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Concienciar sobre el cambio climático sin generar ecoansiedad: "No podemos caer en el pesimismo"

  • Desde Teachers For Future animan a su alumnado a luchar contra el cambio climático "de forma activa"
  • El último informe IPCC señala que los efectos del calentamiento global son "irreversibles"

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Protesta de Madres por el Clima
Protesta de Madres por el Clima

Cada día son más los jóvenes que padecen ansiedad climática, un problema de salud mental causado por el deterioro ambiental que vive el planeta y que los lleva, incluso, a plantearse la paternidad.

Pero, ¿se puede concienciar sobre el cambio climático sin generar ecoansiedad?, ¿es posible que las próximas generaciones se impliquen sin sentirse sobrecogidos por el desánimo?

El nacimiento del movimiento social Fridays For Future y sus huelgas por el clima del 2019 desataron una ola de concienciación medioambiental que no solo animó a los más jóvenes a ponerse en marcha, también generó la creación de varios grupos de padres y profesores que, desde su terreno, intentan trasladar a los más pequeños la importancia del ecologismo.

"Quisimos darles voz a nuestros hijos", así explica Yetta Aguado, cofundadora del proyecto Madres por el Clima, el nacimiento de esta iniciativa que surgió a través de un grupo de Whatsapp con varias madres. “Nuestros hijos eran muy pequeños para manifestarse solos - en el 2019 la hija de Yetta tenía 4 años- y por eso sentimos la necesidad de movilizarnos con ellos y por ellos”.

Maternidad y conciencia climática

La crisis climática es una preocupación cada vez mayor entre los jóvenes, de hecho, un estudio dirigido por la Universidad de Bath en Inglaterra, en colaboración con otras cinco universidades y que será publicada por la revista Lancet Planetary Health en el que participaron jóvenes de entre 16 y 25 años de 10 países diferentes ha revelado que un 75% de los encuestados considera que el futuro es aterrador.

Esta sensación provoca que muchos no consideren la paternidad como parte de su futuro. Sin embargo, para Aguado la maternidad se ha convertido en uno de "los mayores impulsos para ponerse en marcha". "Para mí, la conciencia climática y la maternidad van necesariamente de la mano, hay muchas cosas que sí podemos cambiar". "Cuando me hice madre surgió un sentimiento de protección, debía garantizar una vida en unas condiciones óptimas para mis hijos",

Ante esta ecoansiedad creciente en parte de la sociedad, las formas de trasladar el mensaje se han convertido en un pilar básico: "Debemos concienciar de una manera nueva, nos cuesta imaginar escenarios diferentes, pero las cosas también pueden ir a mejor" sostiene Aguado.

Aun así, es difícil no caer en el pesimismo si nos fijamos en el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos para el Cambio Climático (IPCC) publicado este pasado agosto que recopila todo lo que se sabe sobre el cambio climático hasta el momento. Este documento señala que los efectos "irreversibles" del calentamiento global y lo conecta con fenómenos extremos como las olas de calor. Asimismo, los expertos aluden a la responsabilidad de los seres humanos en esta crisis climática y advierten de que la subida de temperaturas no tiene parangón en los últimos 2.000 años.

Es por esto, que desde Madres por el Clima señalan la importancia de "interiorizar ciertos comportamientos desde que somos pequeños". "Se trata de incorporar ciertas rutinas que mitiguen el daño al planeta como nuestra forma de consumir o de movernos".

Pese la crudeza de los datos, Yetta Aguado no pierde la esperanza. "Como madre no me lo puedo permitir, cuando estás en esta lucha lo estás porque crees que te llevara a algún sitio", explica.

Los niños, "desvinculados" del medio natural

Hablar sobre la crisis climática conlleva a hablar de las próximas generaciones, ellos serán los que más sufran los problemas medioambientales venideros. A pesar de apelar a ellos y a su futuro cuando se quiere hacer hincapié en la importancia de este tema, no existe una conciencia desde las aulas.

"Ahora mismo no hay una conciencia generalizada ni materiales para hacerlo posible". Así de tajante se muestra Miriam Leirós, fundadora de Teachers For Future y parte del grupo de expertos de la asamblea climática del gobierno. Por esta razón, desde su colectivo que ya cuenta con el apoyo de 28.000 colegios de toda España, han hecho una propuesta al Ministerio de Educación para que baraje un currículo ecosocial para introducir en la nueva ley de educación LOMLOE.

"La LOMLOE presenta unos nuevos parámetros con los que poder tratar este tema de una manera mucho más clara y eficiente, esta nueva ley da pasos, pero vamos muy tarde".

Miriam Leirós es profesora de primaria en Vigo y combina sus clases con el activismo y los proyectos que llevan desde Teachers For Future. "Nos dimos cuenta de los niños estaban desvinculados del medio ambiente, conocían más marcas de móviles y de coches que árboles". Para este colectivo es imprescindible que los niños vuelvan al entorno natural para poder adquirir conciencia climática. "No se puede estudiar los seres vivos y no salir a verlos". Desde Teacher For Future apuestan por una pedagogía vivencial incluso en las grandes ciudades. "Si no hay parques cerca se puede salir a apreciar los cambios de estaciones, todo forma parte de nuestro hábitat".

Miriam Leirós y sus alumnos durante una protesta por el cambio climático Imagen cedida por Miriam Leirós

Pese a su constante trabajo desde las aulas, Leirós lo tiene claro: "No existe una conciencia climática generalizada". "La población considera que con echar el plástico al cubo amarillo o tener un coche híbrido está cuidando del planeta y la culpa no es de la sociedad, lo que pasa es que nunca se ha invertido en educar en este sentido ni en una comunicación que informara de verdad".

Desde Teachers For Future, intentan transmitir que la concepción de que el cambio climático va a cambiar con el planeta es errónea. "El planeta estaba antes y puede seguir sin nosotros. Es nuestra especie y nuestra calidad de vida, la que va a sufrir inundaciones y sequías." Estas consecuencias ya se hacen visibles, según señala el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, entre el 75% y el 80% de España está en riesgo de convertirse en desierto a lo largo de este siglo.

Los datos no son favorables y este profesorado lo sabe, sin embargo, intentan crear proyectos que ayuden a mitigar el problema. "Solo con llevar la merienda en un tupper y no en un envoltorio de plástico estamos contribuyendo a mejorar las cosas y los niños se sienten parte de algo por lo que toman una mayor conciencia".

Al igual que Madres por el Clima, desde Teacher For Future quieren responsabilizar sin hacer que la carga para los más pequeños sea demasiado pesada. "Tenemos la responsabilidad de no caer en el pesimismo, pero no debemos edulcorar la realidad porque es la que es".

"No podemos engañar a los niños, explica Leirós, pero sí podemos enseñarles a gestionar sus emociones para no caer en la ecoansiedad". Para esto deben tener herramientas que los impulsen a seguir hacia adelante. "Debemos enseñarles que de esto saldremos de forma activa, haciendo cosas y no de brazos cruzados".