El techo de cristal en la UE: el mapa de la igualdad deja buenas noticias y asignaturas pendientes
- En medio del debate de los Presupuestos, otro informe europeo muestra el impacto de la pandemia en ciudades y regiones
El mes de octubre va de echar cuentas. Los Presupuestos Generales del Estado, la ley más importante de todo gobierno, han visto la luz esta semana, lo que significa una catarata de datos, comparaciones y polémicas hasta su aprobación y más allá. Como cada vez que se habla de dinero, o como siempre que sale a relucir lo que cobran los políticos y los cargos públicos que luego se encargan de administrar el dinero de todos.
En unos presupuestos, se dediquen o no a la "recuperación justa", como los ha apellidado el Gobierno de coalición, tiene que caber todo, lo urgente y lo importante, presente y futuro. Porque si algo ha demostrado la pandemia es que tras la crisis sanitaria queda una crisis económica y social, probablemente larga, que tiene muchas geografías y curvas, algunas de las cuales se han perfilado en datos en los últimos días.
El mapa del techo de cristal en la Unión Europea
La igualdad entre hombres y mujeres y su reverso negativo tienen un registro cartográfico. Hay regiones donde las mujeres tienen más fácil prosperar mientras que en otras languidecen. Ahora la Comisión Europea ha mapeado las diferencias entre hombres y mujeres en las regiones de la UE, a partir de dos índices complementarios de igualdad de género: el llamado Índice de Logro Femenino (FemAI, en sus siglas en inglés) y el Índice de Desventaja Femenina (FemDI).
Los dos índices se basan en 33 indicadores agrupados en siete dominios (trabajo y dinero, conocimiento, tiempo, poder, salud, seguridad y confianza, y calidad de vida) y miden la igualdad en 235 regiones, casi el total de las que conforman la Unión Europea (ver informe en pdf, en inglés). Ambos índices presentan valores de 0 a 100, aunque su lectura es inversa: en el primer caso, 100 es el máximo nivel de logro, y en el segundo significa un nivel máximo de desigualdad entre mujeres y hombres.
Los mayores niveles de logros para las mujeres se encuentran en las regiones del norte de Europa y en la mayoría de Austria. Por el contrario, en los países del sureste los niveles son mucho menores.
En lo que respecta al índice de desigualdad, las mujeres de los países nórdicos, de Francia y de España son las que presentan mejores cifras. Las cuatro regiones europeas con la menor desigualdad son Auvernia, en Francia, seguida de La Rioja y Galicia y la región de Helsinki-Uusimaa, en Finlandia.
Dentro de los países también se observan diferencias. En concreto, las mujeres que viven en regiones donde se sitúan las capitales y su entorno tienden a obtener mayores logros y se encuentran también en menor desventaja respecto a los hombres que en otras regiones del mismo país.
Eso no significa que la vida sea en general mejor para las mujeres en la ciudad que en zonas menos urbanas. Por ejemplo, en las regiones donde hay grandes ciudades se sienten menos seguras y protegidas que en otras regiones del mismo país.
En este mapa también hay una correlación con la prosperidad económica y la calidad de las instituciones. En general, las regiones con un índice de rendimiento femenino más bajo son aquellas que también tienen un PIB per cápita menor, mientras que las regiones con un mayor nivel de logro femenino presentan un mayor nivel de desarrollo. Del mismo modo, las mujeres alcanzan mayores logros donde la calidad del gobierno -un índice que incluye variables como el control de la corrupción, la eficacia del gobierno, la fuerza del Estado de Derecho y la rendición de cuentas-.
Los datos del mapa del techo de cristal en la UE muestran que sigue habiendo grandes diferencias. Está claro que "queda mucho por hacer para ayudar a las mujeres a tener las mismas oportunidades que los hombres", en palabras de la comisaria europea de Cohesión y Reformas, Elisa Ferreira.
2. La COVID-19 dejó un "agujero" de 180.000 millones en ciudades y regiones europeas
La pandemia de coronavirus ha tenido un impacto en toda la Unión Europea que, más allá de las cifras de los países, ha golpeado en el nivel administrativo de las regiones y ciudades. Esta semana, el Comité Europeo de las Regiones ha subrayado en su barómetro anual que la COVID-19 ha dejado un "agujero" de 180.000 millones de euros, debido a un aumento de los gastos de unos 125.000 millones -por medidas relacionadas con la pandemia- y una disminución de los ingresos de 55.000 millones -por el parón de la economía y la consiguiente caída en la recaudación de impuestos-.
En cifras absolutas, los presupuestos autonómicos y municipales en España (-12.300 millones de euros) se situaron entre los más afectados, solo por detrás de Alemania (-111.000) e Italia (-22.700).
