Cincuenta años del Teneguía, el volcán "amable" que duró 24 días
- La erupción del Teneguía no causó daños en ninguna población, pero dejó dos fallecidos por inhalación de gases
- Sigue aquí la erupción del volcán de La Palma en directo
Sin la actividad de los volcanes no existirían las Islas Canarias, el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) lo recuerda este martes 26 de octubre, en que la erupción del volcán de Cumbre Vieja, en la isla de La Palma, ha llegado a la jornada 37 en un nivel máximo de actividad, y en la que se cumple precisamente el cincuenta aniversario de otro volcán, el Teneguía.
El Teneguía entró en erupción el 26 de octubre de 1971 y duró solo 24 días, hasta el 18 de noviembre de 1971. Dos personas fallecieron a causa de la inhalación de gases, pero sus efectos sobre la isla fueron mucho menos devastadores. Las coladas de lava que emanaron sus siete bocas solo ocuparon 276 hectáreas, frente a las más de 900 que lleva ya el de Cumbre Vieja.
La erupción del Teneguía se produjo a un kilómetro del municipio de Fuencaliente, localidad donde la erupción de Cumbre Vieja está provocando cientos de seísmos en esta nueva crisis volcánica. También el Teneguía, antes de entrar en erupción había provocado terremotos, por lo que algunos vecinos ya dormían al raso o en tiendas de campaña.
Entonces, eso sí, no se contaba con los actuales medios y solo la CIA pudo pronosticar la erupción del Teneguía.
En total arrojó 40 millones de metros cúbicos de lava que descendieron rápidamente hacia el océano Atlántico. El magma fluyó a a 120 metros la hora por la zona de Puntalarga y ninguna población se vio afectada por la lava, solo provocó daños en cultivos de vid y carreteras.
"Las familias llegaban en coche para pasar el día viéndolo"
El Teneguía, tal y como señala Involcan en el documental "Teneguía, el volcán amable", es uno de los volcanes más queridos por los palmeros, por su "amabilidad y los escasos daños que provocó". Dejó en el territorio un cono de piroclastos basálticos que alcanza los 431 metros de altura.
El volcán fue nombrado como Teneguía por haber surgido próximo al roque de Teneguía, un domo fonolítico rodeado por las coladas de lava de la erupción del volcán de Fuencaliente de 1677, que contiene petroglifos de la población aborigen de La Palma.
"La erupción del Teneguía fue todo un acontecimiento", describe a Efe el maestro retirado Pablo Batista. "Gente de todos los puntos de la isla y de fuera de La Palma se desplazaban hasta Fuencaliente para verlo".
Fuencaliente se quedó pequeño para contemplar la magnitud del nuevo volcán. Dado el lugar de la erupción, alejado 25 kilómetros del casco urbano del municipio, "el volcán se podía contemplar desde las zonas cercanas, desde el mismo cráter del volcán de San Antonio", explica.
"Las familias llegaban en coche para pasar el día viéndolo. Se traían la comida y hacían pícnic frente al volcán", relata a Efe Batista, que recuerda como él mismo estuvo allí con su familia y pasaron allí casi todo el día.
El Teneguía contribuyó a la economía
Tras la erupción, "se aprovecharon las tierras ganadas al mar para crear fincas de plataneras que hoy son las que más rendimiento dan en Fuencaliente", explica el alcalde de Fuencaliente, Gregorio Alonso, quien reconoce, en declaraciones a Efe, que el Teneguía generó una economía de importancia para su municipio dado el carácter turístico que tomó desde el primer momento.
"En la actualidad contamos con el Centro de Visitantes del Volcán de San Antonio, que recibe miles de turistas al año, cuya temática son los volcanes de La Palma, contando incluso con un simulador de terremotos. Además se puede hacer un pequeño recorrido por el cráter de este volcán y ver las características del mismo", explica el edil.
El Instituto Volcanológico de Canarias reconoce con motivo de este aniversario que muchas personas preguntan por qué celebrar la efemérides de una erupción volcánica ocurrida en Canarias, cuando muchas asocian la actividad volcánica como una fuente de destrucción.
"Gracias a la actividad magmática existente en este punto del planeta y a la innumerable cantidad de erupciones ocurridas en estas islas a lo largo de millones de años, se ha podido construir Canarias", señala Involcan, y sin esa actividad volcánica no se hubiera construido Canarias y por consiguiente no hubiera existido la sociedad canaria.
Desde que se produjo la erupción del Teneguía en 1971, hasta que comenzó la de Cumbre Vieja el pasado 19 de septiembre, solo se había producido otra erupción en las Islas Canarias, en 2011, la del volcán Tagoro, en la isla de El Hierro. Involcan recuerda que la actual erupción de La Palma no tiene nombre y opina que deberían ser quienes viven en la isla quienes elijan y pongan nombre a la misma.