La escalada de la luz se 'come' las medidas del Gobierno y deja en octubre la factura más cara de la historia
- El recibo será entre 10 y 20 euros superior al de septiembre y prácticamente duplicará el coste del año pasado
- Sin las medidas del Gobierno, calcula la OCU, la factura eléctrica de este mes hubiera subido 30 euros mensuales más
La escalada frenética en el precio de la luz en el mercado mayorista sigue repercutiendo con fuerza en la factura eléctrica y ni el plan del choque del Gobierno ni las medidas anunciadas por la Comisión Europea han impedido que octubre cierre con el recibo más caro de la historia. Según las estimaciones de las organizaciones de consumidores, la factura de la luz de los 10 millones de consumidores acogidos al mercado regulado será entre 10 y 20 euros superior a la marcada de media en el recibo de septiembre y prácticamente duplicará la del mismo mes del pasado año.
Y es que el precio del ‘pool’ sigue sin dar tregua. En el décimo mes del año, ha pulverizado todas las cifras vistas hasta ahora, batiendo hasta cuatro récords diarios. El día 1 se rompió la barrera de los 200 euros por megavatio hora (MWh) y, en tan solo una semana, alcanzó su mayor precio en una jornada: 288 euros/MWh. Por si fuera poco, la hora más cara no para de subir y ha llegado a situarse en octubre en los 320 euros.
Para combatir que estos precios repercutan en el consumidor, el Gobierno puso en marcha un plan de choque con medidas como la bajada del IVA de la electricidad del 21 % hasta el 10 %, la supresión del impuesto del 7 % a la generación eléctrica, el descuento del impuesto de la electricidad al 0,5 % o la contribución esperada de 2.600 millones de euros por parte de las eléctricas procedente de los denominados 'beneficios caídos del cielo'. Estas medidas han servido para contener la subida, pero no han impedido que el recibo deje de incrementarse por las desorbitadas subidas del MWh.
Tampoco será suficiente para que el recibo de octubre sea menor la rebaja en un 90 % de los cargos del sistema eléctrico, que por otra parte han alterado los tramos horarios -punta, llano y valle- que entraron en vigor el pasado 1 de junio, provocando que se hayan reducido a la mínima las diferencias entre los tramos más caros y los más baratos para poner los electrodomésticos. Esto implica que las madrugadas, los fines de semana y los días festivos, cuando impera la ‘hora valle’, ya no son los momentos más baratos para consumir electricidad.
Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), las medidas del Ejecutivo “no han sido suficientes para impedir las subidas, pese a ser necesarias”: sin ellas, calculan, la factura eléctrica de este mes hubiera subido unos 30 euros mensuales más de lo que se incrementa ahora. Para FACUA-Consumidores en Acción, por su parte, se han mostrado “absolutamente insuficientes” y solo están provocando “un leve freno a la brutal subida tarifaria”.
En la misma línea, el presidente de la Cámara de Comercio, José Luis Bonet, cree que las medidas que ha tomado el Gobierno no provocarán el efecto en la factura deseado e, incluso, algunas de ellas deberían haberse tomado antes. “Seguramente habrá modificaciones porque ya se ve que hay empresas que dicen que no pueden seguir adelante”, subrayó en una entrevista en RNE.
La factura de octubre duplica la del año pasado
Ante este contexto, las organizaciones de consumidores calculan que la factura del mes de octubre volverá a situarse como la más cara de la historia: será entre 10 y 20 euros más cara que la de septiembre, que ya superó todos los registros anteriores. Incluso estará cerca de duplicar la factura del mismo mes de 2020, cuando cerró el décimo mes del año en los 66,78 euros.
Según los datos adelantados por FACUA a RTVE.es, el usuario medio -con un consumo mensual de 33 kilovatios hora (kWh) y una potencia contratada de 4,4 kW- pagará una factura media de 121,56 euros este mes. Nada menos que un 88,1 % por encima del recibo de octubre del año pasado. Lo cierto es que la factura eléctrica no ha parado de subir desde primavera, lo que le ha llevado a alcanzar cifras hasta entonces desconocidas en los meses de agosto, cuando se situó en los 93 euros de media, y en septiembre, superando la barrera de los 100 euros.
En lo que va de año, la factura del usuario medio se ha situado en una media por encima de los 86 euros, lo que representa una subida del 11 % con respecto a los 77,18 euros de 2018, el año que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha comprometido a igualar una vez descontado el IPC. "Estamos trabajando con un plan para llegar a un compromiso concreto, y es que al final de 2021 los españoles echen la vista atrás y vean que han pagado en la factura de la luz una cuantía similar y semejante a la que pagaron en 2018", afirmó.
