Enlaces accesibilidad

Protestas en Cuba: buscando un camino después de Fidel

  • La prohibición de la Marcha por el Cambio ha evitado que miles de ciudadanos exijan reformas y libertad por todo el país
  • Dos periodistas cubanos -una fidelista revolucionaria y un anticastrista convencido- analizan las protestas para En Portada

Por
Cartel de Fidel Castro en la pared de un edificio con dos personas al fondo en la calle.
Cinco años después de la muerte de Fidel Castro, En Portada ha hablado en profundidad sobre su figura con dos periodistas cubanos.

La Marcha por el Cambio prevista en Cuba para el 15 de noviembre murió antes de arrancar. Ni hubo marcha, ni hubo cambio. El Gobierno cubano militarizó las principales ciudades del país con miles de policías y agentes de la seguridad del estado vestidos de civil. La presión policial disuadió la protesta.

La petición de cambios, de más libertades, de liberación de los presos políticos, se diluyó también porque decenas de activistas y de periodistas fueron sitiados en sus casas cuando no amenazados o detenidos. Archipiélago, el grupo que organizó esa marcha, afirma que unos cien activistas fueron retenidos en sus hogares, donde sufrieron constantes actos de repudio por vecinos revolucionarios. El miedo y la acción policial minimizó la protesta, reducida a actos individuales de aquellos cubanos que mostraron su deseo de cambio portando prendas blancas o colgando sábanas en los patios o ventanas de sus casas.

El actor, dramaturgo y líder del grupo de Facebook Archipiélago Yunior García, de 39 años, sostiene una flor detrás de una ventana de su casa en La Habana, Cuba, el 14 de noviembre de 2021

El actor, dramaturgo y líder del grupo de Facebook "Archipiélago", Yunior García, sostiene una flor detrás de una ventana en su casa de La Habana. REUTERS / ALEXANDRE MENEGHINI

Del otro lado, el presidente Díaz-Canel presumió de la vuelta a la normalidad, con miles de niños regresando al colegio y miles de turistas regresando a la isla tras año y medio largo de pandemia. Y presumió también de otra victoria sobre Estados Unidos. Porque para La Habana no hay duda de que es Washington quien financia y organiza a los organizadores de la protesta.

Protesta ilegal según la justicia cubana

La Marcha por el Cambio murió ahogada por razones obvias. El Gobierno cubano no quería, de nuevo, a decenas de miles de ciudadanos pidiendo reformas y libertad en las principales ciudades del país. No quería otro 11 de julio de 2021. Un día que pasará a la historia, porque nunca antes tanta gente había protestado contra el Gobierno en los más de 60 años de Revolución.

Un hombre cuelga una bandera cubana de un tejado para cubrir las ventanas de la casa de Yunior García, actor, dramaturgo y líder del grupo de Facebook llamado Archipiélago, en La Habana, Cuba, el 14 de noviembre de 2021. REUTERS / Alexandre Meneghini

Un hombre cuelga una bandera cubana de un tejado para cubrir las ventanas de la casa de Yunior García, líder del grupo de Facebook llamado Archipiélago. REUTERS / ALEXANDRE MENEGHINI

Por eso la justicia cubana declaró ilegal la protesta; por eso varios grupos oficialistas llevan semanas amedrentando a sus organizadores, empezando por el dramaturgo Yunior García Aguilera. Yunior es el hombre que, a mediados de agosto, acudió formalmente a pedir permiso a las autoridades cubanas para organizar esa protesta pacífica del 15N.

Desde entonces, ha sido citado para recoger, por escrito, la negativa a esa marcha. Y ha sido citado también, esta vez por la fiscalía, para advertirle de los delitos que estaría cometiendo si organizaba o alentaba una manifestación prohibida de antemano por la Seguridad del Estado. Luego vendrían los actos de repudio y las amenazas frente a su casa por los Comités de Defensa de la Revolución.

Simpatizantes progubernamentales realizan una manifestación de repudio frente al apartamento del disidente cubano Yunior García

Yunior es uno de los protagonistas de "Después de Fidel", el reportaje que este miércoles estrena En Portada a las 19:00 en RTVE Play y a las 00:15, por La 2. Conoceremos su historia y la de otros cubanos que nacieron hace algo más de 30 años, y que han vivido la parte más dura de la Revolución: la que vino con el final de las ayudas soviéticas tras el colapso de la URSS.

"Después de Fidel", un relato a dos voces

Cinco años después de la muerte de Fidel Castro, hemos hablado en profundidad con dos periodistas cubanos sobre la figura de Fidel, sobre su legado, sobre la vigencia de la Revolución, y sobre el peso y la sombra de los Castro sobre la figura del nuevo presidente, Miguel Díaz-Canel. Hemos hablado de eso y de la vida cotidiana en la Cuba de hoy, donde las nuevas apreturas han disparado la protesta ciudadana.

Waldo Fernández, periodista cubano anticastrista

Waldo Fernández, periodista cubano anticastrista. EN PORTADA

Waldo Fernández y Cristina Escobar son los ejes del reportaje. Ambos tienen mucho en común: nacieron y crecieron en Cuba, son periodistas y apenas superan los treinta. Compartieron aula en la Facultad de Periodismo de la Universidad de La Habana. Pero luego siguieron su propio camino profesional e ideológico. Cristina trabaja en la televisión cubana; Waldo, en un medio independiente: Diario de Cuba. Una, fidelista y revolucionaria; otro, anticastrista convencido.

