Arce presenta el informe de su primer año de gestión en Bolivia entre abucheos y silbidos
- El discurso ha estado plagado de ataques contra el Gobierno interino de Jeanine Áñez
- El discurso ha sido interrumpido varias veces por arengas y aplausos de los legisladores del gobernante MAS
El presidente de Bolivia, Luis Arce, ha presentado este lunes el informe de su primer año de gestión plagado de ataques contra el Gobierno interino de Jeanine Áñez y en medio de confrontaciones de los legisladores que por momentos no dejaban escuchar la presentación del mandatario.
Durante más de dos horas, el presidente Arce ha dado un detallado informe de su gestión en el que ha comparado cifras del Ejecutivo interino al que se ha referido como "gobierno de facto" o "derecha golpista" con lo que ha logrado su Administración hasta la fecha.
Silbidos y empujones
Arce ha iniciado su informe ante la Asamblea Legislativa señalando que desde 2019 hasta finales de 2020 se han vivido "tiempos de incertidumbre" en el país y ha responsabilizado a la "derecha golpista" del deterioro de la economía, la salud y la educación.
El discurso del mandatario boliviano ha sido interrumpido en varias ocasiones por arengas y aplausos de los legisladores del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) pero también por los silbidos y abucheos de los legisladores opositores. Ambos bandos se han empujado e insultado. Ante esta situación, al mandatario han tenido que colocarle tres micrófonos y unos altavoces para que la transmisión del discurso se pudiera escuchar.
Los líderes de la oposición boliviana han criticado el informe, considerándolo un discurso de "odio". Le han pedido que gobierne para todos y no solamente para los militantes de su partido.
Políticos como el expresidente boliviano Jorge "Tuto" Quiroga y el gobernador de la región oriental de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, cuestionaron las constantes alusiones de Arce al Gobierno transitorio de Jeanine Áñez y la versión oficialista de que en 2019 hubo un "golpe de Estado" en contra del entonces mandatario Evo Morales.
La reactivación económica
Para Arce, que fue ministro de Economía del Gobierno de Evo Morales, la reactivación económica es una de las principales premisas de su gestión.
El presidente ha destacado que con la restitución del modelo económico social comunitario productivo, Bolivia avanza en la recuperación económica dando prioridad al sector de la salud y a la reactivación de unos 5.832 proyectos de infraestructura que habían quedado suspendidos.
Las medidas de Arce se han enfocado principalmente en la inversión social como el bono contra el hambre, fideicomisos para otorgar créditos a productores para reactivar la industria y sustituir las importaciones, el impuesto a las grandes fortunas y el retiro total o parcial de los aportes de jubilación de las Administradoras de Fondos de Pensiones.
El presidente ha recordado que el PIB creció un 9,4 % en el primer semestre de 2021, mientras que en el tercer trimestre de 2020 tuvo una caída de -12,6 %.
Sobre la crisis de 2019, Arce ha recordado el informe del Grupo Interdisciplinario de Estudios Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que determinó que durante la crisis hubo "graves violaciones a los derechos humanos".
Por lo que su Gobierno trabaja en una reforma judicial para cumplir con el mandato que recibió del pueblo boliviano de gobernar con "justicia social" y esclarecer los hechos de 2019.
Paro y manifestaciones
Varios sectores bolivianos contrarios a una ley contra la legitimación de ganancias ilícitas han iniciado este lunes un paro indefinido. Desde primeras horas de la mañana de este lunes en ciudades como Santa Cruz y Cochabamba se han registrado algunos bloqueos de vías, poca afluencia de transporte y varios comercios permanecían cerrados.
Los enfrentamientos entre los bloqueadores y la Policía y grupos que intentaban disipar las protestas han marcado la primera jornada, que ha terminado con más de un centenar de detenidos y varios heridos.
Comerciantes informales, transportistas y organizaciones cívicas y ciudadanas piden desde hace semanas que el Gobierno derogue la ley de Estrategia Nacional de Lucha Contra la Legitimación de Ganancias Ilícitas y el Financiamiento al Terrorismo también conocida como "ley madre".
Los detractores de esta ley sostienen que el oficialismo busca "imponer" un "totalitarismo económico y financiero" en contra del pueblo boliviano.