Protestas en Italia contra la obligación del certificado sanitario para acceder al puesto de trabajo
- Desde este viernes, para trabajar en una oficina, un restaurante o un taller italiano es necesario mostrar el certificado
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Las protestas contra la obligación de mostrar el certificado sanitario para acceder al puesto de trabajo en Italia han recorrido el país, el primer día de su implantación, aunque se ha mantenido la actividad. Se han sucedido algunas manifestaciones en puertos y ciudades con escasos incidentes, sin llegar a detener Italia como prometían.
El Gobierno italiano, presidido por Mario Draghi, no quiere que el coronavirus frene la recuperación económica y ha obligado a todos los trabajadores, del sector público y privado, a presentar el certificado para entrar a sus puestos. La medida ha sido aceptada por la mayoría de los empleados del país, pero también ha suscitado la indignación de muchos.
Desde este viernes, para trabajar en una oficina, un restaurante o un taller italiano es preciso mostrar antes el conocido como 'Green Pass', que atestigua que su portador ha sido vacunado contra la COVID-19, ha pasado la enfermedad o tiene una prueba negativa.
La fecha del 15 de octubre se había anunciado desde hacía mucho tiempo, pero las tensiones se han acumulado en los últimos días, sobre todo ante la negativa del gobierno de Mario Draghi de no que no sean gratuitas las pruebas anticovid para los trabajadores que han decidido no vacunarse.
La cifra de personas vacunadas y recuperadas de la infección supera el 90 %, más del 80 % de los italianos se han vacunado, pero cerca del 10 % de los trabajadores no se han vacunado y muchos protestan por tener que pagar la prueba, que cuesta 15 euros, cada 48 horas.
Las protestas en el puerto y las ciudades
La protesta que más preocupación causaba era la de los estibadores de puertos estratégicos como Génova (noroeste), cerca de la frontera con Francia, o el de Trieste (nordeste), puerta de acceso y salida para los camioneros y transportistas de Europa del Este.
En Génova, la operatividad del puerto, aunque se ha reducido, no se ha visto comprometida por las protestas de los trabajadores antivacunas, a pesar de que han bloqueado el paso internacional de San Benigno y la terminal de transbordadores, según medios locales.
Los manifestantes dejan pasar a las personas, pero no las mercancías, lo que ha impedido acceder a algunos camiones, que han permanecido en la entrada del puerto.
En Trieste, uno de los principales puertos del país, la actividad ha sido normal pese a la protesta que ha reunido a unas 5.000 personas, que corean eslóganes como "libertad" y "no green pass".
También se han organizado varias manifestaciones y concentraciones en Milán y Roma, para la que se han movilizado más de 1.000 agentes. Precisamente, la capital italiana acabó sumida en el caos el pasado sábado por una marcha antivacunas que se saldó con un sindicato asaltado y un hospital asediado.
La protesta fue organizada en la enorme explanada del Circo Máximo ante la posibilidad de que fuera multitudinaria, pero finalmente solo contó con algunos cientos de personas que acudieron para denunciar una presunta violación de sus libertades y derechos.
El médico antivacunas Pasquale Bacco subió al escenario para pedir la libertad de elegir si se vacuna o no: "Respetad lo que somos", pidió al Gobierno.
Casi cuatro millones de trabajadores no vacunados
En Italia, con casi 60 millones de habitantes, han completado la pauta de la vacuna 43,6 millones de personas, el 80,80 % de la población, y 3,8 millones de trabajadores no constan entre quienes recibieron el compuesto, según datos de la Fundación Gimbe.
Desde la patronal de industriales, el primer día de certificado sanitario obligatorio en las empresas "ha ido bien", según declaró su presidente, Carlo Bonomi. "Por las noticias que tenemos y de los contactos dentro del sistema creo que ha prevalecido la responsabilidad, que es lo que pedíamos. Afortunadamente las cosas están yendo bien y espero que así siga en los próximos días", según ha declarado desde Bergamo (norte).
Actividad en las calles italianas
Todo apunta a que el Gobierno de Draghi no tiene la intención de revocar esta medida, que cuenta con el beneplácito de los partidos que apoyan su coalición de "unidad nacional", todos los del Parlamento excepto la de Hermanos de Italia. Su líder, Giorgia Meloni, ha exigido que el Estado se haga cargo de los test que deberán hacerse los trabajadores no vacunados.
Pese a que la jornada ha trasncurrido sin mayores incidentes, las calles seguirán activas en los próximos días, sobre todo por la determinación de muchos manifestantes de proseguir las protestas hasta que el Gobierno se lo piense y de marcha atrás.
Pero la gran manifestación tendrá lugar este sábado, cuando está previsto que el centro de Roma sea recorrido por una marcha que se espera multitudinaria en contra de los movimientos neofascistas, los mismos que se nutren del descontento de este tipo de medidas y que asaltaron la sede de un sindicato hace una semana.