Según el barómetro, las regiones del Mediterráneo y de la mitad sur de España -Cataluña, la Comunidad Valenciana, la Región de Murcia, Extremadura, Andalucía, Castilla-La Mancha- además de las islas Baleares y Canarias, se encuentran entre las regiones europeas más susceptibles de sufrir un daño económico menor a medio plazo, hasta los próximos diez años-. Es un cálculo que tiene en cuenta el peso económico del turismo, la hostelería, el desempleo juvenil, el nivel educativo, el riesgo de pobreza y el citado índice de calidad del gobierno.
En consecuencia, para salir de la crisis provocada por la pandemia, las regiones europeas demandan no solo financiación en el presente, sino inversión para los próximos años.
3. Riesgo de exclusión social
En vista de lo anterior, aumenta el riesgo de que la crisis asociada al coronavirus provoque una generación perdida. Al igual que es un hecho innegable que a día de hoy la pandemia ha creado pobreza.
En España se ha incrementado un 50% la privación material severa. Significa que más de tres millones de personas no pueden permitirse comer carne, pollo o pescado cada dos días, calentar la casa o gastos imprevistos, destaca el informe 'El Estado de la Pobreza', que analiza los indicadores de pobreza y exclusión social en España.
Actualmente, 12,5 millones de personas, el 26,4 % de la población española, están en riesgo de pobreza o exclusión. En el último año, 620.000 personas han entrado en esta situación. Y llueve sobre mojado, porque, según este informe, en los últimos años no se habían resuelto las consecuencias de la crisis económica anterior.
El riesgo de pobreza y exclusión social, medido por la tasa AROPE, muestra también una España partida en dos mitades, norte y sur, con una diferencia de hasta 26 puntos porcentuales. Lo cual -resalta el trabajo presentado esta semana en el Senado- "evidencia que el territorio es una significativa fuente de desigualdad y la cohesión territorial debería ser (...) un importante objetivo político".
4. Presupuestos, sueldos públicos y transparencia
Esta semana, entre las grandes cifras y otras claves de los Presupuestos del Estado para 2022, hemos sabido que el Gobierno se subirá el sueldo un 2 %, lo mismo que los funcionarios y otros altos cargos públicos. Y también se ha difundido la retribución de los alcaldes y alcaldesas de más de 6.700 municipios españoles, que representan al 90 % de la población.
Con todos los datos en la coctelera, sabemos que pese a que Pedro Sánchez tenía presupuestado un salario anual 84.845 euros, hay ocho alcaldes en España que el año pasado cobraron más que él, y no solo los de Madrid o Barcelona, sino también los de capitales más pequeñas como Valladolid, Vitoria o San Sebastián. Pero para no caer en demagogias, cabe recordar que hay 2.504 regidores y regidoras locales que no cobran ninguna retribución al año -según han informado al Ministerio de Política Territorial y Función Pública- y son políticos, en su mayoría de municipios de menos de 1.000 habitantes, que gestionan el día a día de 2,24 millones de ciudadanos.
Además de la curiosidad -o irritación- que despierta en la opinión pública todo lo referente a los sueldos de los políticos, conviene ir más allá y pensar que esta información constituye un necesario ejercicio de rendición de cuentas. Como el que hace la organización Transparencia Internacional estudiando los ingresos extra que cobran los eurodiputados.
Sabemos que un 27 % de los miembros del Parlamento Europeo ha declarado ingresos extra anuales. Se estima que hasta 39 eurodiputados pueden ganar más de 100.000 euros al año por sus actividades paralelas. Las cifras reales podrían ser aún mayores, dado que los eurodiputados son quienes informan de sus ganancias y sus declaraciones no están sujetas a control institucional.
El español Luis Garicano, de Ciudadanos, es el sexto de la lista, y declara 120.012 euros adicionales a su sueldo mensual, de 8.757,7 euros, procedentes de las clases que imparte en la Universidad de Chicago.
Este "pluriempleo" está permitido, pero, como recuerda Transparencia Internacional, puede generar un conflicto de intereses potencial o real, en particular las actividades asociadas con grupos de presión en las que los diputados hayan participado tras tomar posesión de su acta.
Posdata: ¿Y la pandemia? Una preocupación menos
La pandemia comienza a quedar atrás, al menos en nuestra cabeza. Después de más de año y medio de excepcionalidad, décima a décima -de hospitales menos saturados, de menor incidencia, de más población vacunada-, deseamos cerrar el capítulo de la COVID-19.
Lo prueba el último barómetro del CIS, difundido el viernes. La preocupación por el coronavirus ha caído al sexto lugar: lo menciona como uno de los tres principales problemas del país el 14,9 % de los encuestados, diez puntos menos en tan solo un mes. Muy lejos de enero, cuando la citaba uno de cada dos. Queda la preocupación por la sanidad, que escala al tercer puesto con un 19,3 % de menciones. Y lo que se dispara de nuevo es la preocupación por el paro (45,4 %). La que siempre estuvo ahí.