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El acusado del asesinato de Laura Luelmo se declara inocente y culpa a su expareja del crimen

  • El juicio ha arrancado este lunes y se celebra a puerta cerrada a petición de la familia de la joven
  • La Fiscalía pide para el acusado prisión permanente revisable

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El acusado del asesinato de Laura Luelmo se declara inocente

Bernardo Montoya, acusado de la agresión sexual y el asesinato de la joven zamorana Laura Luelmo en diciembre de 2018 en El Campillo (Huelva), se ha declarado inocente durante la primera sesión del juicio y ha culpado a una expareja de la muerte de la profesora.

Así lo ha revelado su abogado, Miguel Rivera, durante un receso de la primera sesión del juicio. Montoya, al igual que alegó durante la fase de instrucción, ha declarado que fue su expareja la que por celos cometió el crimen.

El juicio ha arrancado este lunes y se celebrará de lunes a viernes en la Audiencia Nacional de Huelva en dos sesiones, una por la mañana y otra por la tarde. El magistrado ha decidido que será a puerta cerrada a petición del tío de la joven, Francisco Luelmo, para preservar la intimidad de la familia y al que se unieron la defensa y el jurado popular.

Durante la primera jornada han declarado cuatro funcionarios de prisiones como testigos y más tarde otros nueve. Este martes seguirán declarando los testigos. El miércoles será el día de las pruebas periciales y hay citados seis médicos forenses para que den su testimonio.

Un jurado popular que se ha constituido al inicio del juicio será el que decida sobre la culpabilidad o no de Montoya que, en un primer momento, confesó tanto en sede policial como judicial ser autor de los hechos pidiendo perdón a la familia. Sin embargo, meses más tarde cambiaría su versión asegurando que era inocente y culpando a una mujer que fue su pareja sentimental.

En diciembre de 2018, Luelmo (26 años) se trasladó a vivir a El Campillo para cubrir una baja de la especialidad de Plástica en el instituto de Educación Secundaria Vázquez Díaz de un pueblo cercano, Nerva. Unos días más tarde, el 12 de diciembre, la familia denunció su desaparición y se activó el correspondiente dispositivo de búsqueda para dar con su paradero. Según el fiscal, fue alrededor de las 17:30 horas de ese 12 de diciembre cuando el acusado abordó por sorpresa a la joven al volver a su domicilio tras hacer la compra en un supermercado cercano y, con ánimo de privar su libertad de movimiento, mientras la misma gritaba, la introdujo a la fuerza en su domicilio.

La acusación particular pide prisión permanente revisable

Tanto la acusación particular, ejercida por la familia de la joven, como la Junta de Andalucía -acusación popular- han solicitado prisión permanente para Montoya, quien lleva en la cárcel de Huelva desde el pasado 2 de noviembre, día en que fue trasladado desde la de Sevilla II, en Morón (Sevilla), a la espera del juicio.

Además, la Fiscalía considera que los hechos acontecidos son constitutivos de un delito de detención ilegal, un delito de agresión sexual y otro de asesinato, toda vez que argumenta que se dan las agravantes de género en el caso del delito de agresión sexual y la de reincidencia, en el de asesinato.

Por tanto, señala que procede imponer a Montoya la pena de 20 años por el delito de detención ilegal, doce por agresión sexual y la pena de prisión permanente revisable por el delito de asesinato.