El PSOE cierra heridas, encumbra a Bolaños y coge la bandera de la socialdemocracia y el feminismo
- Sánchez cierra con su discurso un cónclave marcado por la unidad y la reconciliación con Felipe González
- Bolaños suma al poder en el Gobierno su influencia en Ferraz entrando en una nueva Ejecutiva con cinco ministras más
Las imágenes, los abrazos, los mensajes y las sensaciones que deja este 40º Congreso Federal del PSOE poco o nada tienen que ver con los cónclaves 'a muerte' a los que ha estado acostumbrado el socialismo históricamente. El congreso que este domingo ha llegado a su fin con el discurso del secretario general, Pedro Sánchez, ha servido para escenificar que esa herida abierta en el año 2016, cuando Sánchez salió de Ferraz dimitido y enterrado políticamente por el propio PSOE, ha cicatrizado totalmente. Todo el partido destaca esa 'paz interior' tan poco habitual en un socialismo que recuerda pocos congresos tranquilos como este. Las luchas entre Pedro Sánchez y Susana Díaz, Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón y José Luis Rodríguez Zapatero y José Bono, por citar solo las de los últimos tiempos, han dado paso a una cita socialista en la que todos arropan sin fisuras a un líder que además ahora está sentado en La Moncloa. El PSOE actual se ha reconciliado con su pasado para mirar al futuro.
'Unidad' ha sido una de las palabras más repetidas en un congreso que deja varias lecturas: el PSOE saca pecho de su historia y de los logros conseguidos bajo sus mandatos, coge la bandera del feminismo, de la socialdemocracia y de las políticas sociales, se reivindica como 'partido verde' y encumbra a Félix Bolaños como nuevo hombre fuerte de Sánchez, ya no solo en el Gobierno sino también en Ferraz.
"De este congreso salimos a ganar las elecciones". Fue Zapatero el que este sábado lo dijo más claro. El PSOE quiere seguir en el Gobierno y, como los principales partidos han hecho este mes de octubre en sus diferentes cónclaves, ha usado el suyo para rearmarse ideológicamente, coger fuerza y marcar un camino claro los años que quedan antes de otra cita electoral.
Sánchez completa además en este congreso lo iniciado el pasado mes de julio cuando revolucionó el Gobierno con una profunda remodelación y hermana al Ejecutivo con el partido. Todos a una, desde Moncloa y Ferraz, que no es otra que ganar las elecciones, con la amenaza del ascenso de la derecha que reflejan todas las encuestas, menos el CIS. Quien le rodea en el Consejo de Ministros ahora lo hará en la Ejecutiva Federal definida por el partido como "más feminista, más municipalista y con un claro relevo generacional".
Sánchez hace al PSOE dueño de la "justicia social" y el "progreso"
Con su discurso de cierre este domingo, Sánchez ha hecho al PSOE dueño de la "justicia social" y el "progreso" en España y ha reivindicado la socialdemocracia- palabra que más veces ha repetido en su intervención-y que representa su partido, ha dicho, frente al "neoliberalismo" y la "desigualdad" que ha vinculado con un PP "desorientado, acomplejado y contaminado" por la ultraderecha. "Todos los avances sociales y democráticos llevan la rúbrica del PSOE", ha aseverado, para compromerse de nuevo a derogar la 'ley mordaza' y la reforma laboral del PP.
"Somos un partido fuerte y unido. Más fuerte porque está unido, y más fuerte para la sociedad. Un partido al servicio de España", ha asegurado Sánchez, para añadir: "Nosotros, 142 años después, estamos donde siempre estuvimos, con el mismo nombre y la misma ideología".
"Superbolaños" extiende su poder de Moncloa a Ferraz
Hasta seis ministros de los nuevos ocuparán ahora además sillas en Ferraz, con un nombre propio, el de Félix Bolaños- "Superbolaños" apodado por Zapatero irónicamente. El ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Histórica sumará a sus responsabilidades en el Gobierno nuevas tareas en el PSOE como secretario para la Reforma Constitucional y Nuevos Derechos.
Considerado un hombre de partido y siempre cercano al presidente, extiende su poder en una estrategia- la de ampliar el flujo entre Gobierno y partido y evitar guerra alguna- que Sánchez repite con la ministra de Sanidad, Carolina Darias, la de Ciencia, Diana Morant, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero; la de Política Territorial y portavoz, Isabel Rodríguez; y la de Educación, Pilar Alegría, también en una Ejecutiva en la que Sánchez sigue teniendo como mano derecha a Adriana Lastra, su número dos.
Será una nueva dirección con menos miembros- 42 frente a los 47-, con un 60% de mujeres y una media de edad que baja diez años hasta los 47.
A su entrada este domingo al Congreso del PSOE, Bolaños ha considerado "un enorme honor" formar parte de la dirección y ha dicho que lo dará todo para estar "a la altura que piden los compañeros". Preguntado por el calificativo de "SuperBolaños", ha agradecido el "cariño" que le demuestra Zapatero pero se ha querido desmarcar de las expectativas que conlleva: "Ya sabéis que prefiero pasar por debajo del radar".
La "lealtad" de González y Zapatero a Sánchez
Y aunque mucho se ha hablado de relevo generacional en este nuevo PSOE, este congreso ha quedado como el de la reconciliación entre Sánchez y el expresidente y exsecretario general del partido Felipe González. Aunque Zapatero también apoyó en 2017 a Susana Díaz, nunca fue tan crítico como lo ha sido González en los últimos años, que llegó a lamentar su "orfandad representativa". Este sábado el abrazo entre todos ellos escenificó la nueva sintonía.
