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Argelia denuncia la muerte de tres civiles en un bombardeo marroquí en el Sáhara Occidental y promete venganza

  • La situación en la zona es de alta tensión entre Argelia, el principal apoyo económico del Frente Polisario, y Marruecos
  • A finales de agosto el ministro argelino de Asuntos Exteriores anunció la ruptura de relaciones con los marroquíes

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Argelia denuncia la muerte de tres civiles en un bombardeo marroquí en el Sáhara Occidental

Tres ciudadanos argelinos han sido "cobardemente asesinados" este lunes, según ha anunciado la presidencia de Argelia, que ha culpado a las fuerzas marroquíes del suceso y ha prometido venganza. Las muertes se han producido como consecuencia un "bárbaro bombardeo" de un presunto avión de combate no tripulado contra un convoy de camiones en la ruta de comercio que une la ciudad argelina de Uargla y la capital de Mauritania, Nuakchott.

De acuerdo con Argelia, los presuntos asesinatos se llevaron a cabo el uno de noviembre, cuando los ciudadanos celebraban "con alegría y serenidad" el 67 aniversario del estallido de la Revolución de Liberación Nacional. Según la fuente, las autoridades tomaron entonces de inmediato las medidas necesarias para investigar el acto "con el fin de dilucidar las circunstancias que lo rodearon".

Las fuerzas marroquíes, que ocupan desde 1975 la antigua colonia española del Sahara Occidental, han sido señalados como los autores del crimen, mostrando una "nueva manifestación de brutal agresividad característica de una conocida política de expansión territorial y de terror". No obstante, Marruecos no ha confirmado ni desmentido el incidente y Mauritania, tercer país involucrado de forma tangencial, lo desmintió el martes y guarda silencio tras la denuncia argelina.

El Sahara Occidental: una zona de alta tensión entre Argelia y Marruecos

El Sahara Occidental es desde hace décadas un lugar de alta tensión entre Argelia, el principal apoyo económico del Frente Polisario y Marruecos, quien reclama el territorio como suyo. No obstante, el conflicto ha cobrado magnitud en el último año cuando, tras casi 30 años de alto al fuego entre los marroquíes y el Polisario, la guerra se reactivó en 2020 por parte de estos últimos y como consecuencia de la entrada del ejército marroquí en el área desmilitarizada de Guerguerat.

La tensión se multiplicó a finales de agosto, cuando el ministro argelino de Asuntos Exteriores, Ramtane Lamamra, anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con Marruecos. La decisión fue adoptada por el presidente de la República, Abdelmedjid Tebboune, tras escuchar las recomendaciones del Alto Consejo de Seguridad, y en respuesta a lo que denominó como actos hostiles de los marroquíes.

Desde entonces, el ministerio de Defensa de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) ha emitido centenares de "partes de guerra" e informado de varias víctimas en los dos bandos enfrentados, ante el silencio de Rabat, que niega que exista una guerra. En este contexto, y presionado por Estados Unidos y la parte de la Unión Europea, Maruecos aceptó este septiembre el nombramiento de Staffan de Mistura como nuevo enviado especial de la ONU para el referéndum del Sahara Occidental.

El Consejo de Seguridad de la ONU acordó ampliar el mandato de la Misión de Naciones Unidas para el Sahara Occidental (MINURSO), en una resolución que rechazaron tanto Argelia como el Frente Polisario al considerar que socavaba el proceso para el referéndum de autodeterminación y reforzaba las tesis de Marruecos, que ya ha anunciado que no está dispuesto a negociar la posible independencia. El Polisario advirtió, además, que en estas condiciones el nuevo documento de Naciones Unidas no le dejaba otra alternativa que "seguir con la lucha armada".

Más de dos meses desde la ruptura de las relaciones diplomáticas

La ruptura estuvo provocada, aparte de la vieja rivalidad por la antigua colonia española, por la decisión de Marruecos de entablar relaciones diplomáticas con el Estado de Israel a cambio del reconocimiento de la soberanía marroquí sobre los territorios que ocupa en el Sahara Occidental. Un reconocimiento que los marroquíes también consiguieron de Estados Unidos.

En su declaración, Lamamra también aludió al apoyo prestado por Rabat a dos conocidas organizaciones opositoras clasificadas como terroristas por las autoridades argelinas y a la presunta participación de los servicios secretos marroquíes en el programa de espionaje Pegasus, un virus de tecnología israelí que ha sido introducido en teléfonos de periodistas, activistas y responsables de todo el mundo.

No obstante, los episodios de rivalidad son muchos. Por ejemplo y como señaló el ministro argelino de Asuntos Exteriores, lo son tanto "la profanación de la bandera nacional en el consulado de Casablanca en 2013" como la parálisis del proceso de diálogo iniciado hace 30 años para resolver el conflicto del Sahara Occidental a través de un referéndum de autodeterminación tutelado por la ONU. Además, las malas relaciones han tenido como consecuencia el cierre del gaseoducto Magreb-Europa, que afecta a España.