Los animales serán "seres sintientes" en la ley: más derechos para ellos y para las "familias interespecie"
- Expertos en derecho animal explican qué supondrá que la legislación reconozca la "sensibilidad" que tienen estos seres vivos
- También valoran qué supone la "descosificación" algunas personas que comparten un fuerte vínculo afectivo con sus animales
Natalia rescató su primera yegua con 16 años. Un mes después de esa hazaña y para sorpresa de sus padres invirtió el dinero recaudado por Navidad en salvar la vida de dos cabras llamadas Bernarda y Bernardita. Ahora, con 21 años y mucho esfuerzo, cuida de más de cien animales que conviven en una pequeña isla situada en la desembocadura del río Miñor (provincia de Pontevedra), a la que accede en barca dos veces al día.
Ese paraíso animalista que ha ido forjando poco a poco, y sin pretenderlo, acoge actualmente caballos, cabras, perros, cerdos, ocas, cobayas o conejos abandonados. Más que un refugio, la Isla de Tali —así lo ha bautizado— es una suerte de arca de Noé 3.0, ya que la iniciativa se vale de las redes sociales para recaudar donaciones que permitan seguir ayudando a quienes no tienen voz.
“El amor no entiende de especies“
"El amor no entiende de especies. En España vamos muy atrasados socialmente y, sobre todo, legamente", afirma Natalia Rodríguez, a la que todos llaman Tali, en una conversación con RTVE.es.
El reconocimiento a su sensibilidad, un pequeño gran avance
La joven de Nigrán está muy al tanto de la próxima reforma legislativa que pretende reconocer a los animales como "seres sintientes" e impedir que sigan siendo considerados como meros objetos en el ámbito jurídico. Aunque parezca "un avance pequeñito" es en realidad "un paso enorme", asegura Tali, que utiliza para esta labor las fincas que sus abuelos tienen en el islote, junto a otros terrenos prestados por vecinos de la zona a cambio de mantenerlos limpios.
"La evolución social parte de cambios así. Creo que por fin hay más gente que intenta escucharlos, entenderlos y darles el respeto que se merecen", opina. Justo después expone algunos ejemplos que ilustran lo que significa, desde su punto de vista, la palabra "sintiencia", que es la capacidad que se le reconocerá a los animales en la ley, por estar "dotados de sensibilidad".
"A mí, en los peores momentos, ellos me han dado fuerza para conseguir cualquier cosa. Te expresan los mismos sentimientos que las personas. Ves cómo llegan a la isla, con una mirada triste, y te lo dicen todo simplemente con los ojos. Los ves unos días después y parecen otros completamente.
La gente me pregunta cómo consigo que haya una buena convivencia entre especies tan distintas. Yo digo que han formado una gran familia. Es increíble cómo cuidan los unos de los otros", cuenta Tali, que estudia integración social y dedica prácticamente todo su tiempo libre a velar por el bienestar de esa familia supernumerosa interespecie.
Fin a un "anacronismo legal"
El Congreso aprobó a comienzos de este mes la Proposición de Ley de modificación del Código Civil, la Ley Hipotecaria y la Ley de Enjuiciamiento Civil sobre el régimen jurídico de los animales. El cambio servirá para "descosificarlos" y reconocerles su capacidad de sentir.
"Ya teníamos el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, que reconocía a los animales como seres vivos dotados de sensibilidad y que es de aplicación directa en España desde que somos miembros. Pero, claro, no es lo mismo tener que recordarle al juez que tiene que aplicar ese principio del derecho comunitario que verlo expresamente en nuestro nuestro Código Civil, que es la fuente de fuentes (...) Creo que esta norma va a facilitar mucho la aplicación del derecho y no solo el civil sino del resto del ordenamiento", explica Nuria Menéndez de Llano, abogada y directora del Observatorio Justicia y Defensa Animal.
Esta plataforma, recuerda Menéndez, impulsó ya en 2015 la campaña #AnimalesNOsonCosas para adecuar el Código Civil "a la realidad social" y corregir lo que considera "un anacronismo legal". La reforma que solicitaban llegará seis años después y tendrá múltiples aplicaciones en el ámbito jurídico.
Repercusión jurídica: custodias, hipotecas o embargos
Por un lado, permitirá determinar el régimen de custodia de una mascota en procesos de divorcio o separación, a partir de lo que la Justicia estime que es mejor para ellas. Hasta ahora, lo más común es que los jueces decidan que sea el "propietario" del animal —el que aparece en el registro como dueño— quien se encargue de sus cuidados tras una ruptura sin acuerdo, pero esto, tal y como está prevista la ley, debería cambiar de manera radical.
