Zapatero insta a la izquierda abertzale a dar "más pasos": "El final de ETA solo se explica desde el diálogo"
- El expresidente reconoce el "arrepentimiento" de EH-Bildu y Sortu y les anima a "contribuir al alivio de las víctimas"
- Rememora cómo vivió el final de la violencia: "No pude contener alguna lágrima"
El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha animado a la izquierda abertzale a seguir dando más pasos en favor de la convivencia después del “arrepentimiento” que a su juicio mostró el coordinador general de EH-Bildu el pasado lunes y se ha reafirmado en los valores del “diálogo” y de la “palabra” para resolver conflictos: “El final de ETA solo se explica desde el esfuerzo del diálogo”.
Zapatero se ha pronunciado así en una entrevista en el Telediario especial en TVE con motivo del décimo aniversario del fin de ETA. Se ha referido a la declaración de Bildu y Sortu del pasado lunes, en la que dijeron sentir el dolor de las víctimas y que éste “nunca debería haberse producido”, aunque no mostraron una condena expresa a ETA ni utilizaron la palabra "perdón".
“Me parece que es un paso cualitativo”, ha señalado Zapatero, que ha recalcado la expresión del “dolor” y del “pesar” en sus palabras, que supone en definitiva el “arrepentimiento” de la izquierda abertzale. Y tras recordar que estas formaciones han dicho estar “dispuestas a hacer más cosas” por intentar “paliar” el dolor de las víctimas, aunque “seguramente es casi imposible”, les ha animado a “que sigan intentando aproximar todo lo que se pueda y a contribuir al alivio del sentimiento de las víctimas y sus familias”.
Precisamente, se ha referido a los diálogos restaurativos entre víctimas y terroristas y ha dicho que “hay que respetar completamente” el deseo de las víctimas porque, mientras para algunas estos diálogos producen un “alivio”, para otras no es así “bajo ningún concepto”. Y respecto a los homenajes a etarras, se ha mostrado en contra “por respeto a las víctimas” y por el “afán de contribuir a una libertad y a una democracia aún más perfecta”.
Rememora el fin de la violencia: "No pude contener alguna lágrima"
Zapatero ha rememorado el fin de la violencia y ha destacado que, “quizá”, aquel 20 de octubre de 2011 fue “el día más importante” de toda su etapa política y en el que tuvo “el sentimiento de emoción más fuerte”. “Con contradicciones, lógicamente, al recordar todo el dolor, pero con una satisfacción interna y el convencimiento de que la peor pesadilla de nuestras vidas se acababa ese día”, ha expuesto.
El expresidente ha reconocido que conocía aquel comunicado desde “días antes” de que se produjera y que era consciente de “los términos” en que se iba a producir, incluso tenía confirmada la hora. Aún así, ha reconocido que tuvo “ansiedad” en el último momento. “Yo estaba conectado a mi portátil”, ha dicho, esperando a que el diario Ara publicara el comunicado, que finalmente se publicó a las siete de la tarde. “No pude contener alguna lágrima”, ha admitido: “Fui muy consciente de lo que representaba y de lo que podían sentir las familias de las víctimas porque ya no volveríamos a tener esas tragedias tan duras”.
Por eso señala que el comunicado de Otegi incide en el hecho de que es una “decisión para siempre”. “Y me quedo pensativo, porque hace diez años ya dije que nunca se tenía que haber producido y esa frase es la que se ha oído estos días en la boca de Otegi”, ha añadido. Entre medias han pasado “diez años importantísimos” que demuestran que el futuro se cambió “para bien”:”El mal ha desaparecido de nuestras vidas y tenemos que contribuir todos a que el bien y la convivencia sea la única referencia para las generaciones que vienen”.
Las conversaciones con ETA: "Una vía que se amplió hasta el final"
El Gobierno de Zapatero entabló conversaciones con la banda terrorista para poner fin a la violencia. Hubo una tregua en 2006, pero se rompió con el atentado en la T4 de Barajas unos meses después. Aquel atentado fue definitivo para el fin de la banda terrorista y el expresidente subraya la importancia del diálogo en todo este proceso.
