El coche eléctrico, una asignatura pendiente para España
- En la actualidad, el parque español solo dispone de 150.000 de estos vehículos, muy lejos aún de los objetivos europeos
- Limitada autonomía, precio elevado o una insuficiente red de puntos de carga son sus principales lastres
Al coche eléctrico le está costando despegar en España, a menos de una década para que se cumpla el primer plazo dado por la Unión Europea para la electrificación de su parque automovilístico. En la actualidad, nuestro país solo cuenta con aproximadamente 150.000 vehículos eléctricos, muy lejos aún de poder cumplir el objetivo de llegar hasta los cinco millones antes de 2030.
La Comisión Europea (CE) ha propuesto recortar las emisiones de CO2 de los coches nuevos un 55% en 2030, y un 100% a partir de 2035, por lo que a partir de este último año se dejarían de producir automóviles equipados con motor de gasolina o diésel, dentro del plan de la Unión Europea para alcanzar la neutralidad climática en 2050.
Para ajustarse a estos plazos, el Gobierno ha lanzado el primer Perte (Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica) con cargo a los fondos europeos para el desarrollo del vehículo eléctrico y conectado, que contará con una inversión total de 4.300 millones de euros. Pero no se trata únicamente de incentivar la compra de coches eléctricos, sino también de producirlos y desarrollar la infraestructura necesaria para su uso.
El sector automovilístico tiene un protagonismo clave en la economía española, con un peso de aproximadamente el 10% del PIB, según datos del Ministerio de Industria. En 2020, España fue el segundo mayor productor europeo de automóviles y el octavo a nivel mundial; y ahora debe asegurar la adaptación para que el 100% de los vehículos que se produzcan no emitan gases que contribuyan al calentamiento global, por lo que la industria de la automoción se enfrenta a un reto colosal.
"La situación del coche eléctrico ahora mismo en España es desafortunada, por decirlo de una manera suave. Hemos tenido una entrada de este tipo de vehículos que no ha sido bien acogida a nivel de mercado", manifiesta a RTVE.es Roberto Álvarez Fernández, profesor e investigador de Ingeniería eléctrica en la Escuela Politécnica de la Universidad Nebrija, quien considera que "el coche eléctrico en nuestro país tiene un problema, y es que no lo quieren las compañías que fabrican los coches, no lo quieren los compradores, y tampoco lo quieren las compañías eléctricas. No está bien valorado por ninguno de los tres, y la acogida que está teniendo a nivel general es mala".
Sobre esa aparente contradicción de que las propias compañías eléctricas tampoco estén interesadas en el desarrollo de estos vehículos, Álvarez Fernández cree que obedece a que "va en contra de ellos". "El gasto que supone mejorar su infraestructura es muy grande, por lo que lo consideran negativo, e invierten en otras cosas. Al final, dar infraestructura y cobertura a los vehículos eléctricos supone un problema para las compañías energéticas", opina.
El Perte del Gobierno incluye el Plan Moves III para la compra de vehículos eléctricos, con una aportación de 2.900 millones de euros. Para los particulares y autónomos que adquieran un coche eléctrico las ayudas serán de hasta 7.000 euros, mientras que en el caso de una motocicleta, la subvención máxima alcanzaría los 1.300 euros. Aunque ese dinero no solo está dirigido a ayudar a particulares, autónomos y empresas en la compra, sino también a la instalación de infraestructuras de recarga.
Insuficiente red de puntos de carga
Este es uno de los principales puntos débiles de la movilidad eléctrica en España: su insuficiente red de puntos de carga, en un país donde la mayor parte de los coches carecen de aparcamiento privado y permanecen habitualmente en la calle, por lo que no tienen dónde conectarse. El objetivo a nivel nacional es que haya entre 250.000 y 340.000 enchufes públicos en 2030, una cifra que contrasta con la disponibilidad actual, ya que a finales de 2020 apenas sobrepasaban los 8.500. Según destaca el último informe redactado por la comisión de movilidad de la Cámara de Comercio de España, si se tienen en cuenta los puntos privados, para llegar a los cinco millones de vehículos eléctricos en 2030, la necesidad global se situaría aproximadamente en 3,3 millones de enchufes.
"La actual red de puntos de recarga eléctrica accesibles al público en España no contiene una adecuada proporción de infraestructura en función del tipo de recarga, potencias y tiempos. Asimismo, se constatan carencias en la dotación de infraestructura de recarga eléctrica interurbana, imposibilitando la movilidad de personas y mercancías entre ciudades en un tiempo similar al de los actuales vehículos de combustión interna", asegura el informe, que advierte de que "el cumplimiento de los compromisos asumidos por España de reducción de emisiones en el horizonte 2030 en el ámbito del transporte terrestre no será posible si se mantiene la actual trayectoria en la evolución del parque de vehículos eléctricos".
Escasa autonomía y precio elevado
Debido a sus características y limitada autonomía, en España el vehículo electrificado se vende mayoritariamente en las grandes ciudades, sobre todo en Madrid, Barcelona y Valencia. Otro lastre importante es su elevado precio, sensiblemente mayor que el de los coches de gasolina o diésel, aunque se espera que para el año 2025 estos sean similares a los de los automóviles de combustión. La razón principal será el abaratamiento de las baterías, que es el componente que más repercute en el precio final.
Para el experto en movilidad sostenible Roberto Álvarez Fernández, "en España, el vehículo eléctrico solo triunfará cuando se cargue rápido y de manera esporádica, en el momento en que a uno le apetezca. Sería repetir el mismo modelo que tenemos de combustión pero en eléctrico". Una comparación que le lleva a apuntar al que, a su entender, es el mayor problema al que se enfrentan este tipo de vehículos: "nuestro modo de vida".
"Tienes un coche de combustión y lo que buscas es una réplica o algo que lo mejore. Pero si te dicen que el vehículo eléctrico hay que recargarlo en casa ocho horas, que si no dispones de un cargador en casa lo tienes realmente difícil, que donde lo puedes recargar tarda mucho, o que la autonomía es limitada… Nos hemos acostumbrado a una cosa y el vehículo eléctrico no mejora eso. En lo que sí que lo mejora es en el tema de las emisiones, pero en España casi nadie se compra un coche eléctrico por temas medioambientales", sostiene.
El escenario óptimo pasaría por un vehículo eléctrico con gran autonomía, que se recargue rápido, en una red de puntos de recarga muy amplia, y que además se abasteciese únicamente de energía limpia que no haya utilizado combustibles fósiles para su generación. Solo así se podrá acceder a ese horizonte que se antoja, de momento, muy lejano. España cuenta con aproximadamente 25 millones de turismos, de los que únicamente 150.000 son eléctricos. Para que salgan las cuentas, hay que alcanzar los 250.000 en 2023, llegar a los cinco millones en 2030, y electrificar completamente el parque automovilístico antes de 2050.