Concretamente, el texto actual señala que en el destino de los animales de compañía se tendrá en cuenta "el interés de los miembros de la familia y el bienestar del animal, pudiendo preverse el reparto de los tiempos de convivencia y cuidado si fuere necesario, así como de las cargas asociadas al cuidado del animal".
Respecto al cambio en la ley hipotecaria, la medida aspira a impedir, por ejemplo, que las hipotecas se extiendan a los animales y a evitar también que sean bienes "embargables".
"Cuando un bien (como una vivienda) está hipotecado, la extensión afectaría a aquello que está dentro del bien. Cuando se hace referencia a que los animales no pueden formar parte de esa extensión se dice que, por ejemplo, si en una finca hay un caballo o un perro, no podría ser considerado como parte de la extensión o ser embargado", explica Daniel Dorado, abogado especializado en derecho animal y presidente del Centro Legal para la Defensa de los Animales.
Gastos veterinarios de animales abandonados y reparación del daño moral
Él considera que esas medidas son un logro, como también lo será el hecho de que los gastos veterinarios destinados a curación o cuidado de un animal herido o abandonado puedan ser "recuperables" por quien los haya pagado.
Otra novedad relevante es que, según recoge la proposición de ley, "en el caso de que la lesión a un animal de compañía haya provocado su muerte o un menoscabo grave de su salud física o psíquica, tanto su propietario como quienes convivan con el animal" tendrán "derecho a que la indemnización comprenda la reparación del daño moral causado".
Todos los expertos en derecho animal consultados coinciden en que estos avances en la legislación beneficiarán sobre todo a los animales de compañía, las llamadas mascotas, y, si bien a todos les parece justo que los perros o los gatos ganen derechos, consideran que también hay que proteger al resto de especies. Esperan que esta reforma sea un primer paso.
Dorado precisa que hay que esperar a conocer el texto definitivo y, sobre todo, a ver cómo lo interpretan los jueces. En cualquier caso, deja claro que hay más formas de contribuir a mejorar el panorama de los animales: "Los avances legales, si son positivos, bienvenidos sean, pero realmente se pueden hacer muchas otras cosas por los animales, no solamente reclamar cambios legales, sino también cambiar nuestros hábitos de consumo o colaborar con organizaciones dedicadas a su defensa".
En España hay más perros que niños
Sandra de las Heras, otra amante de los animales que además se ha formado para impartir terapias naturales que mejoren su bienestar, se muestra optimista respecto a lo que pueden suponer todos estos cambios inminentes. Más allá de lo legal, le gustaría que sirvieran para remarcar, de cara a la sociedad, lo que significan para muchas personas sus animales de compañía.
"Solamente hay algo que define a mis perras: son mi familia. No concibo la vida sin ellas y creo que demuestran más cariño, comprensión y empatía que muchísimos humanos", afirma Sandra, adoptante de Alda, Aura y Martina, tres "galgas de casa y no de caza" a las que libró del abandono y del maltrato animal.
“Solamente hay algo que define a mis perras: son mi familia“
Junto a su marido, forman una familia "multiespecie" de cinco miembros y consideran que esa opción de vida es "igual de válida" que la de tener hijos, aunque todavía haya, dice, quienes no lo comprendan.
Respecto a esa comparación que hace Sandra, hay un dato llamativo. En España hay más de nueve millones de perros censados, según datos de ANFAAC, lo que indica que hay más canes que niños actualmente. Concretamente, el número de menores de 14 años residentes en el país en 2021 es de 6.248.790.
Teniendo en cuenta esa cifra y el lugar que ocupan los perros en la sociedad, lo que ella pide es que se tenga más en cuenta el vínculo afectivo tan fuerte que establecen muchas personas con ellos y se avance hacia una mayor integración. Lamenta, por ejemplo, las "trabas" con las que se encuentra cada verano a la hora de viajar con ellas en transporte público o de reservar un alojamiento turístico.
Espera que esto sea algo que empiece a cambiar tras el reconocimiento como "seres sintientes" y añade un último ejemplo sobre lo que significan sus perras para ella: "He hecho un documento de últimas voluntades donde especifico que, si a mí me pasa algo, mi marido se quedaría al cuidado de ellas y, si nos pasara algo a los dos, una amiga se ocupará de encontrarles unos buenos adoptantes".