Condenan a 23 años de cárcel al militar venezolano que mató a un manifestante en las protestas de 2017
- Arli Méndez Terán disparó a quemarropa a David Vallenilla frente a una base aérea de Caracas
El sargento venezolano Arli Méndez Terán ha sido condenado este viernes a 23 años de prisión como responsable del homicidio del joven David Vallenilla durante las protestas de 2017, una de las muertes que más impacto causó de aquellas manifestaciones, ha informado el fiscal general, Tarek William Saab.
"Condenado el sargento Arli Méndez Terán a solicitud del Ministerio Público por el Tribunal 15 de Juicio como responsable de la muerte de David Vallenilla. Dicha pena será de 23 años de prisión por los delitos de homicidio calificado y uso indebido de arma orgánica", ha escrito Saab en su cuenta de Twitter.
En septiembre pasado, la jueza Kenia Carrillo absolvió al sargento de la Aviación Militar Bolivariana, lo que abrió una fuerte polémica tras la que la Fiscalía abrió una investigación penal a la magistrada y apeló su decisión.
Arli Méndez Terán disparó a quemarropa a David Vallenilla
Saab ha detallado que, para la condena, el Ministerio Público mostró "más de 30 órganos de prueba presentadas por fiscales y expertos" que actuaron "en base a lo establecido" por la constitución y las leyes.
El caso de Vallenilla está incluido en el expediente para investigar al Estado venezolano en la Corte Penal Internacional (CPI).
El joven falleció en julio de 2017, cuando el militar le disparó a quemarropa durante una protesta frente a una base aérea de Caracas.
Según explicó la abogada del caso, María Alejandra Poleo, tras la primera sentencia absolutoria, el caso fue reseñado también en el informe de la Comisión de Determinación de hechos sobre Venezuela de la ONU.
No obstante, detalló que ha sufrido retraso procesal desde 2017 y no fue hasta febrero de este año cuando se retomó este juicio "repleto de interrupciones".
Del homicidio hay diversos vídeos, testimonios y estudios que fueron presentados por la abogada ante el tribunal y que, en el momento del crimen, provocaron una ola de indignación.