Un "desayuno a ciegas" para aprender cómo vive una persona invidente
- La ONCE celebra su semana con multitud de actividades por toda la región
- Las barreras para ellos van desapareciendo, pero no de manera suficiente
Si nos tapamos los ojos con un antifaz y nos convertimos en invidentes por un rato algo tan sencillo como desayunar puede suponer todo un reto.
Comenzamos caminando desde la sede de la ONCE en Murcia y guiados por un bastón y un perro llegamos hasta la cafetería, allí nos sirven el desayuno adaptado, con la tostada troceada y el camarero nos indica cómo coloca las cosas en la mesa según el sentido de las agujas del reloj, entonces nos damos cuenta de “las múltiples barreras que tienen para hacer cosas tan básicas y tan sencillas como es desayunar”, explica Conchi, una de las participantes en esta actividad.
“Me he puesto en la piel de personas cercanas a mí que han perdido visión en los últimos años y no había sido consciente de lo que sienten”, asegura Paqui, otra participante, cuyo padre se ha quedado ciego recientemente.
“No había sido consciente de lo que sienten“
Sólo al ponernos en su piel comprobamos las dificultades que se presentan a nuestro alrededor y cómo se pueden superar. Barreras que, poco a poco, van desapareciendo, pero no de manera suficiente.
“Los obstáculos que nos podemos encontrar al entrar, por ejemplo, en una cafetería donde hay mucho ruido y nos impide comunicarnos”, señala María Dolores.
“Nos encontramos muchos obstáculos“
Dificultades que viven a diario porque “nuestro día a día cuando nos desenvolvemos, de casa al trabajo, del trabajo a casa nos encontramos muchos obstáculos en la acera, en la calle”, indica Inma, otras de las personas invidentes que participan en esta semana de la ONCE.
Otras actividades
Este desayuno a ciegas es unas de las actividades que la ONCE ha organizado y que continuarán durante toda la semana por la región para reivindicar mayor sensibilidad hacia el colectivo. Habrá también charlas sobre el perro guía, tan importantes para ellos porque para muchos son sus ojos, también conferencias sobre la vida de las personas invidentes en pandemia o rutas culturales, entre otras.
De esta manera se da a conocer “quiénes somos, quién es el grupo social ONCE, cómo somos las personas afiliadas”, explica Teresa Lajarín, de la organización.
Estos afiliados a la ONCE se superan cada día porque como ellos dicen: hay que adaptarse a lo que te dé la vida y aprender a vivir así.