Enlaces accesibilidad
Trabajo

Los extranjeros en situación irregular, principales víctimas de la explotación laboral

  • En Aragón 3.000 personas sufren explotación laboral o sexual, según el sindicato UGT
  • La desigualdad y la exclusión social facilitan la extensión de este fenómeno

Por

Víctimas de trabajos forzosos

El trabajo forzoso está presente en Aragón a través de la explotación laboral y sexual y de la trata de seres humanos en sus diferentes formas, ya sea con el objeto de imponer trabajos o servicios forzados, la explotación sexual, ejercer la mendicidad, acordar matrimonios forzados...

Resulta difícil cuantificar el número de víctimas o de personas susceptibles de caer en el trabajo forzoso. En Aragón, el sindicato UGT estima que entorno a 3.000 personas viven bajo "cualquier forma de esclavitud" de las anteriormente descritas, y alrededor de 167.000 se encuentran en situación de vulnerabilidad.

Las personas extranjeras en Aragón son las principales víctimas, y dentro de ellas, destacan las que son solicitantes de asilo y las que se encuentran en situación irregular. La creciente desigualdad y exclusión social, unida a la irregularidad administrativa de muchas personas son las principales causas de que se de cualquier tipo de trabajo forzoso.

En primera persona

Constanza, colombiana de 36 años, es una de las muchas víctimas que lo ha sufrido. Llegó a España hace 4 años sin ningún tipo de documentación. Comenzó a limpiar en una casa particular con la promesa de que los empleadores le ayudarían a regularizar su estancia a través de un contrato de trabajo. Cuando llevara 3 años residiendo en España, el tiempo que la Ley de extranjería exige para conseguir el arraigo social, le ayudarían a conseguir sus papeles.

Allí me di cuenta que me estaban explotando

Pasados los 3 años, los propietarios de la casa no quisieron formalizar su situación. En cambio, sí le exigían ir a limpiar a casa en pleno confinamiento. Llegaron a hacerle un justificante de trabajo para que pudiera moverse por la ciudad. "Allí es cuando me di cuenta de que no les importaba que cogiera el covid, ni que me pasara nada... ellos solo querían que limpiara. Allí me di cuenta que me estaban explotando", relata Constanza.

Constanza acabó denunciando a sus empleadores. La inspección del trabajo les impuso una multa de 10.000 euros y ella consiguió regularizar su situación.

Ahora, Constanza espera que su experiencia sirva de ejemplo.