Enlaces accesibilidad
Memoria histórica

Hallan en Belchite dos fosas de la Guerra Civil que podrían contener 150 fusilados

  • Se cree que fueron asesinados por falangistas al comienzo de la Guerra Civil
  • Hasta ahora se han hallado entre 15 y 20 cuerpos, uno de ellos con las manos atadas a la espalda

Por
Los restos hallados en las fosas de Belchite son de jóvenes de 20 y 23 años

Las excavaciones arqueológicas que se llevan a cabo en el cementerio de Belchite (Zaragoza) han permitido descubrir dos fosas con población civil asesinada durante la Guerra Civil, una de ellas de grandes dimensiones en la que han aparecido restos que corresponden a entre 15 y 20 cuerpos, pero en la que podría haber un total de 150.

Los responsables de la excavación han detectado por georradar movimientos de tierra que indican la posible presencia de otras 8 o 10 fosas más en las cercanías, por lo que el número total de cuerpos podría ser mayor.

José Vidal, presidente de Asociación Mariano Castillo para la Recuperación de la Memoria Democrática de Belchite, que impulsa la excavación, ha explicado a RTVE.es que los cadáveres encontrados pertenecen a civiles fieles a la República y asesinados en los últimos días de julio de 1936, poco después del golpe de Estado que dio inicio a la Guerra Civil, y durante los meses de agosto y septiembre del mismo año.

"El cementerio está a tres o cuatro kilómetros del pueblo viejo - apunta Vidal - Los fusilamientos en la tapia se veían desde el pueblo".

Los fusilamientos en la tapia se veían desde el pueblo

La localidad quedó en manos de falangistas y partidarios del golpe hasta septiembre de 1937, en el que las fuerzas republicanas la recuperaron tras la Batalla de Belchite, que arrasó la localidad. Al año siguiente, en 1938, los franquistas recuperaron definitivamente el municipio y volvieron a producirse asesinatos.

Terminado el conflicto, Franco ordenó que el pueblo viejo de Belchite permaneciera en ruinas como símbolo de la guerra y de la batalla, y así continúa hoy en día. Junto a él se construyeron nuevas casas, que fueron pagadas por los vecinos.

Belchite, un pueblo histórico en peligro

Manos atadas a la espalda

La Asociación se basa en distintos testimonios para creer que en la fosa puede haber 150 personas o más. "Aparte de los comentarios que siempre ha habido - explica Vidal -, ese número sale de las declaraciones de los testigos que incluso realizaban las ejecuciones y de testimonios de familiares de fallecidos". "Son declaraciones oficiales hechas en 1937, ante secretario y juez", añade, en referencia a testimonios tomados por las autoridades republicanas tras la toma de la localidad.

El proyecto está codirigido por el antropólogo José Ignacio Lorenzo, los arqueólogos Gonzalo García, Sergio Ibarz y Hugo Chauton y la restauradora Eva Sanmartín, quienes cuentan con la colaboración de voluntarios e historiadores. La subvención proviene de la Secretaría de Estado para la Memoria Democrática, con la colaboración del Gobierno de Aragón.

Los trabajos de exhumación comenzaron el pasado 30 de septiembre con los primeros sondeos en dos áreas previamente delimitadas por georradar y una posterior prospección electromagnética que permitió detectar casquillos de pistola y fusil y balas de fusil. Una vez iniciado el decapado a máquina comenzaron a aparecer restos óseos correspondientes a hombres y mujeres en su mayoría entre los 20 y los 40 años.

Restos humanos encontrados en la fosa del cementerio de Belchite, en Zaragoza. EFE/Javier Cebollada

Restos humanos encontrados en la fosa del cementerio de Belchite, en Zaragoza. EFE/Javier Cebollada

Gonzalo García ha asegurado a Efe que los cuerpos muestran que se produjo una "violencia importante". Uno de ellos ha aparecido maniatado de pies y manos y boca abajo, y presentan un tiro en el cráneo.

"Da una sensación terrible - comenta José Vidal - El atado está de bruces y tiene las manos unidas por detrás y los pies atados".

Los cuerpos ocupan hasta el momento dos oquedades, una sobre la que arrojaron cal. Presentan una mala conservación debido a las arcillas con sales del terreno y a la humedad y algunos tienen los cráneos fragmentados, ya que sobre una fosa arrojaron bloques de piedra, informa Efe.

Según José Vidal, hay indicios de que puede haber "varias capas" de cuerpos amontonados. "Los arrojaban como venían, están en distintas posiciones y amontonados", asegura, y señala que esta es una diferencia con otras fosas exhumadas en España.

Llamamiento para identificar los restos con ADN

Los responsables de la exhumación han hecho un llamamiento a posibles descendientes de los asesinados que vivan en el mismo pueblo de Belchite para que contacten con la asociación para la toma de muestras de ADN.

"Estamos en contacto y hay bastantes notificaciones de familiares cercanos a nivel nacional y europeo", explica a RTVE.es José Vidal. "Hay de Francia, y también una de Portugal".

No obstante, Vidal advierte de que puede haber quien crea que en la fosa hay víctimas de la Batalla de Belchite, y no es así. "Son civiles fusilados a raíz del golpe del 18 de julio", insiste, y no desaparecidos en batalla.

La Asociación pretende que el mayor número de familiares puedan hacerse cargo de los restos, pero Vidal reconoce la dificultad que conlleva esta operación de búsqueda e identificación. "Si no, los volveremos a enterrar, colocaremos un monolito para homenajearles y contar lo que pasó".

"El fin es que se sepa la verdad"

El alcalde de Belchite, Carmelo Pérez (PP), ha declarado que "no hay nada documentado" sobre las fosas y el número de cuerpos que puede haber en ellas, salvo testimonios orales, informa Efe. También ha asegurado que al Ayuntamiento no ha llegado ninguna solicitud de familiares que quieran recuperar el cuerpo de un familiar, sino que la excavación ha sido "a través de una asociación formada a nivel político".

No obstante, comparte que el hallazgo servirá para saber "de lo que se trata, porque tanto de un bando como de otro hubo desaparecidos".

José Vidal destaca que el objetivo de la Asociación es "recobrar la dignidad tanto de las familias como de los fusilados y cerrar las heridas. Es un acto humanitario. El fin es que se sepa la verdad".