La lava empieza a destrozar el casco urbano de La Laguna y obliga a realizar más evacuaciones
- A primera hora de la tarde una de las coladas ha sepultado la gasolinera del pueblo
- El Pevolca ha ordenado la evacuación de varias zonas de Los Llanos de Aridane y Tazacorte
Una de las coladas de lava del volcán de La Palma ha comenzado a atravesar este miércoles el casco urbano de la barriada de La Laguna, ante el temor de sus vecinos de que el pueblo corra la misma suerte que Todoque.
Además, debido a la evolución de las coladas que se encuentran más al Noreste, el Pevolca ha ordenado a primera hora de la noche de este miércoles la evacuación de varias zonas en Los Llanos de Aridane y Tazacorte.
Aunque la lava se había ralentizado en las últimas horas, este miércoles ha destruido una estación de servicio y se ha aproximado a la plaza de la iglesia y al colegio.
Con el avance de la lava por las calles del pueblo de La Laguna se ha confirmado el escenario más pesimista que barajaba el comité de crisis, que confiaba que las coladas más activas se encauzasen por varias vaguadas cercanas y se dirigiesen al mar sin provocar más daños de los ya causados.
Ahora las esperanzas están puestas en que el grupo de coladas que atraviesa el barrio de La Laguna, evacuado desde hace una semana, continúe su avance hacia el sur de la montaña del lugar, pues si se dirigiese al norte habría "un escenario poco deseable" de daños, arrasando nuevas edificaciones y muchos cultivos a lo largo de la carretera de la costa, según el Pevolca.
La colada de Tazacorte, a 130 metros del mar
En cuanto a la colada situada en Tazacorte se encuentra a 130 metros de la costa, y a unos 80 del acantilado, pero no se prevé una inminente caída al mar porque su movimiento es lento y ha evolucionado muy poco en las últimas 48 horas.
En caso de que se acelerase su avance, ya se ha previsto ordenar un confinamiento de la población ante una posible emisión de gases de ácido clorhídrico.
El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha garantizado este miércoles que su ejecutivo y el resto de administraciones harán "lo humanamente posible, casi lo imposible", para paliar los daños provocados por la erupción.
El presidente canario ha subrayado que no hay síntomas que anuncien que la erupción vaya a finalizar, entre otras cuestiones porque la medición efectuada ayer martes de las emisiones de dióxido de azufre se fue hasta las 7.000 toneladas.
"No podemos hacer previsiones", ha indicado Torres, pues aunque pueda considerarse técnicamente "estabilizado", el proceso eruptivo "no está cerca de su final" y existe "la amenaza de que ese poder destructivo aumente en próximos días". "Ni estamos cerca del final ni sabemos la rudeza, la crudeza y el daño que provoque" este desastre natural, ha proclamado.
Posibles terremotos de intensidad 4
La portavoz científica del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), María José Blanco, ha apuntado que el nuevo centro de emisión que ayer emitía columnas muy oscuras ha empezado hoy a tener actividad estromboliana.
También ha advertido de la posibilidad de terremotos de intensidad VI, después de que en la pasada tarde noche se registrara uno de 4,8, por el momento el de mayor magnitud desde que comenzara la erupción y una semana antes el enjambre sísmico que la precedió. Este temblor fue sentido en toda La Palma y también en puntos de Tenerife y La Gomera.
Tras más de un mes de erupción, la superficie afectada por la erupción es de 807,85 hectáreas, 27,96 más que ayer, y la anchura máxima entre las coladas interiores es de 2.900 metros, según datos que no han podido ser actualizados en las últimas horas por condiciones climatológicas adversas.
Los cultivos afectados ocupan 245,88 hectáreas, de las que 139,59 corresponden a plataneras, 52,94 a viñedos y 19,49 a aguacates.