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La mujer del presunto inductor del crimen del concejal de Llanes no cree responsable a su marido

  • Reconoce que mantenía relaciones sexuales esporádicamente con la víctima
  • Asegura que su marido no estaba "desesperado", ni sentía odio por la víctima al descubrir su relación extramatrimonial

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Banquillo de los acusados en el juicio por el asesinato de Javier Ardines
Banquillo de los acusados durante el juicio por el asesinato del concejal de IU en Llanes Javier Ardines.

La mujer de Pedro N.A., el acusado de inducir en agosto de 2018 el crimen del concejal de IU de Llanes, Javier Ardines, ha afirmado este lunes que no cree que su marido sea el responsable del crimen, pues ha negado que estuviera "desesperado" o que sintiera odio hacia el edil tras descubrir su relación con la víctima. También ha asegurado que su marido "nunca le ha controlado, porque además es una mujer que no le gusta que le controlen".

En el juicio que se sigue en la Audiencia Provincial de Oviedo, la testigo K.B., que ha declarado por videoconferencia desde Durando, ha explicado que "a día de hoy no cree" que su marido sea el autor de la muerte del concejal, aunque ha reconocido que en el momento de los hechos sí lo llegó a pensar.

La testigo, que es también prima de la esposa de la víctima, ha defendido a su esposo de quien ha dicho que "no es una persona agresiva, ni vengativa" y ha afirmado que el día del crimen "estaba en Amorebieta".

Ante las preguntas de la fiscal, ha insistido en que nunca percibió que Pedro N.A. tuviera odio al concejal tras conocer la infidelidad o que estuviera "desesperado", sino que simplemente le veía con pena porque su relación se acababa tras 24 años casados y dos hijos.

Mala relación matrimonial

También ha indicado que no llevaba 30 años de relación con Javier Ardines, "tal y como se dice", sino que "mantuvieron relaciones sexuales esporádicas desde hacía cuatro años porque su matrimonio iba mal".

Y ha restado importancia al contenido de la conversación que Pedro N.A. les grabó unos meses antes del crimen y con la que confirmó sus sospechas de infidelidad. Tras afirmar que era "una conversación de dos personas adultas que se atraían y nada más", ha admitido que su marido le pidió explicaciones, pero "como siempre, como una persona normal", aunque enfadado.

"Antes de diciembre --fecha clave para la investigación al enterarse Pedro N. de la infidelidad de su esposa-- yo ya estaba mal con mi marido, cada vez la relación iba a peor", ha indicado la testigo que ha asegurado que en el momento de los hechos "él hacía su vida por un lado y ella por otro".

Ha insistido en que durante el último año "las cosas estaban fatal entre los dos" y ella también desconfiaba de su marido, de ahí que se mirasen el móvil mutuamente y que se enviasen mensajes de constantes reproches.

No obstante la testigo ha negado que se sintiese "martirizada" con el trato que le daba su marido o qué este le controlase el dinero y le "castigase" con ese asunto y ha achacado los mensajes que se intercambiaban al estado en el que se encontraba el matrimonio.

La de este lunes es ya la octava jornada del juicio contra los cuatro acusados de asesinar al concejal llanisco. En el banquillo se sientan Pedro N. A como supuesto inductor del crimen, Jesús M., acusado de ser el intermediario con los dos supuestos autores materiales de la muerte de Ardines, Maamar K. y Djilali B. Los cuatro se enfrentan a una pena de 25 años de prisión.