La crisis de los microchips sacude al mercado de coches usados: menos oferta a un mayor precio
- Los retrasos en las entregas de vehículos nuevos incrementan la demanda de los de ocasión
- Los automóviles de menos de cinco años se han encarecido un 15% en el último año
Lorena está buscando un coche de segunda mano que le permita circular por el centro de Madrid. "Me está siendo complicado porque salen muchos, pero no con la pegatina ambiental que necesito", se lamenta. Los más habituales son automóviles viejos, generalmente de tecnología diésel y anteriores a 2006.
Entre enero y septiembre un tercio de los vehículos usados que se compraron en España tenían más de 15 años y sus cifras se han incrementado un 31 % respecto al año pasado.
En cambio, aquellos con apenas meses en la carretera han visto caer sus ventas un 24 %. Los vehículos con menor antigüedad están siendo los más afectados por la escasez de microchips en las fábricas de automóviles.
Sin chips de Asia, el mercado de segunda mano se resiente
Los problemas del mercado de coches nuevos se acaban trasladando al de vehículos usados. Ambos están estrechamente relacionados. La falta de semiconductores a nivel mundial ha provocado que las plantas españolas hayan pisado el freno.
Hasta el tercer trimestre han producido un 25 % menos que en 2019, año previo a la pandemia. Esto ha ralentizado el ritmo con el que las empresas, como las alquiladoras, pueden sustituir sus flotas.
"La oferta del mercado de ocasión se nutre en parte de estas compañías y si estas no renuevan sus vehículos, no se está inyectando vehículos de hasta cinco años en el mercado", explica Tania Puche, directora de comunicación de la patronal de vendedores GANVAM.
En paralelo, esta asociación subraya que los retrasos en la entrega de vehículos nuevos, de entre seis meses y un año, está provocando "un desplazamiento de la demanda hacia el mercado de ocasión". Muchos conductores no quieren esperar tanto tiempo para disponer de un vehículo y optan por un kilómetro cero o uno seminuevo: "Nos hemos encontrado con clientes que tenían un vehículo solicitado a fábrica y tras encontrarlo físicamente en nuestras instalaciones deciden anular el pedido con tal de conseguirlo inmediatamente", relata Jorge Cortés, director de marketing del grupo Automóviles Mosancar, quien reconoce los problemas de oferta en el sector: "No estamos recibiendo prácticamente ningún vehículo de renting".
La pelea por hacerse con vehículos de ocasión
"Los concesionarios nos están llamando para comprarnos coches y venderlos ellos después". Es el ejemplo que pone Fernando Rodríguez, director de Tecnología de OcasionPlus, para ilustrar la acuciante falta de vehículos de segunda mano.
La compañía cuenta con unos 4.000 vehículos en stock, de los que unos 1.000 tienen menos de dos años o de 30.000 kilómetros. OcasionPlus consigue estos coches a través de particulares y, según explica, no está teniendo dificultades, aunque subraya que una de las claves para lograrlo es ofrecer buenos precios.
Jorge Cortés, de Automóviles Mosancar, explica que algunos actores del mercado "deben de estar teniendo bastantes problemas de stock porque se les ve con campañas muy agresivas de compras de vehículos para que los conductores les lleven su vehículo ofreciéndoles una tasación por encima de lo que darían en condiciones normales". La otra vía a la que está recurriendo el sector para abastecerse es la importación de vehículos de otros países.
Menos oferta y más demanda: precios más altos
Los datos de GANVAM revelan que un vehículo usado con menos de cinco años de antigüedad cuesta hoy un 15% más que hace un año. Su precio medio se acerca ya a los 19.500 euros, por encima de los casi 19.000 euros de septiembre de 2019, antes de que la pandemia empujara su coste hacia abajo. Los vehículos con menor antigüedad son los que más se están encareciendo porque en este segmento es donde se concentran los problemas de oferta.
Sin embargo, también están subiendo de precio los coches más viejos. Raúl necesitaba uno para ir y volver del trabajo y se encontró con que le pedían cantidades que no se esperaba: 2Te encuentras con coches de hace siete o diez años y con 300.000 kilómetros por los que están pidiendo 3.500 euros".
El 60 % de las operaciones de vehículos de ocasión se realizan entre particulares y cuanto mayor es su antigüedad, menor es la presencia de los concesionarios y otros vendedores especializados. "El mercado de segunda mano siempre ha sido una tómbola, pero con estos precios da mucho más miedo gastarte ese dinero en un coche que no sabes en qué estado puede estar", añade.
En España se venden más coches viejos que nuevos
La crisis de los chips también está incrementando la distancia entre las matriculaciones de vehículos nuevos y las ventas del mercado de ocasión. En España por cada automóvil nuevo que sale de un concesionario, se compran más de dos usados y el 60 % son automóviles con más de diez años. "En el mercado de ocasión se vende lo que hay. Si tenemos ese vacío en la oferta de vehículo joven, la que nos queda es la de los más antiguos", sentencia Tania Puche, directora de comunicación de la patronal GANVAM.
La previsión que maneja la asociación es que este año se vendan 1.175.000 coches de más de diez años frente a los 900.000 vehículos nuevos. "Así va a ser complicado alcanzar los objetivos de descarbonización", sentencia. Esto no quiere decir que el mercado de segunda mano vaya viento en popa. Es el sector del vehículo nuevo el que está deprimido.
La previsión que maneja GANVAM es que el mercado de ocasión termine el año con 1,9 millones de operaciones. Es un 8 % más que el año pasado, pero un 6 % menos que en 2019.
Un cuello de botella que tardará en resolverse
Nadie del mundo del automóvil espera que la escasez de chips se vaya a resolver en el corto plazo. El sector consume entre el 10 % y el 15 % de la demanda mundial de semiconductores, pero ahora las fábricas, concentradas en Asia, no dan abasto y la electrónica de consumo tiene prioridad.
Además, los proyectos para construir chips en Europa tardarán en dar frutos. Las marcas de automóviles se resignan y la patronal de fabricantes ANFAC calcula que la oferta y demanda de chips para los vehículos nuevos no se reajustará hasta finales de 2022.
Solo entonces se darán las condiciones para que, tiempo después, se normalice la situación en el mercado de segunda mano: "Quizá estemos hablando de dos años para que se regule el sector de vehículos de ocasión", sentencia Jorge Cortés, de Automóviles Mosancar.