Su relato a dos voces traza el retrato de un país donde la escasez, el desabastecimiento y los apagones han elevado el nivel de la crispación política hasta niveles que pocos recuerdan. Sobre todo, porque el diagnóstico es diferente. La Cuba oficial echa la culpa a la pandemia, a la reducción de ingresos por el cierre del país al turismo y, por supuesto, al embargo estadounidense sobre Cuba, endurecido por las 243 medidas que aprobó Donald Trump antes de abandonar el Despacho Oval, y que Joe Biden mantiene vigentes. La Cuba crítica apunta directamente a la ineficiencia de un estado que importa casi el 70 % de lo que consume cuando casi la mitad de su tierra es muy fértil para cultivar.

La periodista cubana Cristina Escobar

La periodista cubana Cristina Escobar. RTVE

¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Cuba y el presidente, Miguel Díaz-Canel, han sufrido, como todo el mundo, los efectos de la pandemia. El coronavirus obligó a cerrar el país al turismo. Y el turismo es la segunda fuente de ingresos de Cuba. Sólo en 2019 dejó unos tres mil millones de dólares en la isla. Y ha sido sólo este lunes, 15 de noviembre, cuando el aeropuerto internacional José Martí ha comenzado a recobrar el pulso y a recibir turistas.

Colas eternas para conseguir alimentos y medicinas

El daño ha sido enorme. El PIB cubano decreció el 11 % el año pasado y este año apenas crecerá un 2 %. El impacto de la pandemia en la ya mermada economía cubana ha aumentado el descontento social durante el último año. El cubano hace colas eternas en busca de alimentos y medicinas que no siempre encuentra. Y ese cóctel explosivo estalló en verano y ha tenido otro intento de réplica este 15 de noviembre.

“Cuando ya no tienes nada que perder”-afirma Waldo Fernández en Después de Fidel- entonces pierdes el miedo”. Cristina Escobar entiende el descontento popular en un momento muy crítico, donde en cada hogar se pasan penurias. Pero añade que estas marchas no son inocentes, sino que están orquestadas: “Había razones para salir a la calle, sí. Hay mucho hartazgo por la carestía de la vida, por la escasez de medicamentos, por el deterioro del sistema de salud. Pero hay también un nivel de empuje por parte de las redes sociales en un país cada vez más conectado, hay una campaña que pretende –ahora que se está en crisis- tirar a la gente contra su propio pueblo”. Escobar repite el mantra del Gobierno: todo está orquestado y financiado desde el exterior, es Estados Unidos quien está financiando estas protestas para lograr un cambio de Gobierno en Cuba.

Díaz-Canel, en definitiva, se topó con la tormenta perfecta: el COVID-19, el cierre del país al turismo, las colas eternas para conseguir alimentos y medicinas, apagones continuos y una parte de la población harta de un desabastecimiento crónico. Y aquí entramos en otro debate: la legitimidad del primer civil que acumula todos los puestos de poder en Cuba sin haber combatido en la Sierra Maestra. Waldo Fernández odiaba a Fidel, pero reconoce que muchos cubanos le “perdonaban” los problemas por ser quien fue: el padre de la Revolución.

“A Raúl Castro también se le dio un cheque en blanco” –añade Cristina Escobar- “pero tengo la impresión de que a Díaz-Canel, no”. Y según la periodista cubana, ese es el mayor reto del presidente: “fomentar los valores de la Revolución y construir un país mejor, más inclusivo, en el que la gente no tenga que pensar que la única manera de ser feliz, sea emigrar”.

Internet, clave en las protestas

Sea como fuere, la generación post Fidel, la castrista y la no revolucionaria, tiene hoy una herramienta fundamental para la difusión de cualquier iniciativa: internet. Los datos móviles llegaron a Cuba a finales de 2018. Son realmente caros para el sueldo medio de un cubano. Pero son la vía de escape que han encontrado muchos ciudadanos para informarse más allá de la línea oficial. Y en verano jugaron un papel fundamental en la propagación de las protestas: “Yo me enteré de la primera protesta, en San Antonio de los Baños, por las redes sociales –recuerda Waldo-. Y decidí bajar a la calle, no como periodista, sino como ciudadano”. Escobar, que trabaja en la televisión cubana, reconoce que es imposible que el Gramma y el resto de medios oficiales mantengan el monopolio de la información en Cuba.

Calma tensa y apagón de internet tras las protestas en Cuba

De hecho, no lo mantienen. Este 14 de noviembre, Yunior García pretendía protestar en solitario, vestido de blanco y portando una flor, desde su casa hasta un punto del malecón de La Habana. La seguridad del Estado bloqueó su vivienda y tapó su ventana con una bandera nacional gigante. Yunior grabó un vídeo contándolo todo. Ese video es tan viral que ese acto de repudio derivó en una enorme campaña de propaganda. Y no precisamente a favor del Gobierno ni de quienes pretendieron acallar su voz encerrándolo en casa.