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Sudán

Los militares dan un golpe de Estado en Sudán y disuelven el gobierno de transición

  • Los militares han declarado el estado de emergencia y han detenido al primer ministro
  • Hay al menos tres muertos y 80 heridos en las protestas en la capital, Jartum

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Al menos tres muertos en las protestas contra el golpe de estado en Sudán

Fuerzas militares están llevando a cabo un golpe de Estado en Sudán este lunes. Han disuelto el gobierno, han arrestado a varios políticos, entre ellos al primer ministro, han tomado las sedes de la radio y la televisión y han interrumpido el servicio de internet en el país.

El primer ministro, Abdalá Hamdok, ha sido trasladado a un lugar desconocido por negarse a apoyar el golpe, según ha asegurado el Ministerio de Información sudanés. Además de Hamdok, han sido detenidos otros ministros y miembros del componente civil del Consejo Soberano, máximo órgano de poder del proceso de transición en Sudán.

Una imagen del primer ministro, Abadallá Hamdok.

El presidente del Consejo, el general Abdelfatah al Burhan, ha declarado disuelto tanto el propio órgano como el gobierno y ha declarado el estado de emergencia. Al Burhan ha asegurado que la actitud de los partidos políticos ha obligado a los militares a actuar y ha prometido que el proceso de transición continuará y culminará con la celebración de elecciones en 2023, como estaba previsto.

Hasta entonces, "un Gobierno de figuras nacionales independientes (...) con una representación justa de todos los sudaneses" asumirá el poder, según Al Burhan.

El Representante Especial de la ONU para Sudán, Volker Perthes, ha confirmado desde Jartum, la capital, que los militares que han dado el golpe de Estado en Sudán "tienen el control del país", aunque ha descrito un escenario de violencia en las calles.

En una videoconferencia desde Jartum a pocas horas del golpe de Estado que ha derrocado a las autoridades civiles, Perthes ha explicado que carece de visión global sobre lo que sucede en las calles, pero que en el momento en que hablaba, al caer la tarde, se oían disparos y se veían barricadas ardiendo en varios puntos de la ciudad.

Protestas en las calles y muertos por disparos

El Ministerio de Información, la única instancia del gobierno sudanés que continuaba emitiendo comunicados a primera hora del lunes, ha llamado a los sudaneses a las calles para "defender la revolución" pacíficamente.

A raíz de este llamamiento, miles de personas han salido a las calles para protestar y se han producido cortes de carreteras con barricadas en algunas calles de Jartum y cerca de cuarteles del Ejército. Amnistía Internacional asegura que "el pueblo de Sudán está de nuevo en la calle".

El Comité Central de Médicos, que atiende a los manifestantes y contabiliza las víctimas, informa de que se han producido disparos y hasta el momento se han registrado al menos tres muertos por heridos de bala y ochenta heridos.

"Se ha confirmado la muerte de un tercer mártir por disparos de las fuerzas del consejo militar golpista", ha anunciado en su página de Facebook el Comité Central de Médicos.

Perthes ha confirmado que las manifestaciones están congregando a "miles" de personas, pero no han impedido que los militares cierren el aeropuerto y bloqueen los puentes y las principales vías de comunicación, además de tomar el control de la televisión estatal.

La ONU, Estados Unidos, Reino Unido y Francia han condenado ya el golpe y han pedido el restablecimiento del gobierno civil. Washington ha recomendado a sus nacionales en Sudán que no salgan a la calle. El golpe se ha producido tras la visita al país del enviado especial de Estados Unidos para el Cuerno de África, Jeffrey Feltman.

EE.UU. pide la "liberación inmediata" de los dirigentes detenidos

La Casa Blanca ha expresado su "alarma" por el golpe de Estado militar en Sudán y ha pedido la "liberación inmediata" del primer ministro sudanés, Abdalá Hamdok, y del resto de ministros y representantes políticos civiles detenidos en el país y ha suspendido la ayuda financiera al país africano.

"Estados Unidos está profundamente alarmado por las informaciones sobre una toma de control militar del Gobierno de transición" en Sudán, dijo la portavoz adjunta de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, en declaraciones a la prensa a bordo del avión presidencial que viajaba al estado de Nueva Jersey.

" Las acciones de hoy son completamente opuestas a la voluntad del pueblo sudanés y sus aspiraciones de paz, libertad y justicia", añadió Jean-Pierre. El Gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, "sigue apoyando rotundamente la petición del pueblo sudanés de una transición democrática en Sudán y seguirá evaluando cómo apoyar mejor al pueblo sudanés para que consiga este objetivo", concluyó la portavoz.

Por su parte, el Secretario General de la ONU, António Guterres, ha condenado a través de Twitter "el actual golpe militar en Sudán. El Primer Ministro Hamdok y todos los demás funcionarios deben ser liberados inmediatamente. Debe respetarse plenamente la carta constitucional para proteger la transición política que tanto ha costado conseguir. La ONU seguirá apoyando al pueblo de Sudán", ha escrito.

"Las acciones de los militares representan una traición a la revolución, la transición y las legítimas peticiones del pueblo sudanés de paz, justicia y desarrollo económico", ha denunciado en un comunicado el Alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell.

Segundo intento golpista

Hace un mes el gobierno sudanés denunció una intentona militar para tomar el poder. Hamdok acusó a "restos del régimen" del exdictador Omar al Bashir y prometió "reformar los órganos militares y de seguridad".

Sudán comenzó una transición a la democracia en 2019 tras un levantamiento popular que llevó a los militares a desalojar a Omar Al Bashir tras casi tres décadas en el poder.

En agosto de 2019 se llegó a un compromiso por el que los militares compartían el poder con civiles en el Consejo Soberano, que debía conducir al país a elecciones a finales de 2023.

Sin embargo, las tensiones entre militares y civiles han aumentado con el tiempo. Uno de los puntos de choque son las acusaciones de crímenes de guerra cometidos en el conflicto de Darfur en 2003-2008. La Corte Penal Internacional quiere juzgar a Bashir y a otros sospechosos. El gobierno sudanés ha asegurado que está dispuesto a colaborar, pero el Consejo no.

Otro conflicto entre civiles y militares es la investigación de las muertes de manifestantes pro-democracia durante las protestas de 2019. Activistas y grupos civiles protestan porque las investigaciones se retrasan.