic ha afirmado que "decenas" de personas resultaron heridas, aunque sin precisar si fue por disparos o por el gas lacrimógeno que usó la policía para dispersar a los manifestantes. El político serbio ha instado a la comunidad internacional a actuar para proteger a la población.
Petkovic acusa al primer ministro kosovar
En Pristina, la Policía kosovar ha informado de diez heridos entre sus agentes y ha acusado a los manifestantes bloquear calles y atacar a vehículos policiales.
El portal kosovar Kossev ha informado de que varios centenares de serbokosovares se concentraron en Mitrovica y en Zvecan después de que la policía especial de Kosovo llegara con vehículos blindados a las dos ciudades. Según la Policía, participaban en una operación contra el contrabando de mercancías en diferentes sitios del país.
Petkovic ha responsabilizado de la nueva tensión en el norte de Kosovo a Albin Kurti, primer ministro de este país, antigua provincia de Serbia independizada unilateralmente en 2008, a quien calificó de "psicópata".
Kurti "quiere causar conflictos de gran escala y el caos" en el norte de Kosovo, poblado en su mayoría por serbios que no reconocen la soberanía de Pristina, ha dicho.
Los incidentes se producen dos semanas después de la tensión entre Pristina y Belgrado por la crisis de las matrículas, en la que la policía especial de Kosovo se desplazó a la frontera para impedir la entrada de vehículos con placa serbia.
Los serbios, mayoría en el norte de Kosovo pero minoritarios en el resto del país, respondieron bloqueando las carreteras con camiones, y Serbia elevó el nivel de alerta de sus tropas y su fuerza aérea voló cerca de la frontera.
Borrell pide el cese "inmediato" de los choques
El Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, ha pedido el "cese inmediato" de los "incidentes violentos" y ha señalado que ya trabaja para acercar posturas entre Pristina y Belgrado en el seno del diálogo facilitado por la UE. "Las acciones unilaterales y no coordinadas que ponen en riesgo la estabilidad son inaceptables", ha apuntado en un mensaje en Twitter.
Borrell ha insistido en que cualquier disputa debe resolverse en el margen del diálogo en Bruselas, que auspicia el bloque europeo, y ha asegurado que "mantiene contactos con Belgrado y Pristina".
Fuentes comunitarias indican que las partes tienen una invitación permanente a reunirse en Bruselas, como sucedió hace unas semanas en una cita que sirvió para poner fin a la crisis de las matrículas. "Los esfuerzos están en marcha", han señalado las fuentes consultadas, que explican no obstante que cualquier encuentro debe estar precedido de un trabajo preparatorio para definir la agenda de la reunión.
Bruselas promueve desde 2011 un diálogo entre Serbia y su antigua provincia -independizada unilateralmente en 2008- con el objetivo de alcanzar un acuerdo vinculante que normalice sus relaciones, como requisito imprescindible para su entrada en la UE.
Sin embargo, desde entonces no ha habido grandes avances en el proceso de diálogo, por los desencuentros persistentes entre Belgrado y Pristina. La UE, además, evitó fijar un calendario para la ampliación a los países de los Balcanes Occidentales tras la cumbre que celebraron la semana pasada en Eslovenia.
La misión KFOR, de la OTAN, estará presente en los dos pasos fronterizos hasta mediados de octubre para asegurar el orden y la libertad de movimientos entre Serbia y su antigua provincia.