Bruselas estudia crear una fuerza militar conjunta que le permita intervenir con rapidez en situaciones de crisis
- Los ministros de Defensa de los Veintisiete han dado este martes el visto bueno a la propuesta
- La idea es contar con recursos para poder desplegar hasta 5.000 uniformados en situaciones de crisis
La Unión Europea estudia crear grupos militares europeos que permitan la intervención rápida del bloque europeo con hasta 5.000 efectivos en situaciones de emergencia, incluidas amenazas híbridas como la presión migratoria orquestada por Bielorrusia.
Los ministros de Defensa de los Veintisiete han dado este martes el visto bueno a la propuesta del Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, para crear un ejército que permita una respuesta más "rápida, decisiva y robusta" de la UE ante situaciones de crisis.
La aprobación definitiva está prevista para el mes de marzo de 2022 y hasta entonces los socios comunitarios irán dando forma a la 'hoja de ruta' con propuestas concretas y plazos para su aplicación.
En concreto, sobre los grupos de respuesta rápida, Borrell ha señalado que servirán para aumentar la respuesta de la UE ante ataques híbridos como la actual agresión Bielorrusia, en la que el régimen de Alexander Lukashenko usa todos los resortes a su alcance contra la UE.
"Ahora no existen estas capacidades, tienen que crearse para poder movilizarse cuando se necesiten. Esta claro que ahora no tenemos nada así", ha apuntado Borrell en rueda de prensa desde Bruselas tras la reunión de los titulares de Defensa del bloque.
Un ejército de fuerzas rápidas de hasta 5.000 efectivos
Según ha explicado Borrell, la idea es contar con recursos para poder desplegar hasta 5.000 uniformados en situaciones de crisis, aunque la lógica es que los medios se movilicen en función de cada escenario.
"El método es contar con módulos especializados en distintas misiones, ya que no se necesitan las mismas fuerzas en caso de evacuar a nacionales que en el de interponerse entre dos partes de un conflicto", ha argumentado y ha defendido unas fuerzas limitadas y muy especializadas, que, en ningún caso, rivalizarán con la OTAN.
Respecto a un posible choque entre el bloque y la organización militar, Borrell ha asegurado que esta iniciativa no va en detrimento de la organización militar y ha sido tajante: "No hay alternativa a la OTAN para la defensa territorial de Europa. Nadie quiere buscar alternativas a la OTAN, sino la forma en la que se conforma la capacidad de la UE para actuar juntos", ha ahondado.
El Alto Representante ha expuesto que se evitará generar duplicidades e incoherencias con la organización militar, cuyo secretario general, Jens Stoltenberg, ha pedido que las nuevas fuerzas europeas de intervención rápida estén disponibles también para misiones de la Alianza Atlántica.
Francia y España aplauden el proyecto
Uno de los grandes valedores para este proyecto ha sido Francia, que ha celebrado que el bloque europeo vaya a contar con el "verdadero primer libro blanco de la Defensa europea" con el horizonte de aplicarlo en 2030.
A juicio de la ministra de Defensa gala, Florence Parly, la propuesta combina un nivel elevado de ambición con propuestas concretas y operacionales y se ha felicitado de que la UE pueda afrontar intervenciones militares allá donde sus intereses estén en juego.
"Supondrá la reducción de nuestra dependencia estratégica y tecnológica", ha asegurado en declaraciones tras la reunión, apuntando a que permitirá hacer frente a amenazas como la que plantea Bielorrusia en las fronteras exteriores de la Unión.
En la misma línea se ha expresado la ministra española de Defensa, Margarita Robles, quién ha asegurado que será un "instrumento esencial" para la defensa de la UE.
"Habremos de tener en cuenta las lecciones aprendidas en Afganistán, país al que la UE debe prestar una atención especial, en particular a la situación de mujeres y niñas que empieza a ser preocupante", ha señalado.
Por su parte, Matej Tonin, titular de Defensa de Eslovenia, país que ostenta la presidencia rotatoria de la UE, ha manifestado que el "documento es realista pero a la vez ambicioso" y se ha mostrado optimista sobre el nivel de consenso entre los Veintisiete.