“Era una vía que se amplió hasta el final”, ha afirmado Zapatero, quien ha destacado el “esfuerzo impresionante” de múltiples personas e, incluso, con “tareas de pacificación de organizaciones internacionales” que “empujaron” hasta el final. “El final de ETA solo se explica desde el esfuerzo del diálogo”, ha subrayado el expresidente, quien ha recalcado también que “la defensa de la democracia, del Estado de Derecho y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado ha sido extraordinaria”: “Y nunca podremos dejar de reconocer ni recordar a todas las víctimas”.
Pero, en concreto, ha destacado la “inteligencia” de su exvicepresidente y exministro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba, así como “su capacidad de medir cada paso”, que fue “decisiva”. “Siempre he dicho que hay personas a las que este país les debe reconocer todo”, ha aseverado, y ha mencionado aquí también al expresidente del PSE Jesús Eguiguren, “que empezó el diálogo con Otegi y abrió esa pequeña brecha que se convirtió en todo un proceso del fin de la violencia”, y también al exlehendakari Patxi López. Hubo también, ha añadido, “otras personas” que no puede “citar” por “discrección y respeto a ellas” pero que “estuvieron muy directamente con la cúpula de la organización terrorista” durante el último año, “haciendo la tarea del último convencimiento” para llegar a aquel 20 de octubre de 2011.
Pero, aparte del diálogo, ha resaltado diez años en los que “la sociedad vasca ha reaccionado” y ha “favorecido la coexistencia” y la “convivencia”, algo que es “para sentirse orgulloso” de esa “capacidad” y “generosidad” para “apostar por el futuro y la democracia”: “Para mí, es la lección más importante de todas”. Y, también, ha recalcado que “no es muy frecuente” que una organización que empleó la violencia durante más de 50 años “desaparezca unilateralmente”: “Ganó la vida, el derecho a la vida, ganaron los derechos humanos, la libertad y la democracia”.
Respecto al relato de lo que ocurrió, ha señalado que “la sociedad es plural” y es “muy difícil ponerse de acuerdo en la memoria histórica” ya que la historia “se revisa”. Por eso, “es la sociedad la que va a marcar qué debe quedar de esa historia y que debemos pasar página”. Sin embargo, ha incidido en que “hay hechos incuestionables” como que el fin de la violencia fue “unilateral” y sin “ninguna contraprestación”. “A partir de ahí, yo soy una persona que estaba donde estaba y tiene su visión”, ha afirmado, y ha añadido: “El fin tenía que llegar porque era insostenible, pero el empuje final del fin fue el diálogo, la palabra y la política”.
En cuanto a que el 80% de la sociedad no sepa quién es el exministro de Sanidad socialista Ernest Lluch ni el exconcejal de Ermua Miguel Ángel Blanco (asesinados por ETA), ha defendido que “cuando el dolor es tan intenso para una sociedad” hay “una parte del inconsciente” que la “aboca al olvido por instinto de supervivencia”, igual que pasa “en la vida con las desgracias y males”. Pero “es la sociedad quien marca el ritmo”. De cualquier forma, ha mostrado su deseo de que se pueda “ampliar la mirada y hablar más” sobre todo lo que ocurrió: “Y ojalá que ese diálogo fuera con algo más de consenso”.
Por último, preguntado sobre qué queda por hacer, ha incidido en que “todo el esfuerzo” dirigido a “consolar y paliar el dolor de las víctimas será poco”, pero hay que “perseverar” y ha llamado precisamente a “compartir un cierto consenso del momento final” de la banda terrorista: “Llegamos juntos al final y tenemos que estar juntos porque a la democracia y a la convivencia le sentaría muy bien”. Por último, ha llamado también a que Euskadi “siga por una dirección en los valores de la democracia y del pluralismo” y que no vuelva “jamás” a haber la “amenaza, los insultos y la descalificación que remuevan el fanatismo”.