González habló directamente de "lealtad" a Sánchez y a su proyecto político, dijo estar "disponible" para el líder, aunque también le lanzó dos mensajes: le dejó claro que dirá lo que piensa en cada momento "sin interferir" y le instó a "estimular" dentro del partido el "pensamiento crítico".
Muy aplaudidas fueron unas palabras con las que González y Sánchez entierran totalmente el hacha de guerra: "Mi lealtad es con un proyecto político que encabecé durante 23 años, 13 y medio como presidente, y que ahora encabezas tú, Pedro Sánchez. ¡Adelante!"
Zapatero también brindó su "lealtad" a Sánchez y fue más allá para mostrar su "orgullo" por la gestión de su Gobierno durante la crisis de la pandemia.
Este domingo Sánchez ha querido devolver esa "lealtad" citando a ambos y sus "logros históricos" más de una docena de veces en un discurso con el que recoge y hace suyo el legado del socialismo histórico.
'No' a la República, 'sí' a abolir la prostitución y apuesta por un modelo federal
El PSOE ha dicho en este cónclave, otra vez, 'no' a la República. Han sido rechazadas las enmiendas en las que se abogaba por trabajar en favor de la implantación de la República en España, una demanda planteada históricamente por algunos militantes en cada congreso y por las Juventudes Socialistas, que además solicitaban la celebración de un referéndum para decidir el modelo de Estado. Sobre la Casa Real, la ponencia del PSOE apuesta por profundizar en la transparencia y rendición de cuentas de todas las instituciones del Estado, incluida ésta, en la misma semana en la que Sánchez ha afirmado que el rey emérito debería dar explicaciones por sus negocios y las investigaciones abiertas.
Una de las principales novedades del cónclave, que ha recibido más de 10.000 enmiendas, es que el PSOE impulsará la aprobación en esta legislatura de una ley integral para abolir la prostitución, que incluirá medidas para sancionar a los clientes.
Por otro lado, en este cónclave el PSOE ha vuelto a defender una España "multinivel" con el avance hacia una "estructura federal de Estado" y una mayor "desconcentración" de la Administración General "a partir del traslado total o parcial de las sedes de diversos organismos a distintas ciudades del país". Tras el debate de enmiendas, se ha añadido la apuesta por combatir "la amenaza del neocentralismo" de quienes "desprecian los logros evidentes del Estado de las autonomías".
Respecto a la financiación autonómica, uno de los puntos calientes del debate donde cada 'barón' ha revindicado las necesidades propias de su comunidad, el PSOE ha incorporado a la ponencia la defensa de un sistema "centrado en la ciudadanía" y que tenga en cuenta "el coste real de prestación de los servicios". Reconoce además que el actual modelo "condena a algunos territorios a una situación de infrafinanciación".
Otro de los temas que ha generado más debate ha sido sobre el uso de determinados términos que enfrentan a parte del colectivo feminista con el sector LGTBI+. Finalmente, la ponencia del PSOE mantiene el uso de los términos trans y LGTBI+, al rechazar las enmiendas presentadas por varias militantes feministas que pedían sustituirlos por transexual y LGTBI.
El PSOE también ha tumbado las enmiendas presentadas por algunas federaciones expresamente contra la 'ley trans', a la que el partido dará un respaldo claro. La comisión encargada de debatir esta parte de la ponencia ha aprobado varias transaccionales que incorporan algunas de las peticiones de las feministas 'críticas' con la norma.
El PSOE saca pecho de su historia y no cita a su socio
"Reivindico cada instante, cada minuto de estos 142 años de lucha por la libertad. Reivindico cada gota de sangre derramada. Somos los orgullosos hijos de nuestros padres, y los padres y madres de un futuro mejor para nuestro país". Con estas palabras la número dos del partido, Adriana Lastra, tiró de épica para reivindicar la historia centenaria del PSOE. "Lo mejor que le ha pasado a nuestro país ha venido de la mano del PSOE", añadió para señalar que cada avance en derechos- citando el aborto, la eutanasia o el matrimonio homosexual- ha sido impulsado por los socialistas".
Felipe González pidió al plenario imaginar cómo se hubiera gestionado la pandemia “sin un sistema de salud como el diseñado por Ernest Lluch".
El propio Sánchez ha marcado con su discurso de este domingo la linea de unidad que prevalece en el PSOE, la continuidad histórica con el proyecto socialista y ha reivindicado los logros de sus Gobiernos durante décadas. El PSOE también ha recordado que bajo su mandato ETA dejó de matar, ahora que se cumplen 10 años del cese de la actividad armada de la banda.
Ninguna referencia a su socio de Gobierno- Unidas Podemos- en este cónclave salvo la pulla que Felipe González lanzó a los que critican y denostan el "régimen del 78". "A mucha honra", añadió, en unas palabras que se interpretaron como alusión al exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, por haber sido quien abanderó las críticas contra quienes protagonizaron la Transición.
Susana Díaz y Ábalos, conciliadores
Las miradas también se han fijado durante el congreso en algunos socialistas que tuvieron mucho poder y que llegaban a esta cita como 'perdedores'.
Díaz, quien estaba llamada a llevar las riendas del PSOE tras la crisis de 2016, ha acudido como invitada tras hablar por teléfono con el presidente: "A él le alegra que yo esté aquí, y a mí me alegra que él se alegre de que esté aquí", zanjó, sonriente. Por su parte, Ábalos, que salió del Gobierno el pasado mes de julio y posteriomente dejó la Secretaría de Organización, aseguró estar "encantado" de participar en este congreso sin responsabilidades.
El cierre de este congreso pondrá fin a las citas políticas de un mes de octubre que ha servido para que PSOE, PP, Vox y Unidas Podemos engrasen maquinarias y se coloquen ya en la casilla de salida de una carrera para la que puede no quedar tanto.