Polonia anuncia su intención de cerrar la sala judicial multada por la justicia europea
- Según el primer ministro, Mateusz Morawiecki, la idea nació en el seno del Gobierno, "mucho antes de la sentencia"
- El Tribunal de Justicia de la Unión Europea condenó al país a abonar una multa de un millón de euros al día
El jefe del Gobierno polaco, el ultraconservador Mateusz Morawiecki, ha anunciado este jueves un compromiso para cerrar "en unos meses" la Sala Disciplinaria judicial, origen de la sanción dictada ayer por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). El TJUE condenó este miércoles a Polonia a abonar una multa de un millón de euros al día mientras no suspendiese la Cámara Disciplinaria del Tribunal Supremo, considerada contraria al derecho comunitario
"Creo que en los próximos meses surgirá una idea de compromiso dentro de nuestra coalición, una idea que también será aceptable para el presidente, sobre la Sala de Disciplina del Tribunal Supremo", ha afirmado al respecto el primer ministro de Polonia. Según Morawiecki, la idea nació en el seno del Gobierno, "mucho antes de la sentencia del TJUE" dictada en julio y que ayer se materializó en la multa de un millón de euros diarios. Así, aseguró que su Gobierno estaba "trabajando en esto desde hace algún tiempo, desde marzo o abril, como mucho en mayo".
Esta sanción, al igual que otra multa que condena a Polonia a abonar 500.000 euros al día por no cerrar la mina contaminante de Turów a pesar de las quejas de la República Checa, fue calificada por varios miembros del Ejecutivo de "chantaje" al país.
Un conflicto que se remonta a 2017
El 14 de julio, el TJUE ordenó a Polonia suspender la actividad y paralizar los procesos pendientes iniciados por la Sala Disciplinaria del Tribunal Supremo. A este organismo, creado en 2017 por el Gobierno polaco como parte de su reforma judicial, se le otorgaron competencias para sancionar, destituir o trasladar contra su voluntad a todos los jueces del país, algo que Varsovia justificó citando "una creciente desconfianza de la gente hacia el Poder Judicial".
Con la creación del órgano, el Tribunal Constitucional polaco, que sentenció que varios puntos en los artículos de los tratados de la UE eran inconstitucionales en su país, y por tanto inválidos al ser contrarios a la Constitución. Sin embargo, todos los países que deciden formar parte de la Unión Europea deben firmar un tratado de adhesión en el que se comprometen a, entre otras cosas, aceptar la soberanía europea como la última palabra. Así, el dictamen polaco se posicionó en contra de los pilares de la organización.
La UE, como entidad jurídica, se basa en el principio de que todos los miembros reconocen la supremacía de sus leyes y el hecho de que es solo el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) quien puede interpretarlas. Por lo tanto, si un estado miembro rechaza la primacía del derecho de la UE sobre su derecho nacional, está también rechazando el principio subyacente en el que se basa la Unión Europea y poniendo en cuestión el futuro de la misma.
"Es necesario para evitar un daño irreparable a los valores de la Unión"
De acuerdo con lo subrayado por el TJUE en un comunicado, el acatamiento de las sanciones "es necesario para evitar un daño grave e irreparable al ordenamiento jurídico de la Unión Europea y a los valores de la Unión, en particular el del Estado de Derecho". Por su parte, el viceministro de Justicia polaco, Sebastian Kaleta, calificó en sus redes sociales la sentencia como "usurpación y chantaje" y acusó al TJUE de "operar fuera de sus competencias" e "ignorar la constitución polaca y las sentencias del Tribunal Constitucional" del país.
Hace unos días, el propio Morawiecki había acusado a la UE de "apuntar con una pistola a la cabeza" de Polonia y comparó la retención de los fondos de recuperación económica pospandemia por parte de Bruselas con "un intento de empezar la tercera guerra mundial". Asimismo, este jueves el ministro de Justicia, Zbigniew Ziobro, afirmó que Polonia "no puede ni debe pagar" estas multas, pues se trata, dijo, de "elementos de presión y solo los débiles ceden a ello".
En agosto, Jarosław Kaczyński, anunció que la Sala de Disciplina del Tribunal Supremo sería liquidada en la forma en que funciona ahora y "por lo tanto, el tema de la disputa" con la UE desaparecería. Sin embargo, desde entonces Varsovia no ha dado indicaciones de cuándo o en qué forma cristalizarán estos cambios.