'El callejón de las almas perdidas', una cinta con la magia de Guillermo del Toro pero sin su alma
- Un thriller protagonizado por Bradley Cooper, Rooney Mara y Cate Blanchet
- La película se estrena en cines este viernes, 21 de enero
Todo es grandioso en El callejón de las almas perdidas, el homenaje de Guillermo del Toro al cine negro de los años 30 y 40: una historia apasionante que gira en torno a la oscuridad del alma humana (como casi todas las suyas), un reparto de lujo (encabezado por Bradley Cooper, Rooney Mara y Cate Blanchett), un escenario ideal para el director (un circo de los años 30), una fotografía increíble... Y todos los demás aspectos artísticos y técnicos cuidados hasta el más mínimo detalle (como suele ser habitual en su filmografía). Pero no podemos evitar sentirnos un poco decepcionados porque echamos en falta el alma del director de El laberinto del fauno, La forma del agua o Hellboy.
Estamos ante una de las películas imprescindibles de este 2022, pero no es una de las mejores películas de Guillermo del Toro. Es demasiado larga, tiene altibajos, a veces se pierde en los detalles y tenemos la impresión de que solo termina de despegar en determinadas ocasiones (aunque cuando lo hace vuele muy alto). Pensamos que del Toro se ha obsesionado tanto con el envoltorio que ha olvidado que lo más importante es el corazón de la película.
Quizá es que seamos muy fans del director y echemos de menos ese algo especial que suelen tener sus historias. Pero a veces no podemos evitar pensar que, en esta ocasión, Guillermo del Toro se parece a su protagonista: un encantador de serpientes que nos ofrece una película deslumbrante pero sin el alma de sus mejores trabajos.
Pero, aunque no nos haya convencido del todo, no podemos dejar de recomendaros este Callejón de las almas perdidas, a la que tanto el National Board of Review (NBR) como el American Film Institute (AFI) han elegido entre las 10 mejores películas del año. Y que también ha conseguido 8 nominaciones a los Critics Choice Awards, incluyendo mejor película y dirección. La película se estrena en cines este 21 de enero. Juzgad vosotros mismos.
Una versión de un clásico del cine negro
El callejón de las almas perdidas está ambientada a finales de los años 30 y principios de los 40. Narra la historia de un buscavidas (Bradley Cooper), que llega a una feria ambulante con una mano delante y otra detrás. Allí se obsesionará con un "monstruo humano", de los que había en aquella época en las ferias, y se convertirá en ayudante de una pitonisa (Toni Colette).
Gracias a su ingenio y descaro, pronto se montará su propio número como mentalista y enamorará a la mujer eléctrica (Rooney Mara). Pero su ambición desmedida, y su obsesión con el dinero, lo llevarán a meterse en el mundo del espiritismo y a intentar estafar a millonarios con la ayuda de una psicóloga con tan pocos escrúpulos como él (Cate Blanchett).
La película es un remake de El callejón de las almas perdidas (Nightmare Alley), dirigida en 1947 por Edmund Goulding (Gran Hotel) y basada en la novela de William Lindsay Gresham. Un clásico de culto del cine negro que sorprendía por la dureza de la historia y en el que destacaban las interpretaciones de sus protagonistas, Tyrone Power, como ese timador sin escrúpulos, Joan Blondell (en el papel de la pitonisa) y Colleen Gray como la mujer eléctrica que se siente atraída por el timador.
Una de las principales diferencias entre ambas películas es que Guillermo del Toro se recrea mucho más en el mundo de esas ferias de monstruos de principios del siglo pasado, un escenario que le apasiona y que retrata con toda la crudeza posible, pero dotándolo a la vez de una malsana belleza.
Ese escenario y su obsesión por las escenas nocturnas y lluviosas nos recuerdan poderosamente a uno de los grandes clásicos del género y de la historia del cine: La parada de los monstruos (Freaks) dirigida por Tod Browning en 1932. De hecho, si os fijáis, en una escena general podréis reconocer a un personaje similar al de Koo Koo, la mujer ave. Y también hay numerosos guiños al cine negro clásico como, por ejemplo a la película Tener y no tener (Howard Hawks, 1944)
¿Quién es el auténtico monstruo?
El protagonista es descrito en varias ocasiones como un encantador de serpientes y sirve a Guillermo del Toro para retomar uno de sus temas favoritos, el de quién es el auténtico monstruo, si el que lo aparenta o el que lo es en su interior (La forma del agua). Y ahí es donde entra en juego Bradley Cooper, que tiene el desafío de interpretar a ese embaucador capaz de hacernos creer en el más allá. Un papel para el que también se barajó a Leonardo DiCaprio. Y aunque nos guste mucho Bradley, creemos que no consigue todos los matices que requería este difícil papel.
Si está a la altura del desafío una seductora Cate Blanchett, como esa psicóloga que quizá sea la única capaz de escapar a los encantos del protagonista, un papel por el que ha sido nominada a los Premios del Sindicato de Actores a la Mejor Actriz de reparto.
También brillan el resto de los miembros del espectacular reparto. Empezando por Rooney Mara (la chica eléctrica y esposa del protagonista) y siguiendo por Tony Collette (la pitonisa), Willem Dafoe (genial en su papel de dueño de la feria), Richard Jenkins, Mary Steenburgen, David Strathairn... mención aparte merece nuestro admirado Ron Perlman, que es uno de los actores fetiches del director desde Cronos (1993), que se metió en la piel de Hellboy, y que aquí interpreta a un forzudo de gran corazón.
Destacar todos los aspectos técnicos de la película, sobre todo excepcional fotografía de Dan Laustsen, habitual colaborador de Guillermo del Toro en títulos como La cumbre escarlata o La forma del agua (por la que recibió una nominación al Oscar en 2018). Por lo visto, aunque se rodó en color, la película se iluminó como si fuese en blanco y negro, por lo que hay una versión en B/N que ya ha podido verse en Los Ángeles y que no nos importaría ver por aquí.
En fin, que aunque no sea lo mejor de Guillermo del toro, cualquier trabajo suyo es muchísimo mejor que el 90 % del cine actual y que El callejón de las almas perdidas merece verse en la pantalla grande.