Sin embargo, desde FACUA advierten de que, si las tarifas de octubre se mantuvieran lo que queda de año, el coste de la electricidad para un usuario medio se elevaría en 2021 por encima de los 1.100 euros (una media de 92,14 euros mensuales), un 19,4 % por encima de los 926 euros de 2018. En cualquier caso, la asociación señala que incluso si se alcanzara el objetivo del Gobierno, “las tarifas eléctricas seguirían siendo desproporcionadamente altas”.
El MWh medio se eleva en octubre hasta los 200 euros
Estos altos precios de la electricidad, principalmente durante la segunda mitad del año, han venido motivados a su vez por los fuertes incrementos en el precio de todas las materias primas vinculadas a la energía, como el gas, el petróleo y el carbón, que obligan a recurrir a las opciones más baratas, pero más contaminantes, lo que ha disparado al mismo tiempo los derechos de CO2, también en máximos históricos.
Por otro lado, el término de la energía supone tradicionalmente un 30 % del total de la factura de la luz (el resto son peajes y cargos, e impuestos), pero debido a los fortísimos incrementos de precio y a las medidas puestas en marcha por el Gobierno, su peso en la factura supera ya ampliamente el 50 %, lo que también hace que los precios continúen altos.
En concreto, el coste medio del MWh se situó en octubre en 200,07 euros, una cifra que multiplica por seis los 36,56 euros del mismo mes del año anterior. Es, además, 44 euros más elevado que el precio medio del mes de septiembre (156,15 euros/MWh).
Además, las previsiones para futuro no son esperanzadoras: el gas no bajará hasta febrero o marzo del año que viene, según las previsiones, y el CO2 seguirá su senda al alza, apuntan los expertos consultados. "Ojalá tuviese la capacidad de reducir los precios de las materias primas, de los combustibles fósiles y del acero. No tengo esa capacidad, pero sí la parte regulada y fiscal", señaló esta semana la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, durante una comparecencia en el Congreso de los Diputados, donde también destacó que la factura de la electricidad que pagan los consumidores cuenta actualmente con un 60 % menos de impuestos y un 96 % menos de cargos que en 2018.
El debate de la luz llega a la Unión Europea
Algunas economías como la española, apoyada por Francia o Grecia, han mostrado su preocupación por esta escalada sin precedentes en el precio de la energía y han elevado el debate al seno de la Unión Europea (UE). La pasada semana, los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete se reunieron en Bruselas para abordar esta disyuntiva, aunque decidieron aplazar a diciembre la decisión sobre los elevados precios de la electricidad ante la divergencia de posiciones de los Estados miembros.
Bruselas pidió priorizar ayudas directas a hogares y empresas o recortes de tasas e impuestos que representan aproximadamente un tercio de la factura de la electricidad. Sin embargo, el Gobierno español considera que la actuación hasta ahora de la Comisión ha sido insuficiente y ha reclamado una respuesta urgente y más ambiciosa. Una de sus peticiones pasa por salirse del sistema europeo de precios de la electricidad en "situaciones excepcionales".
Para el responsable del Programa de Clima y Energía del Real Instituto Elcano, Gonzalo Escribano, "cualquier reforma del mercado eléctrico lleva su tiempo", afirmó en la entrevista en Las mañanas de RNE, al tiempo que aclaró que, a corto plazo, "las medidas se estiman solo para episodios coyunturales". Escribano descartó por su complejidad una posible compra conjunta, como también proponen España y Francia, pero sí apostó por las reservas conjuntas, aunque poniendo el foco en la dificultad de un cambio de modelo de manera permanente, ya que "es difícil decirle a una Comisión que lleva 30 años privatizando el mercado energético que hay que volver a intervenirlo".
En la misma línea, las organizaciones de consumidores tachan de “decepcionantes” las medidas anunciadas por la Comisión Europea. A juicio de la OCU, se trata de unas iniciativas que “no inciden en el problema real, como es el efecto amplificador que provoca el sistema marginalista utilizado para fijar el precio de la electricidad", y que demuestran "la incapacidad de la Comisión para atajar una situación excepcional como la que estamos viviendo, que tanto perjudica a los consumidores”.
La organización ha advertido, además, de que la subida de la energía supondrá un sobrecoste al año para las familias de 854 euros, por lo que insta a llevar a cabo “una decidida revisión del bono social que facilite el acceso a todos los hogares vulnerables”, así como mayor transparencia en las tarifas de energía. FACUA, por su parte, reclama al Ejecutivo de coalición que imponga durante al menos seis meses un descuento mínimo del 50 % en la factura eléctrica sometida a la tarifa semirregulada PVPC de la inmensa mayoría de familias, excluyendo solo a las de rentas más altas.
De momento, el Consejo de Ministros ha dado 'luz verde' a incrementar el descuento en la factura de la luz del bono social a los consumidores vulnerables. Así, crece del actual 25 % al 60 %, en general, y del 40 % al 70 % para los consumidores vulnerables severos. Esta medida estará en vigor hasta el 31 de marzo de 2022, fecha en la que está prevista que bajen los precios de la luz en el 'pool'.